El día grande de la Velá de la Fuensanta no defrauda. A pesar del calor, los cordobeses lo han dado todo (y lo siguen dando) en el día de su copatrona y en una feria chica que se ha sabido coger con ganas. Desde muy temprano, el epicentro de la Velá ha sido, sin duda, el santuario de la Fuensanta, abierto desde primera hora de la mañana con varias misas, una de ellas presidida por el obispo, Demetrio Fernández. Como marca la tradición, el día 8 hay que ir a ver a la Virgen y, ya después, disfrutar del ambiente festivo que ofrece cada septiembre la plaza del Pocito.

Loli y Antonia son dos hermanas que se han criado en la Fuensanta, pero que, tras casarse, se mudaron a otros barrios de la ciudad. Eso no impide, como explica la primera, que "cada año venimos el día 8 a ver a la Virgen, si hay misa nos nos quedamos, pero ni no hay no pasa nada". Este año se han quedado con la espinita clavada de no poder traer a sus nietos, que aprovechan los últimos días de vacaciones en la playa. "A ellos les gusta venir por los cacharritos, pero también para llevarse una campanita y, sobre todo, para ver al caimán", añadía una de las hermanas en el patio del santuario, donde el animal disecado continúa siendo una de las grandes atracciones sin perder fuelle con el paso de los años.

La plaza del Pocito a rebosar este jueves. CHENCHO MARTÍNEZ

Rutas por el Guadalquivir

Precisamente el reptil de la Fuensanta es el que da nombre a otra de las actividades que ya se ha convertido en santo y seña de la Velá, la Ruta del Caimán, que este año celebra ya su edición número 12 de la mano del Club de Piragüismo de Córdoba. También mañana y pasado se repetirán estas rutas que permiten admirar el río Guadalquivir y desde dentro y tener una imagen envidiable de la zona patrimonial de la ciudad con salidas durante todo el día día.

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La Velá de la Fuensanta vuelve con una jornada llena de actividades Chencho Martínez/A.J.González

Kilos y kilos de sardinas

Pero volviendo al Pocito, epicentro de la fiesta, si hay algo que caracterice a la Velá y que, verdaderamente, concentre a cientos de cordobeses, esas son las degustaciones gratuitas de comida que organizan cada año la asociación vecinal San José Obrero y Mercacórdoba. La cola este jueves daba la vuelta a las mesas y sillas colocadas en la plaza para disfrutar de la sardiná.

Vecinos de la asociación San José Obrero asando sardinas. CHENCHO MARTÍNEZ

Uno de los integrantes de la asociación, encargado ademar de asar las sardinas, explicaba que este año hay 100 kilos de pescado con dos piezas y un trozo de pan para cada comensal. Claro está, se han acabado y ha habido incluso quien ha repetido. El sábado hay que hacer hueco para la huevá y el domingo será la sardiná.

Desgaste 'precole

Si hay un grupo al que la Velá hace especial ilusión ese es el de los más pequeños. A pocos días de que arranque el curso escolar, la Velá viene a ser ese último cartuche de disfruto previo a los cuadernos, los libros y la mochila. Por eso no es de extrañar que desde primera hora los cacharritos hayan estado a tope, como también lo estaban los oídos de algunos a los que llegaban los repiqueteos constantes de las campanitas recién compradas.

Animación infantil en la Velá. CHENCHO MARTÍNEZ