Diario Córdoba

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CONSEJOS MÉDICOS

Los expertos recomiendan no relajarse ante las alergias durante el verano

Las picaduras de mosquitos, abejas o pulgas aumentan en los meses de calor

Prueba de alergia. CÓRDOBA

Los síntomas de las alergias alimentarias, respiratorias o cutáneas suelen aliviarse durante los meses de verano, pero continúan teniendo presencia y amenazando a los pacientes sensibilizados, por lo que los expertos recomiendan no bajar la guardia y seguir sus recomendaciones. Vanesa Sáiz, alergóloga del hospital Reina Sofía, explica que en verano existen todo tipo de reacciones alérgicas, pero que las más frecuentes, debido a la humedad y el calor, son las provocadas por picaduras de insectos.

En el caso de los mosquitos, sus picaduras provocan una reacción local, con picor, enrojecimiento e inflamación, que, como indica Sáiz, «debe tratarse inicialmente con frío local, y luego hay que valorar el uso de antihistamínicos, siempre con la supervisión de un médico».

También son frecuentes durante los meses de verano las picaduras de avispas o abejas, que pueden producir reacciones con compromiso respiratorio o cardiovascular, reacciones que revisten gravedad y que pueden comprometer la vida del afectado. Los apicultores o personas con trabajos que les expongan a este tipo de insectos «deben estar entrenados en el uso de adrenalina», explica la alergóloga, para combatir estas reacciones con compromiso vital. En el caso de las abejas, el primer paso será extraer el aguijón y, seguidamente, lavar la zona con agua y jabón neutro para evitar sobreinfección. Para combatir las picaduras de insectos, Sáiz recomienda «el uso de repelentes de insectos, de mosquiteras o evitar utilizar colores muy llamativos en las prendas».

Otro tipo de afección alérgica importante es la causada por el anisakis, que «provoca una reacción adversa cuando se consume pescado marino contaminado por larvas de este parásito, y que, en ocasiones, no se pueden identificar», explica Sáiz. «Existen dos tipos de afectaciones, la anisakiasis y la alergia a anisakis, que se suele sospechar por el historial médico del paciente, con reacciones alérgicas consistentes en urticaria y ahogo tras la ingesta de pescado», añade. En este caso, una vez hay indicios de alergia, se realizan pruebas cutáneas y análisis de sangre para detectar sensibilización al parásito.

No bajar la guardia

Asimismo, Sáiz alerta de que en verano «no debemos bajar la guardia ante las alergias» y que los pacientes diagnosticados con algún tipo de alergia «deben seguir las recomendaciones estrictas para evitar la aparición de reacciones anafilácticas, bien por picaduras o por el consumo inadvertido de alérgenos a los que están sensibilizados» y advierte de que los pacientes con alergias respiratorias «deben portar la medicación de rescate para tratar los síntomas». Como medidas de prevención, Sáiz recomienda no relajar las costumbres alimentarias, leyendo los ingredientes de los productos que se ingieren, consultar las dudas que se tengan en los restaurantes y, en el caso de los niños que van a pasar unos días fuera de casa, «hay que explicar detenidamente las precauciones para tener en cuenta con ese niño al responsable y entrenar en el manejo de los dispositivos autoinyectables que sirven para tratar las reacciones que comprometen la vida del paciente», concluye.

Por otro lado, Ignacio García, jefe de servicio de Alergología del Hospital Quirónsalud Córdoba, presta especial atención a las alergias cutáneas por exposición al sol, cuya incidencia aumenta notablemente en estos meses. Para prevenirlas, García recomienda «protección solar muy alta, evitar exponerse mucho a fuentes de calor y sudar, y, en el caso de que fuera necesario, antihistamínicos».

Además, sobre si existe cierta relajación en verano en cuestión de prevención de las alergias, García asegura que sí la hay y que «es normal, porque los síntomas suelen mejorar bastante y no suele ser necesario hacer un tratamiento muy intensivo», concluye.

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