Diario Córdoba

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REPORTAJE

Semillas del progreso en Las Palmeras

Loyola Andalucía y la UCO tienen sendos proyectos en marcha en colaboración con los vecinos para impulsar la transformación social y la calidad de vida en el barrio

Merendero restaurado por los vecinos de Las Palmeras. CORDOBA

Aunque los niveles de renta media puedan ser parecidos, la situación de cada uno de los denominados «barrios ignorados» de Córdoba es muy distinta. Mientras las zonas más pobres del Guadalquivir están rodeadas de viviendas habitadas por clase media trabajadora, hay acceso a servicios básicos y una estructura vecinal y social organizada desde hace años, Palmeras vive lastrada por el aislamiento que provoca su ubicación en el mapa, alejada de la zona urbana, mientras Moreras, que se encuentra a escasos metros de algunos de los entornos más ricos de Córdoba, padece el efecto de invisibilidad que genera la pobreza, sin demasiadas herramientas para articular una respuesta organizada. 

En este contexto, la Universidad Loyola Andalucía y la Universidad de Córdoba llevan tiempo trabajando para intentar modificar la realidad social de los vecinos pese a los obstáculos que van encontrando. El profesor Antonio Sianes, profesor de Loyola, destaca el retroceso que la pandemia ha provocado en el ritmo de las actuaciones propuestas. «El grupo impulsor de Palmeras empezó con mucha fuerza, pero se paró con el covid y es ahora cuando se está recomponiendo con mucho esfuerzo», explica.

En Moreras, sin embargo, el proyecto no caló y ni siquiera se llegó a constituir el grupo de trabajo. Entre los logros obtenidos para Palmeras, destaca el haber conseguido el compromiso de que todos los proyectos del Ayuntamiento que se lleven a cabo en el barrio se enmarquen en el Plan Integral y se diseñen en coordinación con el equipo impulsor, un hito que permitirá que las políticas municipales estén refrendados por los afectados», señala Sianes. Además, para mejorar la difusión de las actividades deportivas y culturales que se organicen en el barrio e implicar a los vecinos, Loyola está formando a varios jóvenes en comunicación, redes sociales y diseño gráfico mientras trabajan en que el club de fútbol del barrio sea un elemento para la integración social de los más pequeños.

Las instalaciones deportivas en Las Palmeras son precarias. A.J. GONZALEZ

«Queremos ver el impacto que tiene en los menores la adscripción a actividades deportivas que les alejan de la calle y les concentra en otro tipo de intereses». La impresión de Sianes es que si se quiere avanzar realmente en la transformación de estos barrios hace falta una actuación transversal que implique a todas las administraciones públicas y cuente con fondos suficientes. "Si no se actúa de forma decidida, se corre el peligro de retroceder lo avanzado». 

También la Universidad de Córdoba está sembrando su semilla de progreso en Palmeras gracias al proyecto europeo In Habit, que se prolongará hasta el 2025 y que está diseñado en coordinación con el Ayuntamiento y la asociación de vecinos Unión y Esperanza de Palmeras. Dotado con 2,5 millones de euros, investiga cómo mejorar la calidad de vida y el bienestar de los vecinos de un barrio desfavorecido como este a partir de innovaciones en infraestructuras, en el entorno natural, tecnológicas, digitales, sociales y culturales. Según Javier Martínez, uno de los investigadores implicados, todas las acciones que se llevan a cabo buscan implicar a los vecinos para fomentar la integración social y el espíritu de vecindad. Desde que se puso en marcha el programa, han celebrado actividades dinamizadoras que, pese a ser sencillas y frecuentes en otros barrios, no son habituales en Palmeras.

A finales del año pasado, se organizó una fiesta de Navidad en la que arreglaron la plaza y los niños del colegio actuaron; en febrero hubo una fiesta de Carnaval con pasacalles; en mayo una cruz; en junio, un acto de graduación para los alumnos del barrio graduados en la ESO los últimos 5 años y una limpieza comunitaria de uno de los patios que dará lugar a otras similares en otros recintos de la zona. Aunque quizás sea el merendero vecinal del Arroyo de Cantarranas la obra más emblemática desarrollada hasta. «Había plantas de dos metros de altura, el terreno estaba sin desbrozar y con ayuda de la CHG y los vecinos, plantamos árboles y diseñamos el merendero que se ha convertido en un punto de encuentro», explica Martínez. En un barrio donde no hay bocas de riego, bloqueadas por el Ayuntamiento, y sin servicio de parques y jardines, se han organizado para cuidar de las plantas que se están sembrando mientras trabajan en mejorar la iluminación. Sianes y Martínez coinciden. «Los vecinos de Palmeras están trabajando muy bien para sentar las bases del progreso del barrio». Ojalá las semillas del progreso den frutos muy pronto.

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