Casi 500 niños de familias vulnerables de Córdoba, vecinos de tres barrios desfavorecidos de la ciudad y otros tantos de la provincia, tendrán garantizadas tres comidas diarias en julio y agosto gracias a las escuelas de verano puestas en marcha por la Consejería de Igualdad.
470 niños y niñas de entre 3 y 15 años en situación o en riesgo de exclusión social asisten desde principios de mes a ocho centros adscritos a este programa. En el Sector Sur de la capital, el CEIP Jerónimo Luis de Cabrera y el CEIP Federico García Lorca reciben a alumnos de la zona mientras que en Moreras la atención se concentra en el CEIP Antonio Gala y en los colegios Pedagogo García Navarro y Miralbaida en Palmeras.
Además, hay otras tres escuelas en la barriada de San Pedro El Salvador y Ladera Sur de Baena, en dos centros de Palma del Río y en el CEIP Maestro Enrique Asensi de Puente Genil. El delegado de Igualdad y Bienestar Social de Córdoba, Antonio López, ha destacado la función social que tienen las escuelas de verano, a las que este año se destinarán en la provincia 262.522 euros. «Hay 57 profesionales contratados por las entidades para atender a los menores, que participan en todo tipo de actividades lúdicas y salidas durante el verano».
El programa de la Junta de Andalucía se extiende durante el mes de julio y agosto y es complementario este primer mes al del Ayuntamiento de Córdoba, que atiende a 1.500 niños en ocho colegios de la capital y otros dos en el área periurbana, en Villarrubia y Alcolea. Según Fran Ruiz, director de Adsam, la entidad que ofrece el servicio de escuela de verano a través de un contrato con el Ayuntamiento y una subvención de la Junta, durante el mes de julio los niños acuden al servicio municipal de lunes a viernes de 10 a 13 horas, con aula matinal a las 9, donde toman el desayuno, tras lo cual los que pertenecen al programa de la Junta reciben el almuerzo y merienda para llevarlo a casa.
Los niños de la escuela de verano del Ayuntamiento, repartidos en centros de todos los distritos, tienen todo tipo de perfil social mientras que el programa de la Junta se da en zonas desfavorecidas y garantiza una alimentación saludable a menores de familias sin recursos derivadas por Servicios Sociales. Unos y otros comparten todo tipo de actividades en los colegios, donde la diversión y el fomento de los valores cívicos son prioritarios.
En agosto, la escuela municipal cerrará, pero la de la Junta continuará de 11 a 14 horas, combinando el entretenimiento con el servicio de comida para los menores. La coordinadora de la escuela del distrito Sur, Juana Guerrero, destaca la alegría con la que los niños acuden a la escuela de verano. «Disfrutan mucho con las actividades que van desde talleres de manualidades, juegos de mesa, deporte, visitas al Jardín Botánico o talleres de circo o de Sadeco. «Las familias también participan puntualmente en una actividad de escuela de padres dirigida a la prevención de la drogadicción y la parentalidad positiva», señala Guerrero, que asegura que «en estos días, la escuela es para los menores un referente de diversión donde hacen nuevos amigos y juegan, prueba de ello es que aquí no pueden usar el móvil y ni siquiera lo echan en falta».
