Diario Córdoba

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REPORTAJE

Muriano y Trassierra, a tope en verano

Las dos barriadas se llenan en la época estival de quienes buscan pasar las vacaciones lejos del calor de la ciudad | Cada vez hay más cordobeses que trasladan su primera vivienda allí

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El verano transforma las barriadas de Trassierra y Cerro Muriano Manuel Murillo

Trassiera y Cerro Muriano se convierten en verano en uno de los principales puntos de atracción para los cordobeses y cordobesas que, cada vez más, encuentran en estos lugares una vía de escape de la atmósfera abrasadora de la ciudad. En Cerro Muriano, la mejora en la carretera que conecta esta barriada con la ciudad ha provocado que, además de quienes cuentan con una segunda vivienda allí, sean muchos los cordobeses que se acerquen a la zona huyendo de las calurosas noches cordobesas.

La gerente del bar Casa Bruno, Mariló Gómez, explica que «sube mucha gente de Córdoba, sobre todo por la noche, pero no es la afluencia que había antes de gente de los chalets, que están, pero no salen». Según Gómez, la crisis, sumado a que «la gente de los chalets ya es mayor y sus hijos, que antes venían, están casados y se van a otros sitios», ha provocado que la actividad en Cerro Muriano sea menor, aunque su población no haya disminuido. «Ellos salen por la mañana a comprar cuatro cosas, desayunan fuera y ya se meten en su casa y no salen», comenta, «no es como antiguamente, que esto por la noche era una feria».

Pese a esto, Gómez indica que el cambio con respecto a otras épocas del año «se nota», y que «esa carencia se suple con que, cuando llega la noche, se suben muchas familias a cenar, y les dan la una de la mañana tomando el fresco». María Moreno comenta, mientras desayuna con su familia en la terraza de este bar, que llevan muchos años subiendo a Cerro Muriano «en verano, fines de semana y puentes», aunque no sea su vivienda habitual, y asegura que «hay menos gente que cuando veníamos de pequeños». Moreno explica que «no hay recambio generacional» y que «las actividades de restauración también son peores que antes, que había chiringuitos y la calle principal era todo terrazas».

Madre e hijas pasan las mañanas de verano en su segunda vivienda MANUEL MURILLO

Por otro lado, el propietario de la ferretería El Grifo, Rafael Sotelo, coincide con la propietaria de Casa Bruno en que «no es que haya menos gente, sino que la gente sale menos», y comenta que, debido a que la carretera era peor, antes la gente salía a comprar y a los bares del pueblo, pero ahora Córdoba «está a un paseo y hay autobús». Además, señala que han decaído las compras, pues «antes la gente se venía todo el verano aquí a la Sierra y ahora aprovechan y se van a la playa y luego vienen aquí, y se quedan en el chalet por que ya han gastado mucho en la playa». Pese a esta tendencia, Sotelo indica que «está todo vendido, los chalets están llenos».

Uno de los vecinos que más tiempo lleva viviendo de manera continuada en Cerro Muriano es Vicente Guardeño, que también repara en que la población de Cerro Muriano sale cada vez menos. «Yo mismo salgo ahora por las mañanas, pero cuando llega el mediodía estoy en mi casa, tanto en verano como en invierno», comenta, «me levanto, echo una hora en el huerto, voy a la asociación de mayores, me tomo un refresco y me voy para casa». Sin embargo, Guardeño afirma que Cerro Muriano es muy atractivo, «porque en verano tenemos unos cuatro grados más bajos que en Córdoba, como mínimo, aquí estamos en la gloria» y comenta que «Cerro Muriano está cada vez más poblado y desde que los militares se hicieron las bases, más aún». «También aquí hay mucha juventud, algunos somos mayores, pero hay mucha juventud», concluye.

Trassierra

De igual manera, Trassierra también experimenta un enorme crecimiento de población y actividad durante los meses de julio y agosto. Así lo asegura el gerente del restaurante El Candil, Paco Peláez, que explica que «el pueblo pasa de 1.000 a 9.000 habitantes en verano», aunque comenta que «aquí no cerramos en invierno, estamos todo el año, hay menos gente, pero subsistimos». Además, Peláez indica que el cambio que se ha producido en los últimos años es que «antes esto era una segunda residencia para todo el mundo y ahora hay mucha gente que se ha trasladado aquí de forma permanente», y que casi todas las propiedades de la zona están vendidas. «Hay mucha demanda, pero poca oferta», añade.

