CCOO y UGT afirman que, en líneas generales, las empresas no realizan contrataciones de verano o se efectúan pocas, aunque adoptan otras medidas como los cierres por vacaciones o la reorganización de la actividad de manera que unos trabajadores cubren la ausencia de los otros.
La secretaria de Empleo de CCOO, Ana Belén Acaiña, afirma que «la mayoría de los sectores no suele cubrir las vacaciones o lo hacen en una proporción muy baja respecto a las personas contratadas» y asegura que «ningún sector cubre el 100%».
Realizando un análisis de diferentes ramas de actividad, esta responsable sindical comenta que «hostelería y comercio ajustan las vacaciones en función de las temporadas y, por ejemplo, en temporada alta pueden limitarse».
En el caso de la construcción, explica que hasta el momento se ha observado que alrededor de un 30% de las empresas cesan a los trabajadores en verano y no les pagan el finiquito, pero «en adelante vamos a ver de forma muy positiva la implantación de la reforma laboral, porque ya no puedes cesar a las personas y volver a contratarlas», avanza.
Acaiña comenta que en la industria «las grandes empresas, en especial, las del frío, cierran y se van de vacaciones», y recuerda que en el campo se trabaja por campañas. En el sector de la dependencia, en cambio, «parece que sí se cubren las vacaciones, porque un dependiente necesita a alguien sí o sí», subraya. De este modo, concluye que «en la mayoría de los sectores, no se suele sustituir a todo el que se va o no se sustituye a nadie. Se sobrecargan los profesionales que están trabajando o cuando regresan se encuentran las tareas acumuladas». La secretaria de Empleo de CCOO entiende que «lo ideal sería que se cubriera el 100%» con el fin de cuidar la salud de los trabajadores.
Por su parte, la responsable de Empleo de UGT, Francisca Haro, alude a las diferencias que se pueden encontrar dependiendo del tamaño y la actividad de la empresa. Haro detalla que «como tónica general desde la crisis del 2008 cada vez se cubren menos las vacaciones con nuevos contratos. La actividad se mantiene con menor número de efectivos y los trabajadores y trabajadoras se rotan». Entre otras cuestiones, recuerda que «antes, casi todo el mundo tomaba sus vacaciones en agosto, pero esta tendencia se ha ido ampliando a julio e incluso a junio y septiembre, por lo que el tiempo para distribuir los permisos es mayor». También señala que «otra de las prácticas generalizadas es el cierre de las empresas o negocios».
A modo de ejemplo, manifiesta que en el comercio «como mucho, se establece un pacto de horas complementarias, en el que las personas trabajadoras que están a media jornada o jornada parcial aumentan sus horas para cubrir las vacaciones de otros compañeros y compañeras». Asimismo, coincide en señalar que «en la hostelería, las plantillas suelen tomar los permisos en otros periodos del año, no solo en verano».
