Diario Córdoba

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PRESTACIÓN DE LA SANIDAD PÚBLICA ANDALUZA

El sistema ‘flash’ beneficia en Córdoba a cerca de cien diabéticos tipo 2

Rosario, usuaria de una residencia, ha sido una de las primeras receptoras | Sus controles de glucemia han mejorado mucho desde que se le implantó el dispositivo

La enfermera Nuria Miranda, con Rosario, usuaria de una residencia a la que se le ha implantado el sistema 'flash' para control de la diabetes. CÓRDOBA

Rosario está diagnosticada de diabetes tipo 2 y es usuaria de una residencia. Desde hace unos meses esta paciente se está beneficiando de la implantación en el sistema sanitario público andaluz del sistema de monitorización continua de glucosa, también conocido como sistema flash, a pacientes con las características de ella. El dispositivo permite un mejor seguimiento de determinados pacientes que requieren una dosis de insulina diaria cambiante, como es el caso de Rosario. Esta cordobesa, antes de empezar a usar el flash, se veía obligada a que le realizaran numerosas punciones capilares durante el día para controlar su inestable nivel de glucemia, explica Nuria Miranda, enfermera de la residencia de la que Rosario es usuaria. 

Nuria también es diabética, en su caso tipo 1. Esta enfermera tiene puesta una bomba (infusor) de insulina desde hace casi una década, con cargo a la sanidad pública, y luego también empezó a usar el sistema flash, que primero tenía que pagar de forma privada, hasta que la Junta de Andalucía incluyó la prestación en su cartera de servicios en 2018, beneficiando en primer lugar a los pacientes diabéticos tipo 1. 

Desde que en abril de este año el Servicio Andaluz de Salud (SAS) amplió el uso del sistema flash a la población diabética tipo 2, en el distrito Córdoba-Guadalquivir ya se han puesto 97 dispositivos de estas características, de los que 21 son usuarios de residencias y los 76 restantes personas que cubren los requisitos correspondientes al primer nivel de implantación del sistema.

Lector del sistema de monitorización de glucosa 'flash'. CÓRDOBA

¿En qué consiste el sistema 'flash'?

El enfermero del distrito Córdoba-Guadalquivir Rafael Molero explica que este dispositivo, que se implanta en la piel del brazo, reduce significativamente la frecuencia de punciones en los dedos, tiene un impacto directo en la mejora de la calidad de vida de las personas con diabetes y permite obtener una información más completa y continua del nivel de glucosa en sangre a lo largo del día. 

Molero subraya que, durante este año, se están empezando a beneficiar de este avance, de forma gratuita, pacientes de centros residenciales, en situación de dependencia o con discapacidad funcional que les impide la realización de la medición de glucemia capilar y su interpretación, además de pacientes con antecedentes de hipoglucemia grave que hayan precisado atención sanitaria o ayuda de terceras personas para su resolución, así como mujeres con diabetes tipo 2 gestantes o en programa de gestación. 

Calendario de implantación del avance

Este enfermero añade que durante el próximo año podrán optar al dispositivo flash pacientes con hipoglucemias frecuentes leves (con más de cuatro episodios menos graves a la semana) o desapercibidas. Y, a continuación, hasta el 2024, será el turno del resto de población diabética menor de 65 años, priorizando el subgrupo en el que se ha demostrado un impacto más favorable en la mejoría de niveles de la glucemia. 

Nuria, enfermera y paciente a la vez

Nuria lleva conviviendo con la diabetes desde los 7 años y ahora tiene 36. «Con el flash puedes controlar los niveles de glucemia, tanto la hipoglucemia como la hiperglucemia, de forma continua y ver los resultados en el móvil, que es algo que llevamos a todos lados», resalta esta enfermera. 

El dispositivo cuenta con un lector para quien prefiera ver ahí los datos. «Desde que Rosario tiene puesto el flash sus controles se han normalizado mucho y los niveles de glucemia los tiene más estables», subraya Nuria Miranda.

Mejor control por parte de médico y enfermera

«Antiguamente había que registrar los controles por escrito, pero gracias a este sistema, los resultados se pueden descargar en un ordenador y ser consultados en todo momento por el profesional médico y de enfermería que tiene asignado cada paciente», añade Nuria Miranda. «La supervisión continua evita incluso desplazamientos innecesarios de pacientes al médico o al hospital», destaca esta enfermera. 

«El dispositivo se cambia cada 14 días a los usuarios que están institucionalizados y se les enseña a renovárselo a los que permanecen en sus domicilios. Les hacemos seguimiento telefónico o con visitas presenciales y ese control permite adaptarles el tratamiento e incluso la dieta. Además, se ha impartido formación entre los profesionales sanitarios para su adecuado uso», recalca Rafael Molero.

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