Una de las hermanas Pérez-Casas, Auxiliadora, que pasan el verano, Semana Santa y otras festividades en su casa familiar, cerca de la plaza del pueblo, también aprecia esta tendencia, por la cual cada vez más cordobeses y cordobesas pasan a vivir durante todo el año en Trassierra, sobre todo, tras la pandemia. «Mucha gente que tenía su segunda vivienda aquí, como mi marido y yo, se vino a pasar el confinamiento, y muchos se han quedado», comenta Pérez.

El parque de Santa María de Trassierra, punto de ocio. MANUEL MURILLO

La familia Pérez-Casas es habitual en Trassierra desde el año 53 y desde el 58, «cuando mi padre compró este terreno, vinimos aquí», comenta Auxiliadora, que indica que hace 60 años «vivían como mucho diez familias, y hacíamos todas las fiestas juntos, ahora es imposible, con la cantidad de gente y urbanizaciones que hay». Desde entonces, la familia aprovecha festividades y fines de semana para juntarse en la casa del pueblo, reuniéndose, como comenta Pérez, «todos los hermanos, sobrinos y nietos, más de veinte personas todos los domingos». Pérez explica que «en invierno aquí no hay nadie, aunque hay ya mucha gente que está empadronada, pero en invierno hace un frío horrible», a lo que añade que en verano también hace calor, «pero, a diferencia de Córdoba, refresca por las noches, a partir de las ocho se nota un fresco que no se nota en Córdoba».

Preguntada por el abastecimiento de alimentos en el pueblo, Pérez asegura que al supermercado siempre le falta algo, y que «ahora estamos bien abastecidos por la frutería, pero dicen que la van a quitar y no sabemos que vamos a hacer, porque el Proxy es muy pequeño, estamos mucha gente y no lo abastecen bien».

En relación con esto, María Reyes, que vive durante todo el año en Trassierra desde hace once años, afirma que «el Proxy no da abasto», y que «nos tienen olvidados, aquí aumenta la afluencia, pero no invierten». Asimismo, Reyes denuncia el mal estado del campo de futbito e indica que «no tiene una fuente de agua, el césped hace quemaduras, las maderas no existen y las redes las tienen que arreglar los padres».

La familia Moreno desayuna en el bar Casa Bruno. MANUEL MURILLO

Uno de los mayores problemas del distrito de Trassierra es el suministro de agua. Todas las urbanizaciones se abastecen con pozos, y con la escasez de precipitaciones, estos suministros se reducen cada vez más. Como indica el presidente del consejo del distrito, Juan Manuel Luque, «con estos años de sequía los pozos están mermando a ritmo agigantados». Además del problema para el consumo que esto puede suponer, estos pozos abastecen los más de 300 hidrantes que los grupos de extinción utilizan en caso de incendio. «Si los pozos se secan, que van camino de ello, cuando un coche o camión tenga que recargar vamos a tener un problema de verdad», explica Luque, que denuncia que desde hace diez años hay «un proyecto aprobado para la subida de agua potable y bajada de aguas residuales, pero no lo ejecutan».

Incendios

Luque comenta que a este problema de abastecimiento se le suma la falta de atención de las instituciones a los planes de protección contra incendios. «Las urbanizaciones, por ley, tienen planes contra los incendios colectivos e individuales para cada parcela», explica Luque, «pero la parte de Santa María de Trassierra, cuya competencia es del Ayuntamiento, no tiene ningún plan contra los incendios». A esto se suma, como indica Luque, que la Diputación no presta suficiente atención a las carreteras. «Las carreteras sirven para evacuar a la gente en caso de incendio y si no están acondicionadas, ¿por dónde hacemos la evacuación de la Sierra?», añade, y concluye alentando a todos los cordobeses a «remar en la misma dirección para salvar la Sierra», que es un pulmón para toda Córdoba.

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