Los motivos que llevan a retrasar la maternidad por encima de los 40 años son muy diversos. En el caso de Carmen Cabrera, que tiene 44 años, cuando nació en junio su tercer hijo, Beltrán, ella ya tenía dos hijas, de 26 y 20 años, fruto de una relación anterior.
«El embarazo fue una sorpresa para mí y mi actual pareja. Debido a una enfermedad que tenía diagnosticada, endometritis, era muy complicado que pudiera volver a tener hijos. Sin embargo, el doctor José Alcolea, del hospital San Juan de Dios, me realizó una intervención el verano pasado y después de la misma pude quedarme embarazada», cuenta Carmen. «Si no hubiera sido por este doctor no estaría disfrutando de este regalo, de tener la oportunidad de criar un nuevo hijo con mi edad», recalca esta feliz mamá.
Carmen Cabrera, de nuevo madre a los 44 años
Carmen Cabrera expone que «no es lo mismo ser madre muy joven, como ha sido mi caso, que pasados los 40 años. «Este tercer nacimiento lo estoy viviendo con más tranquilidad y formación, disfrutando más de cada momento y sin querer que pase el tiempo tan deprisa», apunta. Carmen, que tuvo que guardar reposo desde el tercer mes de embarazo, destaca que en todo el tiempo que ha transcurrido entre sus dos primeros partos y el actual el sistema sanitario ha mejorado mucho en cuanto al seguimiento y control de la gestación. «Ahora nos hacen a las embarazadas muchas pruebas y existe más información», indica.
Una segunda hija para Antonia Casas
Antonia Casas, vecina de La Rambla, dio a luz a su segunda hija, Lara, el domingo de la semana pasada en el hospital Reina Sofía. Ha sido de nuevo madre a los 40 años. Su marido y ella querían que entre su hijo mayor y el segundo embarazo hubiera una diferencia de unos 4 o 5 años más o menos. Pero con la pandemia del coronavirus fueron retrasando la búsqueda del segundo embarazo y al final su hijo mayor y la pequeña se van a llevar siete años. Antonia relata que ha vivido de forma muy diferente su primer embarazo respecto al segundo. «Esta segunda vez me he notado un poco más cansada. Me diagnosticaron diabetes gestacional, por lo que he tenido que seguir una dieta especial. Además, tenía la tensión baja y falta de hierro. En enero de este año pasé el covid estando embarazada y era la segunda vez que me contagiaba, pues ya me infecté en 2020, mucho antes de quedarme en estado. Afortunadamente, los síntomas fueron leves, pero tenía el pellizco de que pudiera haberle pasado algo a la niña», señala esta rambleña.
María Estévez, madre primeriza con 41 años
La historia de María Estévez, de 41 años, es la de una mamá primeriza, que dio luz hace seis meses a las mellizas Carmen y Aurora. Después de llevar muchos años con una pareja anterior, María conoció con 38 años a Gonzalo, su actual marido. Ambos querían ser padres y pronto lograron el deseado embarazo, con el añadido de que era doble, algo no extraño en la familia de Gonzalo, en la que existen antecedentes de partos múltiples. El embarazo de María ha sido más pesado, al traer a dos niñas. Además, le detectaron hipertensión (preeclampsia) y el nacimiento se adelantó cuatro semanas. «Me hubiera gustado tener un parto natural, pero al final fue cesárea. A los 10 días pudimos por fin salir del hospital y volver a casa, ya que las niñas, al nacer algo prematuras, tuvieron que quedarse en incubadoras hasta que hubo seguridad de que todo estaba bien», añade María. El día a día de estas madres es ahora a veces muy cansado, por la corta edad de sus bebés, pero se compensa con la felicidad de tener a sus hijos.