Diario Córdoba

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EL EQUILIBRIO ENTRE PASARLO BIEN Y EL DERECHO AL DESCANSO

Las quejas por el ocio nocturno en Córdoba se trasladan al centro de la ciudad

Vecinos de Alhakén II y Fernando de Córdoba denuncian los ruidos y la suciedad | Calles llenas de gente, saturación acústica o botellón, los problemas de la zona

Un grupo de jóvenes posan en la esquina de la calle Alhakén II con Fernando de Córdoba. Manuel Murillo

El ocio nocturno y el derecho al descanso son dos realidades que, en ocasiones, no casan demasiado bien. Hace unas semanas, los vecinos del casco histórico de Córdoba denunciaban que conciliar el sueño es una tarea complicada debido a los locales de ocio nocturno que hay por la zona de la Ribera. No culpaban tanto a la hostelería, aunque sí en parte, sino que veían el problema en un escaso control policial sobre quienes salían de esos locales a la hora de cierre y no respetaban el descanso de los residentes. Los vecinos, organizados en varias asociaciones y bajo la batuta del Consejo del Distrito Centro, protestaron y el Ayuntamiento les hizo caso. Se prometió refuerzo de Policía Local para evitar que sucediera algún altercado y así calmar los ánimos.

Pero lo que ocurre en el casco histórico no es un hecho aislado y así lo expresan los vecinos, en este caso, del centro comercial de la ciudad. Una tríada de locales entre las calles Alhakén II y Fernando de Córdoba llevan generando desde hace meses molestias a los residentes de esta zona del centro comercial de la ciudad. Grandes concentraciones de jóvenes en la calle (tanto haciendo cola para entrar a la discoteca como charlando) e ingesta de alcohol crean un binomio que entorpece, y mucho, ese derecho al descanso del que tanto se habla.

Varios grupos de jóvenes pasean por las calles del centro en una noche de fiesta. MANUEL MURILLO

A ello, denuncian los vecinos, se une la suciedad que se genera y que aflora a primera hora de la mañana tras la noche de fiesta, donde los restos de bebida (en ocasiones, incluso, de haber hecho botellón en la misma calle), vómitos y orines son los protagonistas.

Lo cuenta Ana Cuenca, vecina de Alhakén II, que habla directamente de «saturación» de locales de ocio en la zona, ya que también añade algún que otro de los aledaños, como los situados en la avenida Cervantes o al otro lado de la avenida América. «Hay demasiada concentración», cree esta vecina, que también denuncia que «ni hay vigilancia» ni tampoco «un refuerzo de limpieza. «Parece que la zona de fiesta se ha trasladado aquí y eso no ha venido acompañado de un refuerzo policial o de limpieza», considera Cuenca, que cree que, por ahí, pasaría una de las soluciones al problema. También propone a la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) que tenga en cuenta el número de locales de ocio que ya existen a la hora de conceder nuevas licencias y que no se sature más la zona.

Esta residente explica que el problema empezó a agravarse a partir de septiembre, cuando arranca la época universitaria, y cree que la concentración tanto en Alhakén II como en Fernando de Córdoba es, sobre todo, de chavales muy jóvenes.

Asociación en ciernes

A diferencia de lo que ocurre en el casco histórico, donde el asociacionismo vecinal es muy potente, en esta parte de la ciudad no cuentan con un colectivo de residentes que pueda dar traslado de estas quejas, más allá del Consejo de Distrito Centro. Aun así, los problemas que está causando el ocio nocturno empiezan a movilizar a los vecinos, que están organizándose para poder formar una asociación o, al menos, unirse en esta causa común de la que no se libra prácticamente nadie de la zona.

Numerosos jóvenes esperan en cola para entrar en uno de los locales de ocio del centro de la ciudad. MANUEL MURILLO

Lo cuenta José Vázquez Teja, representante de la Asamblea Ciudadana de Ciudad, al que numerosos residentes sí le han trasladado estas quejas y que está detrás del movimiento organizativo. Vázquez Teja extiende el problema a los jardines donde se sitúa Canal Sur e incluso a los de los Patos, donde asegura que se hace botellón. «Todos los días de fiesta aparece eso lleno de botellas de alcohol y de cristales rotos, incluso en la zona de columpios de los niños», explica Vázquez Teja, que recuerda que hay zonas por donde Sadeco no pasa hasta bien entrada la mañana y que esto genera un «conflicto» con quienes van a pasear con niños o a sacar a sus mascotas.

El representante de la Asamblea Ciudadana de Ciudad cree que la solución tiene que llegar de todas las partes. Anima a los dueños de los locales a impulsar medidas que impongan respeto a sus clientes, que en muchas ocasiones, aparte de llevar su propio botellón, sacan las bebidas a la calle cuando eso está terminantemente prohibido. También cree que es necesaria más presencia policial, tanto para evitar que se incumpla la norma como para castigar las conductas ilegales.

Vázquez Teja incide en que los jóvenes tienen que divertirse, en que los locales tienen que trabajar y en que los vecinos tienen derecho a descansar y lo necesario es buscar un equilibrio. Para ello llama la atención del Ayuntamiento de Córdoba, y asegura que lo que se pide «no supone un gasto de dinero», sino un servicio de seguridad y limpieza al que tienen derecho todos los ciudadanos que pagan impuestos.

Insiste Vázquez Teja en que estos problemas están animando a los vecinos a organizarse y a recoger firmas para poder poner solución a un problema que va cambiando de barrio tal y como van cambiando los gustos o los locales de ocio consiguen hacerse un hueco en la noche.

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