Diario Córdoba

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SEGURIDAD VIAL

Conducir a más de 35 grados iguala los efectos de una tasa límite de alcohol

El calor elevado baja la concentración y hace que se observen menos señales | El jefe de Tráfico de la Guardia Civil realiza el estudio 'La consideración de las altas temperaturas como climatología adversa en la conducción'

Francisco Sillero, capitán jefe del subsector de Tráfico de la Guardia Civil en Córdoba. | ÓSCAR BARRIONUEVO ÓSCAR BARRIONUEVO

Córdoba o Sevilla parecen lugares idílicos para conducir, porque no llueve lo deseable, no hay niebla, no hay hielo. Parece que aquí apetecería conducir en cualquier época del año. En otoño e invierno, fenómeno, pero ¿en julio y agosto? ¿con estas olas de calor?», se pregunta Francisco Sillero, capitán jefe del subsector de Tráfico de la Guardia Civil en Córdoba. En el mes de mayo pasado finalizó el cuarto Máster de Seguridad Vial y Tráfico, un curso que concluyó con el estudio titulado La consideración de las altas temperaturas como climatología adversa en la conducción. Este trabajo «sorprendió», según admite, porque se trata de un problema «latente», ya que «por parte de la Dirección General de Tráfico (el calor) no está considerado como condición meteorológica adversa, por eso elegí el tema», explica.

Su investigación concluye que las altas temperaturas afectan a todos los elementos básicos del sistema vial, que son la persona, el vehículo y la vía y su entorno. Es más, comenta que estudios de la DGT indican que conducir a más de 35 grados centígrados «disminuye la concentración, se deja de observar un porcentaje elevado de señalización y, al final, los efectos son como conducir con 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, que es el límite legal».

Francisco Sillero precisa que no solo influyen las altas temperaturas del momento, sino que estas también afectan al sueño y «vamos teniendo una fatiga crónica que afecta al conductor por la mañana». En cuanto al vehículo, precisa que los neumáticos están preparados para soportar altas temperaturas, «pero el asfalto puede llegar a alcanzar los 70 grados. Si el neumático está bien mantenido y es nuevo, no hay problema», aclara. Sin embargo, «ir con mucha presión puede provocar un reventón e ir con baja presión también puede producir daños».

El jefe del subsector de Tráfico comenta que un vehículo nuevo no sufre averías, «pero cuando va pasando el tiempo, ¿cambiamos el líquido de frenos, el refrigerante y el aceite cuando es necesario?. En principio, a lo mejor, tampoco y se producen averías, y las averías crean riesgos», afirma. A esto añade, como otra circunstancia que incide en la seguridad, que «en verano la carretera también pierde algo de adherencia».

De este modo, al ser preguntado por los siniestros que se relacionan con el calor, destaca que, principalmente, estos son los reventones de neumáticos, aunque «puede ser, pero no es probable, que haya un fallo de frenos». En su opinión, «el resto de cuestiones que nos pueden provocar siniestros se deben al factor humano, la falta de atención, la somnolencia, la fatiga crónica, más que el tema mecánico. Este te va a producir un incidente y provocas un riesgo a la circulación», apunta.

Este responsable alude a la dificultad para conocer la cifra de accidentes que son provocados por las altas temperaturas e indica que «si hay una distracción, que a lo mejor se debe a que el señor no lleva aire acondicionado, entra como una distracción».

En cuanto a otras consecuencias, hace referencia a los ocupantes de los vehículos siniestrados para reseñar que «a esas personas que están a 42 grados en medio de la A-45, que no hay una sombra, habrá que atenderlas. Se plantean una serie de cuestiones que, a lo mejor, en una zona más fresca no se las plantea uno», reconoce.

13 reventones de neumáticos

En su estudio, analizó la incidencia de los reventones de neumáticos en Córdoba, en comparación con otras zonas de España, y dedujo que «hay provincias donde teóricamente hace menos calor y tienen más siniestros por un reventón. Burgos y Zaragoza tenían más siniestros por reventones de neumáticos», lo que se explica porque soportan mucho más tráfico de la operación Paso del Estrecho, según valora este responsable. En lo que va de año, Córdoba ha registrado 13 reventones de ruedas, una cifra poco representativa si se tiene en cuenta que se han contabilizado unos 1.300 accidentes.

Así, el jefe de Tráfico de la Guardia Civil afirma que «la hipótesis que planteé de los neumáticos no se cumplió, se cumplieron otras», y alude al trabajo de las grúas y empresas de conservación de carreteras, para destacar que, en Córdoba, «la actividad relacionada con las incidencias es mucho mayor en los meses de calor que en otras épocas del año que tienen más intensidad circulatoria». Esta situación implica la actuación de operarios, guardias y gruístas, «que salen a trabajar con 50 grados», recuerda.

El número de siniestros baja en casi un centenar

La provincia de Córdoba ha registrado alrededor de 1.300 accidentes de tráfico en lo que va de año, cerca de un centenar menos que en el 2021, a pesar de que el año pasado existían limitaciones a la movilidad como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Esta fue la estimación facilitada ayer por el capitán jefe del subsector de Tráfico de la Guardia Civil, Francisco Sillero, quien comentó que este verano se han contabilizado unos 300 siniestros viales, en torno a 50 menos que hace un año. 

En cuanto a las recomendaciones para los conductores, Sillero aconseja vigilar la presión de los neumáticos y recuerda que «con el calor, el aire dilata y el exceso de presión disminuye la rozadura». Así, recomienda realizar el mantenimiento a los vehículos y que los conductores estén descansados. En caso de avería, comenta que «si tenemos la posibilidad de salir a un sitio seguro que tengamos una sombra, es lo ideal», pero si no es así, hay que permanecer en la carretera. Sillero aconseja llevar agua y el teléfono con batería por si hay que pedir ayuda. Además, apunta que «una cuestión bastante interesante son las mantas térmicas, que si ponemos el lado plateado hacia afuera nos pueden mantener frescos, repelemos el calor», informa. Cuando viajen niños o personas mayores y no se tenga aire acondicionado, «que no duden en llamar a la Guardia Civil, que podemos trasladar a alguien, se le puede prestar auxilio o pueden estar dentro de nuestro vehículo», asegura.

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