Farolillos que adornan las calles, espectáculos de cante y baile, y comida típica de nuestra tierra para el disfrute de nuestros vecinos y de todo aquel que visite Córdoba durante estas fechas. Vuelven, tras dos años de parón, las verbenas populares de las noches de agosto. Si la Feria de la Salud es la fiesta de la ciudad, las verbenas populares son las ferias de los diferentes barrios que la componen.
El Ayuntamiento de Córdoba promueve el desarrollo de estas actividades, principalmente, abriendo una convocatoria de ayudas para aquellas asociaciones y entidades que realicen diferentes propuestas y lo soliciten con el papeleo correspondiente. En el listado provisional de este año, aparecen la Asociación Sociocultural Acotemun, la Asociación Cultural Los Quintos o el Club Figueroa como algunas de las entidades aprobadas.
Para optar a la solicitud, se deben presentar una solicitud en el Ayuntamiento con dos anexos: una memoria explicativa de las actividades que se realizarán, y un documento más técnico, donde se detallen las infraestructuras que se necesitarán para el correcto desarrollo de la verbena. La duración debe ser superior a tres días y deberán, en el caso de las verbenas que se hayan celebrado en la calle, contar con la correspondiente autorización municipal de vía pública.
Joaquín de Velasco, hermano mayor de la Hermandad de la Buena Muerte, detalla el contenido de los documentos: "En la memoria las actividades tienen que estar explicadas a lo genérico, como por ejemplo, una sardinada y actuaciones de grupos rocieros. No puedes poner grupos concretos porque, con tanta antelación, no se pueden cerrar contratos. También hay que definir los días que necesitas".
A pesar de que estas verbenas se hacen, de forma diferente, en toda España, es inevitable compararlas con otras fiestas populares de Córdoba, como las cruces de mayo. Sin embargo, la esencia de la verbena es diferente. "Nosotros estamos acostumbrados a hacer cruces. La verbena es diferente, más tranquila, con mesas, sillas y pensando más en comidas y cenas con platos típicos", afirma Joaquín.
Las primeras fiestas se sitúan antes de 1789, año en el que se promulgó un real decreto que ordenó la suspensión de la celebración de ferias en el municipio por los escándalos que provocaban. La Velá de la Fuensanta y la Virgen de los Faroles, que empieza este sábado, son algunas de las más antiguas.
Alfonso Morales, presidente de la Federación de Peñas, destaca la historia de la verbena en honor a la virgen del retablo situado en el norte del Patio de los Naranjos: "Como amantes de la tradición, la federación la retomó a partir del año 1988 y, desde entonces hasta hoy, se ha celebrado ininterrumpidamente en el recinto del Triunfo de San Rafael, a excepción de los dos años de la pandemia".
Con el parón provocado por el covid-19, estas fiestas resurgen con más fuerza que nunca: "La gente tiene muchas ganas de volver a salir y vivir con normalidad", afirma Joaquín. La Hermandad es la primera vez que se anima a participar y tiene altas expectativas: "El sitio es bastante bueno, pero es una incógnita. Hemos hecho pequeños eventos solidarios y la respuesta siempre ha sido positiva". Alfonso, por su parte, tiene una respuesta muy clara: "Después de dos años, la acogida de los cordobeses, y no cordobeses debido al sitio geográfico de la verbena, es buena. Con mucha gana, mucha alegría y mucha diversión".
Y es que, al igual que la feria, la romería o la batalla de las flores y tal como expresa Alfonso, las asociaciones esperan conquistar otra vez el terreno y, sobre todo, disfrutar: "a los cordobeses también nos gusta la diversión y eso es lo que pretendemos con la celebración de estas fiestas tradicionales de la ciudad".
