Diario Córdoba

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incendio el lagar de la cruz

Una negligencia causó el fuego en la Sierra de Córdoba que arrasó 3,2 hectáreas

El Infoca continuará las labores de refresco de la zona hasta que el incendio se dé por extinguido

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El Lagar de la Cruz: día uno tras el incendio MANUEL MURILLO

Una negligencia humana desató el fuego registrado el miércoles a mediodía en la Sierra de Córdoba, que arrasó 3,2 hectáreas de monte mediterráneo (matorral, encina y alcornoque, principalmente). Esa es la conclusión preliminar a la que ha llegado la brigada de investigación de incendios forestales, que localizaron el punto de inicio del fuego en una cuneta próxima al mirador del Lagar de la Cruz, y que aún deberá realizar el informe definitivo para concretar el tipo de negligencia que lo provocó y si fue accidental o no, según informó a este periódico el subdirector del Centro Operativo Provincial del Infoca, César Vicente. La rapidez de la intervención y el amplio dispositivo desplegado permitió acotar el fuego con rapidez y evitar que se propagara, en unas condiciones meteorológicas adversas por la ola de calor sostenida desde hace diez días.

Según detalló César, «se desplegaron muchos medios por el potencial que tenía el incendio cuando se declaró tanto en propagación de superficie como en daños a personas y bienes. En este tipo de incendios y con esta meteorología, añadió, «realizamos un despacho automático ampliado con los recursos a nuestra disposición, tanto aéreos como terrestres». Los primeros en llegar fueron los medios terrestres (dos camiones autobombas y dos grupos especialistas), que fueron los que empezaron a actuar en primer lugar. En estos casos, se plantean todos los escenarios y se había alertado a las piscinas próximas por si era necesario recargar agua, pero finalmente no fue necesario. En opinión del jefe de extinción, «afortunadamente, el resultado, 3,2 hectáreas quemadas, se puede considerar un éxito dado el enorme potencial de propagación que tenía el incendio».

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha dado la enhorabuena a las personas que participaron en la extinción del incendio y ha puesto en valor el trabajo de los profesionales, al tiempo que ha advertido del potencial peligro que existe en esta zona por la proximidad de parcelaciones que en verano reciben una población mayor a la del resto del año. Cabe recordar que la urbanización Las 7 Fincas, que aglutina a unas 640 viviendas, se encuentra a un kilómetro aproximadamente del lugar del siniestro. Asimismo, el alcalde hizo un llamamiento a todos los cordobeses para que tengan mucho cuidado estos días.

Llamamiento a la ciudadanía

«Cualquier descuido como arrojar una colilla de un coche o dejar una botella de cristal en el campo puede dar lugar a un incendio de estas características porque ahora mismo el campo es un polvorín», aseguró, antes de incidir en que las investigaciones apuntan a que una negligencia humana podría estar tras las causas del incendio. «Debemos ser muy responsables y tener mucha cabeza, hay mucho en juego tanto por el medio ambiente como por la vida de personas». Varios retenes han continuado las labores de refresco desde que el fuego se dio por controlado, todo el día de ayer y la noche pasada, y seguirán hasta que se declare extinguido, según fuentes del Infoca.

El alcalde ha regresado el miércoles por la tarde de Sevilla, donde asiste al acto de investidura del presidente andaluz, Juanma Moreno, por el cariz que tomó el incendio. «Afortunadamente ha quedado todo en una desgracia mínima, en un susto dijéramos, no ha habido daños ni afecciones personales, pero hubo un momento que fue preocupante», confesó Bellido. En este sentido, ha explicado que según cómo hubiese evolucionado el incendio y el viento «hubiera podido entrar en las urbanizaciones». «Hubo un momento que, igual que se hizo un trabajo fantástico y se controló se podía haber desbocado; lo digo por darle más valor y la enhorabuena al dispositivo que se montó», ha insistido.

El fuego se inició en una cuneta junto al mirador del Lagar de la Cruz, donde unos vecinos que pasaron camino de Las Jaras dieron la voz de alarma. A partir de ahí, las llamas se propagaron hacia una finca limítrofe y avanzaron hasta la finca Pino Gordo, que cuenta con caminos mantenidos durante todo el año a través de los cuales los agentes forestales pudieron acceder hasta el fuego por medios terrestres para realizar las labores de extinción y posteriormente, para refrescar y controlar la extensión quemada.

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