El Distrito Sanitario Córdoba y Guadalquivir ha realizado, en lo que va de año, más de 8.000 retinografías digitales a otros tantos pacientes con diabetes con el fin de detectar precozmente la afectación del ojo por retinopatía diabética y evitar así una eventual ceguera cuando todavía pueden beneficiarse de un tratamiento.

La retinografía consiste en hacer una fotografía del fondo de ojo donde se enfoca la retina y la realiza el personal de enfermería de los centros de salud. Tras obtener esta imagen (tres fotografías de cada fondo de ojo), el médico de cribado interpreta los resultados y aquellas imágenes consideradas patológicas o dudosas las transfiere al oftalmólogo de referencia para su valoración.

Para la prueba, que se realiza en el centro de salud sentado delante de un aparato que hace la foto (retinógrafo) y es indolora, se requieren sólo unos minutos. En el marco del Programa de Detección Precoz de la Retinopatía Diabética, el Distrito Sanitario cuenta con 11 retinógrafos.

Qué es la retinopatía diabética

La retinopatía diabética es una afectación ocular que se produce en la membrana interna del ojo (retina) en los pacientes diabéticos con los años de evolución de esta patología siendo la causa más frecuente de ceguera en los países desarrollados. Pero el diagnóstico precoz a través de la retinografía es fundamental en la progresión de la complicación porque el tratamiento precoz, que es lo que se pretende con este tipo de pruebas, demuestra que disminuye esta pérdida visual grave.

De esta manera, esta prueba debe realizarse a todos los pacientes diabéticos tipo II desde el momento del diagnóstico y siempre que no hayan sido previamente diagnosticados de retinopatía diabética. Se realiza una al menos cada dos años en los centros de salud. Para ello el paciente debe solicitar cita con su enfermera o médico de familia, quienes le transmiten la información necesaria, resuelven sus dudas y lo citan para llevarla a cabo.