Diario Córdoba

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ENTREVISTA Miguel David Pozo Párroco de la iglesia de Santa Luisa de Marillac

"Hemos logrado que mucha gente cruce el puente hacia una vida mejor"

El párroco de Santa Luisa de Marillac, Miguel David Pozo, en la iglesia del barrio del Guadalquivir. CHENCHO MARTÍNEZ

El sacerdote Miguel David Pozo León, nacido en El Carpio en 1967, afronta su séptimo año al frente de la parroquia Santa María Luisa de Marillac, que abarca a los barrios del Sector Sur y Guadalquivir de la capital cordobesa. Ambos barrios se encuentran entre los diez con la renta más baja de todo el país, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este clérigo asegura que no concibe permanecer impasible ante la situación de desigualdad socieconómica en la que vive gran parte de la población que reside en estos barrios cordobeses. Un panorama que ahora se está viendo perjudicado más si cabe por la subida de precios que está soportando la población en general y especialmente los que menos poseen.

La vocación religiosa le llegó a Miguel David Pozo poco antes de cumplir los 18 años cuando estudiaba en el instituto de Bujalance. Su primer destino pastoral fue Fernán Núñez, dejando en este municipio una gran huella a pesar del poco tiempo en el que estuvo, sobre todo entre los jóvenes, que no dudaron en hacer público su firme rechazo a que este cura se marchara a otro municipio. Después Miguel David siguió con su labor en Valenzuela y Albendín, en Adamuz y Baena. En esta última localidad estuvo hasta el 2015, al frente de la parroquia de Santa María la Mayor.

¿Por qué eligió ser sacerdote?

Buscaba algo a mi alrededor que me llenara, que sirviera para ayudar y me encontré con el sacerdocio.

Ya hace siete años que ejerce como párroco en la iglesia de Santa Luisa de Marillac. ¿Le gustaría continuar en esta parroquia por mucho más tiempo?

Sí, porque son muchos los proyectos sociales que tenemos en marcha con la población del Guadalquivir y Sector Sur, barrios que se encuentran en el ranking de los barrios más pobres de España. Y, además, queremos seguir ampliando nuestra labor todo lo que podamos, ya que también abarcamos a población de Las Palmeras, que se encuentra a su vez ocupando un lugar en esta clasificación de barrios más pobres.

"Tratamos de recuperar a chicos que pasan en la calle gran parte del día y también a extutelados"

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Uno de estos proyectos es La Maleta de Luisa. ¿Qué propósito tiene la iniciativa?

La Maleta de Luisa es un programa con el que tratamos de recuperar a chicos que pasan en la calle gran parte del día y también a extutelados. Para ello, contamos con dos modalidades de atención, usuarios que viven con nosotros y otros que reciben asistencia de forma externa. Es un proyecto que está en situación de calle, que dispone de una cobertura residencial y también a través de la cultura. Se trata de ayudar a recuperar la formación educativa y social perdida y prestar formación para que estas personas puedan evolucionar y optar a un empleo. Para ello les ayudamos a preparar un currículo o a orientar su formación para ver las necesidades que presentan. A través de La Maleta de Luisa se puede diseñar un programa de orientación formativa y laboral a un chico o chica que a lo mejor se le puede dar bien la peluquería y se le ayuda a que pueda hacer estos estudios u otros según sus intereses y necesidades. También, como gran parte de los beneficiarios de este proyecto son extranjeros, les ofrecemos clases de español.

¿Existe mucha demanda para La Maleta de Luisa?

Sí. Ahora mismo hay una demanda grandísima y todos son extranjeros. No podemos atender actualmente a más candidatos porque no tenemos más medios para tratar de conseguir la recuperación de más personas mediante los estudios y trabajo. Ahora mismo contamos en el programa de internos con entre 4 y 6 chicos y en la modalidad de externos hay 8. Nos beneficiamos de un convenio entre la Universidad Loyola y la de Colombia por el que hemos dispuesto de una estudiante como monitora en prácticas sociales procedente del país iberoamericano y este nuevo curso esperamos poder disponer de otra nueva monitora gracias a este acuerdo. La Maleta de Luisa lleva cuatro cursos y entre sus resultados podemos destacar que dos chicos han logrado aprobar la ESO y están trabajando y otros dos han terminado FP básica.

El otro proyecto que desde hace unos años se está impulsando con la población de estos barrios se llama Puerta Verde. ¿Qué se está consiguiendo con el mismo?

Puerta Verde acaba de cumplir su cuarta edición. Se trata de un programa de educación y de recuperación de la infancia y de la adolescencia a través del ocio. Con este programa queremos abrir una puerta a la esperanza a una vida nueva para personas que nunca han podido cruzar el umbral por falta de recursos, de trabajo o de amor. Durante el curso escolar Puerta Verde se desarrolla durante los fines de semana y en las vacaciones de verano se lleva a cabo a lo largo de todo el mes de julio y los fines de semana de agosto. Con este programa intentamos mejorar los hábitos saludables de niños en situación de exclusión y desventaja social. Es un programa muy trabajado, que persigue a través de actividades lúdicas, en niños de 3 a 16 años, reconducir los hábitos tóxicos, no solo alimenticios, sino también de comportamiento, relaciones o educación.

¿Qué cuentan estos niños cuando están en alguna de la actividades de Puerta Verde?

