Diario Córdoba

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FESTEJOS

Alegría de campanas para el barrio de La Fuensanta y su Velá

El emotivo pregón de Fuentes repasa una infancia de fútbol, humildad y recuerdos | La ‘feria chica’ vuelve con normalidad tras unos años marcada por el covid

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Velá de la Fuensanta Manuel Murillo

La Velá se reencontró con su barrio, el de La Fuensanta, en una feria chica de normalidad y ganas de disfrutar. La plaza del Pocito acogió este miércoles por la noche el pistoletazo de salida a una fiesta que, si bien no ha faltado años atrás, sí se celebró de forma descafeinada a causa de la pandemia del coronavirus. Poco rastro de mascarillas (poco, ninguno) en una noche donde el protagonista fue Juan Rafael Fuentes, el exfutbolista fuensantero que en su emotivo pregón alabó las raíces de un barrio donde creció y donde siempre supo que quiso volver.

Visiblemente emocionado, pero arropado por familia, amigos y vecinos, Fuentes relató su infancia en el barrio, al que llegó desde la Magdalena tras la separación de sus padres. «Caprichos del destino, un hecho doloroso y traumático para un niño como fue la separación de mis padres se convirtió en el punto de inflexión de mi llegada a la Fuensanta», contó el deportista que recordó como un suceso sin duda triste le sirvió para empezar «a arraigar en mí valores que son innegociables y que están muy en consonancia con mi barrio».

Valores que, además, le sirvieron en su pregón para ensalzar la figura de su madre. «Mujer trabajadora, humilde, respetuosa… Pozo de aprendizajes que siempre me ayudó a caminar con paso firme, sabiendo la importancia de tus raíces», contó Fuentes, que calificó a su madre como su «guía» por las calles del barrio y quien le hizo reflexionar «que todos somos iguales sin importar la condición social o poder económico, a valorar a la gente por sus actitudes, con el respeto como principal carta de presentación».

En el pregón, por supuesto, no faltó ese repaso a sus inicios junto a un balón de fútbol «en esas primeras pachangas en la calle Nuestra Señora de Belén, donde los banquitos de hormigón se convertían en las porterías más sofisticadas del mundo. Esos partidillos, auténticas finales para niños que soñábamos en un futuro con vestir la blanquiverde, se convirtieron en una rutina para un barrio con sello propio». Y es que en la Fuensanta fue donde se forjó el exfutbolista que llegó, además de a las primeras categorías del Córdoba Club de Fútbol, a jugar en Primera División en las filas del Espanyol y el Osasuna. Y así lo rememoró: «Mi trayectoria profesional, pese a los muchos kilómetros recorridos, jamás impidió perder ese vínculo con La Fuensanta. Era imposible… Aunque nunca lo intenté. Barcelona, Pamplona, Londres… Cualquier día libre era bueno para reencontrarme con mi gente, esa que me enseñó a ondear la bandera de la humildad, de los pies en el suelo, de ser el mismo estés donde estés, hagas lo que hagas».

Esa gente y su barrio también estuvieron en un uno de los momentos más dolorosos de su vida, cuando tuvo que retirarse del fútbol profesional por una «maldita lesión» con apenas 30 años. De este envite, contó, también se repuso. «La rotura de la meseta tibial me acercó aún más a mis orígenes, a mi colegio Cervantes, lugar donde estudié y que hoy acoge mi escuela de fútbol, punto de encuentro con muchos vecinos, con muchos amigos con los que recordar miles de anécdotas», rememoró.

Los bocatas del Peña, las granizadas del Memole, los cortes de pelo en la peluquería de Rafael, los pollos del asador de Nati o las cañas de Casa Reyes fueron algunas de las pinceladas que más conectaron del pregón de Fuentes con su barrio y con su gente.

El Caimán de la Fuensanta, como le apodaron cuando empezó a recorrer el costado izquierdo del templo que es El Arcángel, firmó así un pregón redondo donde también tuvieron cabida unas palabras para la prohermandad de la Bondad a la que pertenece con «un orgullo que fusiona aún más mi alma de fuensantero». «El agradecimiento es la memoria del corazón. Es por ello por lo que jamás encontraré una forma de pagar a mi gente por este presente de incalculable valor que me ha regalado hoy», remató.

programación

Junto al pregón, la Velá despertó, por supuesto, con el tintineo de las tradicionales campanitas y los cacharritos donde disfrutaron los más pequeños. Tras el covid, además, volvió la barra para refrescar el ambiente de barrio que en esta inauguración contó con el concierto extraordinario de Felipe Covers.

En cuanto a este jueves, jornada grande de la Velá y día de la Fuensanta, los actos son numerosos. El santuario abrirá a sus puertas de forma ininterrumpida desde las 7.30 horas hasta las 00.00. Habrá misa a las 8.00 y a las 9.00, mientras que la principal será a las 10.30 horas y estará presidida por el obispo, Demetrio Fernández.

En cuanto al programa festivo, regresa tras dos años de parón la tradicional sardiná, a partir de las 13.00 horas en la barra del Pocito. De nuevo, la asociación vecinal San José Obrero con la colaboración de Mercacórdoba repartirá sardinas asadas gratis a todos los que quieran disfrutar de este manjar. Antes, a las 12.00 horas, habrá una degustación gratuita de frutas y a las 13.00 habrá un show infantil a cargo de Los Clonis. Antes de la siesta, a las 15.00, Isa Jurado y su grupo ofrecerán un concierto de flamenco y rumba. Ya por la noche, a las 21.00, actuará la coplera María del Mar Martos y a las 22.00 será el turno de los coros Ritmo Sureste y San Vicente Ferrer.

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