Las subidas continuas de precios cogen a las familias cordobesas con los cinturones ya apretados. Asociaciones de comerciantes de la alimentación confirman el encarecimiento que, en líneas generales, los productos están registrando en los últimos meses y explican que esta situación está llevando a una bajada de las ventas, al cierre de negocios y ajustes de actividad. Los factores que, principalmente, se encuentran detrás de esta inflación son la sequía, la guerra en Ucrania y el encarecimiento de las materias primas, el gas, el petróleo y la electricidad. Algunos empresarios no descartan la posibilidad de que los precios sigan aumentando durante los próximos meses.
El presidente de la Asociación de Mayoristas de Pescado de Mercacórdoba, Ángel Aguilar, afirma que desde Navidad este producto ha subido un 13%, pero aclara que «lo que crece son los costes de las materias primas y las energías que se necesitan para ponerlo a disposición del público». Además, estima que la venta ha bajado alrededor de un 25% desde que empezó el año. De este modo, comenta que, de acuerdo con lo que observa en su empresa, «antes se compraba más a la ligera y ahora se compra más lo necesario». Al ser preguntado por los productos más demandados en Córdoba, indica que «lo que más se come es el pescado azul, el boquerón, la sardina o la bacalada», señala a modo de ejemplo.
José Valverde, presidente de la Asociación de Mayoristas de Frutas y Hortalizas, estima que los precios en este sector han crecido, en líneas generales, hasta un 15% en lo que va de año y a los factores ya referidos añade la subida de los costes de personal. En referencia a la sandía, apunta que en el inicio de la campaña el coste se disparó por las tormentas registradas en Murcia, pero «hemos cambiado la zona de producción a Córdoba y Sevilla», por lo que esta fruta y el melón tienen precios estables, y unos cinco o 10 céntimos más caros que hace un año. De otro lado, el coste del tomate y la fruta de hueso se encuentra algo más elevado «por la sequía». En su empresa, «la compra por familia ha bajado entre un 5% y un 6,5% en lo que va de año», apunta.
Por otro lado, el presidente de la Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan (Afepancor), Aurelio Gómez, indica que el pan más común se encuentra ahora entre un 10% y un 15% más caro que antes de que comenzara la guerra en Ucrania el pasado febrero. «Estábamos esperando a ver si la cosa se estabiliza y podemos aguantar el verano, pero el sector ya se está planteando volver a subir los precios», avanza.
En el escenario actual, «están cerrando panaderías y se están reduciendo plantillas. La gente se quita los repartos que no interesan por la subida del combustible. Hay colegios, guarderías y otros clientes que llaman porque no encuentran quién les suministre el pan», afirma el presidente de la patronal.
Este periódico intentó ayer conocer la valoración de la situación por parte de la Asociación provincial de Carniceros (Carnicor), pero no le fue posible. No obstante, para contar con una opinión del sector, consultó a Antonio Pérez, que es propietario de las carnicerías El Melli. Este profesional estimó que «en lo que va de año, han subido un 40% los precios de las carnes frescas», aunque matizó también que «esto depende de las carnes con las que trabajes», ya que «mucha gente está trabajando con carne congelada y pone ofertas».
Antonio Pérez avanzó, asimismo, que «se espera que haya dos o tres subidas más hasta septiembre» y destacó que «el producto que más ha subido es el pollo, lo que más se consume». Como consecuencia de estos aumentos de precios, «las familias compran menos» y, en su caso, «ahora las ventas son un 50% más bajas en comparación con el año pasado». Antonio Pérez manifestó que «hay montones de carnicerías cerrando. Nosotros teníamos tres y cerramos una hace dos años», recordó. Así, lamentó que «estás echando horas como un desgraciado y no te salen las cuentas».