Hemos logrado que mucha gente cruce el puente hacia una vida mejor. Sin embargo, desgraciadamente muchos de los chicos que atendemos normalizan situaciones que no deberían vivir, como agresiones, delincuencia o absentismo escolar a muy corta edad y piensan que de ese entorno no van a poder salir. Y, aunque nosotros no podamos arreglar tantos problemas como sufren, mientras más tiempo salgan de ese ambiente y estén con nosotros más oportunidades podremos tener de reconducirlos. Hemos tenido niños de menos de 11 años que por mucho que nos pese van a ser delincuentes de aquí a nada. Si en su familia hay agresiones o gritos ellos lo cuentan o acaban a veces reproduciendo estos actos. Intentamos que se abran, que dejen la violencia u otros comportamientos negativos y acercarnos a ellos.

"Los niños cuando vienen a Puerta Verde están deseando repetir experiencia"

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¿Con qué apoyos cuentan para poder llevar a cabo La Maleta de Luisa y Puerta Verde?

Con donativos que nos llegan y con un gran equipo de voluntarios, a los que les estamos muy agradecidos. Al principio dispusimos de ayuda del Cabildo y de La Caixa. También del Obispado. Unas entidades y particulares ayudan, otras dejan de hacerlo y necesitamos todos los apoyos que sean posibles. La Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Córdoba nos concedió una ayuda y ahora la vamos a renovar. Puerta Verde ha costado solo este verano 21.000 euros, pero es que hemos atendido a 176 niños, que en muchos casos llegaban a nuestros campamentos y cuando íbamos a la piscina no tenían chanclas, ni toalla, ni agua y nosotros le hemos proporcionado lo que necesitaban. Eso eleva mucho al final el coste de todo. Hemos estado en la piscina de la calle Marbella, en la de El Carpio (cuyo Ayuntamiento nos ha ayudado mucho), lo hemos pasado genial en Los Villares y Torrox. Hemos hecho muchas salidas fuera. Los niños cuando vienen a Puerta Verde están deseando repetir experiencia y, por eso, los campamentos que otros años eran solo en julio ahora también se han ampliado a los domingos de agosto.

¿Desde la parroquia se ayuda también a la población que lo necesite con alimentos, medicamentos o ropa?

Por supuesto, a través de las Cáritas parroquiales se proporciona a personas que lo necesitan ayudas para pagos de recibos de la luz, de agua y otro tipo de deudas en la medida de las posibilidades que existan. Durante lo peor de la pandemia dimos de comer a muchas personas cada día desde la parroquia. Además, a través de Cáritas existen también programas formativos y de inserción laboral que intentamos que beneficien a nuestra población de referencia.

"Durante lo peor de la pandemia dimos de comer a muchas personas cada día"

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¿Se está notando en los últimos meses una subida en la demanda de ayudas con el incremento de los precios?

Sí. Estamos notando en los últimos meses una mayor demanda de ayudas por la subida de precios. También durante el desarrollo de las actividades de Puerta Verde hemos apreciado que muchos niños nos preguntaban si les íbamos a dar de comer o de cenar, así que este año hemos almorzado y cenado fuera más que otras veces. Muchos de estos niños venían por la mañana al campamento sin desayunar y no se puede permitir que estén sin comer, porque gozar de una buena salud es fundamental para un adecuado desarrollo mental y psíquico.

"Notamos en los últimos meses una mayor demanda de ayudas por la subida de precios."

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Además de los votos de pobreza, obediencia y castidad que propugna la iglesia católica, a usted le gusta hablar del voto de la alegría.

Sí. Esta semana he regresado de Bosnia. He estado allí con integrantes de la asociación internacional de fieles Nuevos Horizontes, de Italia, para los que el cuarto voto es la alegría. Me parece muy interesante la labor que realiza esta asociación. Este colectivo trabaja con gente de la calle, apoya a personas vulnerables, a través de centros de escucha y apoyo a la vida, hogares familiares y talleres para la integración laboral. Allí hemos estado también con refugiados ucranianos. Me parece muy relevante subrayar la necesidad de la alegría, que es algo que durante los peores momentos del covid tratábamos de que estuviera presente. Poníamos canciones como las del grupo Siempre Así y otras alegres, para tratar de no caer en la tristeza. Tenemos proyectos muy interesantes, que partiendo de la labor de esta asociación nos gustaría poder hacer.

Al margen de los chicos acogidos en La Maleta de Luisa, ¿usted a nivel particular ha tenido a lo largo de su vida y tiene a algún chico en acogimiento?

Entre acogimientos de un tipo u otro he sumado hasta el momento un total de 14 acogidas y colaboraciones. Los menores de los que me he hecho cargo habitualmente presentan algún tipo de necesidad especial y uno lleva conmigo desde hace muchos años. Tras el acogimiento, cada uno ha tenido un destino siguiente que algunos veces ha sido mejor y otros me hubiera gustado que fuera distinto.

¿Cómo valora las críticas que recibe la iglesia católica de determinados sectores, por ejemplo, acerca del patrimonio que posee, en bienes como sus templos o las imágenes y pasos de Semana Santa?

Que no son justas porque la iglesia realiza una gran labor humanitaria y las hermandades y cofradías también. La hermandad de la Sentencia de San Nicolás nos ha donado este año 3.000 euros para Puerta Verde y también nos ayudó el año pasado y esto es solo un ejemplo porque las cofradías son muy solidarias.

¿Le ha quedado este verano tiempo para vacaciones?

Por ahora no. Tras Puerta Verde me fui a Marruecos a conocer a la familia de uno de los chicos que tenemos acogido en el proyecto La Maleta de Luisa y luego de allí a Bosnia. Este año el verano ha tenido que ser así. H

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