Más de 1.100 partos acogió el pasado año el hospital San Juan de Dios de Córdoba, una cifra anual de nacimientos que ha ido creciendo progresivamente desde que el centro incorporó el área maternal hace justo seis años. Desde entonces hasta ahora han sido numerosos los avances asistenciales y de infraestructuras que ha ido incorporando este hospital con el objetivo principal de que la mujer gestante sea la protagonista de un momento muy importante en su vida y para que esta sea siempre el centro de la atención, durante todo el embarazo, pasando por el parto y continuando en el puerperio.

«Las mujeres que eligen el Hospital San Juan de Dios para el control de su embarazo y para el nacimiento de su bebé en nuestro centro van a contar en todo momento con atención humanizada y respetada, en base a un protocolo de atención, que cuenta con la coordinación de la Unidad de la Mujer y su equipo de Ginecología y Obstetricia, con el equipo de matronas y con los servicios de Pediatría y Neonatología», señala el jefe del Área Materno-Infantil, el doctor José Eduardo Arjona.

Equipo: De izquierda a derecha, Magdalena Ramírez, Ana de la Bella, Antonio Luis Raya, Enrique Cantillo, Rosa Llamas y José Eduardo Arjona.

«Las gestantes tienen la garantía de poder expresar sus decisiones sobre cada paso que se va a ir produciendo y se benefician de todas las pruebas existentes para el control del embarazo, como el cribado a las 12 semanas y el test de ADN fetal para descartar la existencia de síndrome de Down u otra alteración cromosómica», indica Arjona.

La matrona supervisora de San Juan de Dios, Rosa Llamas, explica que cuando una mujer llega al hospital y se indica por parte del equipo médico que está de parto, la embarazada pasa a una habitación individual que favorece la cohabitación familiar, espacio al que volverá la paciente después de dar a luz. En esta habitación la mujer cuenta con monitorización fetal y se le evalúa la dinámica uterina (contracciones) de manera centralizada.

Información al minuto

En este sentido, cuando la mujer es derivada al área de dilatación siempre estará acompañada por una matrona y se le va informando de todas las actuaciones que van siendo necesarias adoptar, en continua comunicación con el especialista en Ginecología y Obstetricia que ha asistido a la gestante durante su embarazo.

Así, según va avanzando el proceso de parto se le exponen a la futura madre los diferentes tipos de analgesia existentes, aunque la mujer haya podido plantear su decisión antes de dar a luz. La anestesia epidural es la más elegida, por alrededor del 85% de las mujeres, mientras que el resto opta por facilitar la dilatación con pelotas de esferodinamia (pilates) o con la bañera de hidroterapia, aunque de forma más mínima se decantan por esta última opción.

El director médico del centro hospitalario, Enrique Cantillo, destaca la atención integral que recibe la mujer en todo momento, ya que además de poder estar acompañada siempre por su pareja o la persona que decida, contará con la presencia y respaldo asistencial que le proporcionan la matrona, el ginecólogo, el anestesista y el pediatra. «El pediatra también está presente en el paritorio para garantizar una buena adaptación a la vida del bebé y su seguridad desde su llegada al mundo», apunta el doctor Cantillo.

Contacto piel con piel

Ya desde este momento, se instaura el contacto piel con piel entre la madre y su bebé y también con el padre y su pequeño. Por este motivo, cuando los recién nacidos llegan al mundo se les deja solo con el pañal para favorecer el método canguro. Asimismo, el hospital indica que la mujer permanece en el paritorio hasta que el ginecólogo da su visto bueno. Cuando se comprueba que está todo bien ya vuelve a la habitación que se le asignó desde el hospital a su llegada, garantizando así la seguridad clínica. En el caso de las cesáreas también se trata de fomentar el contacto piel con piel desde el primer momento. Es por ello que desde el hospital se están dando nuevos pasos para estrechar aún más el vínculo entre los progenitores y el bebé tras la cesárea. Y es que esta práctica se ha incrementado debido a que cada vez hay más mujeres que se convierten en madres a una edad más avanzada, con más de 40 años.

Sonia Cruz, cuyo tercer hijo acaba de nacer en San Juan de Dios, certifica el trato personalizado y respetuoso recibido en este hospital, pudiendo hacer el contacto piel con piel con su pequeña, a pesar de haber requerido una cesárea, y pudiendo estar en todo momento con su hija, incluso durante la recuperación.

Una mejora constante

Al acoger San Juan de Dios cada vez más partos y registrarse un mayor número de niños que nace de forma prematura o con criterios que implican que estos recién nacidos se tengan que quedar ingresados por un tiempo determinado, «el hospital vio la necesidad de ampliar el espacio de atención a los bebés que requieren cuidados de neonatología y UCI, así como la ampliación del número de habitaciones y la mejora de los espacios de esta área», remarca el director gerente del hospital San Juan de Dios, Horacio Pijuán.

Con estas obras, en 2023 el hospital contará con 13 nuevas habitaciones de hospitalización y una nueva área de cuidados neonatales (con ocho puestos que disponen de monitor y respirador de alta gama para garantizar la seguridad clínica del recién nacido). Dos de estos puestos de cuidados neonatales son de aislamiento para los casos de enfermedades respiratorias. Pijuán avanza que se ha contemplado la reforma del quirófano maternal y se va a incorporar un lactario, una nueva sala de monitorización y una superficie más amplia de atención para las urgencias ginecológicas.

Por su parte, la responsable de la unidad de neonatología, la doctora Magdalena Ramírez, subraya la importancia que tiene el hecho de contar con una unidad con filosofía de puertas abiertas a las familias las 24 horas para fomentar el vínculo entre madres, padres y bebés. El hospital cuenta a su vez con un servicio de hospedería para facilitar la estancia de los padres que tengan a sus recién nacidos ingresados y sean de fuera de la ciudad.

Otro aspecto muy positivo de la atención integral de la mujer durante el embarazo y parto en San Juan de Dios es que el hospital cuenta con talleres semanales de educación maternal y lactancia, a cargo del equipo de matronas, así como con una consulta sobre lactancia materna. En esta línea, San Juan de Dios se encuentra inmerso en convertirse en el primer hospital privado en conseguir la acreditación como centro IHAN (Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia promovida por Unicef).