Tomar una mazamorra mientras contemplas una obra de Aurelio Teno en un lugar situado frente a la Mezquita, es posible. El Horno de Mel, el Espacio Gastronómico del Palacio de Congresos de Córdoba, es un lugar que conjuga tradición, vanguardia y cultura en pleno centro de la ciudad.
En la calle Torrijos, frente a la Mezquita, y formando parte del Palacio de Congresos, bien de interés cultural con cinco siglos de historia, se abre un zaguán. Un corredor que conduce a un singular espacio recóndito pero sorpresivo. Un patio cordobés contemporáneo, luminoso, colorista y depurado donde deleitarse de una cuidada estética de la mesa ante la atmósfera cálida y envolvente de un jardín vertical.
El vanguardista patio recibe el nombre “Espíritu de Córdoba”, en un intento de atrapar la diversidad y el mestizaje que siempre ha definido la ciudad y que caracteriza, además, la variedad de espacios históricos dentro de un monumento como el Palacio de Congresos. En el patio, es posible vislumbrar una puerta que da paso al interior del restaurante. Una zona en la que previamente pudo situarse las celdas de la sección de psiquiatría del hospital de San Sebastián durante el siglo XVIII. En su interior, durante las obras de restauración, se encontraron un trozo de muro del siglo VI, que guarda relación con los restos que aparecieron en el Patio de los Naranjos de la Mezquita.
El Horno de Mel considera que la cultura alimentaria conlleva una serie de rituales que van del plato, al sabor, el continente, el contenido y el mobiliario. Una manera de marcar identidad propia como el ancestral trabajo de la alfarería. El ceramista Ivanros, inspirándose en piezas califales omeyas, ha diseñado una vajilla exclusiva adaptada al servicio de la cocina. De igual modo, el arte cordobés de la forja en dorado tiene su visibilidad en mesas y confortables butacas con motivos ondulantes, fabricados en La Rambla.
El Espacio Gastronómico simboliza tres de las claves sobre las que vertebra la estrategia cultural del Palacio de Congresos: la creatividad, la interculturalidad y el territorio. Este último eje se traduce en la apuesta por parte del restaurante por productos de la tierra y el uso de una decoración y mobiliario fabricados por empresas de la provincia.
El Palacio de Congresos demuestra así que la interacción entre arte, arquitectura contemporánea y cuidada gastronomía es posible en un monumento declarado bien de interés cultural a los pies de la Mezquita.
La Carta de El Horno de Mel
Con un horario de cocina de 10.00 horas a 18.00 horas, la carta de El Horno de Mel abarca del desayuno hasta la merienda. Cuenta con dos cartas diferenciadas: una dedicada a los desayunos y brunchs; y otra para el almuerzo. Propuestas que apuestan por proveedores locales en la cadena de valor de desarrollo sostenible de la provincia de Córdoba.
Es posible comenzar el día con un desayuno saludable, con pan artesano de masa madre y un café de máxima calidad, con el sello de Montecelio 1930; o un mix de zumos naturales caseros. Una propuesta que contempla múltiples opciones, además de los irresistibles sabores dulces, elaboraciones caseras de pastelería creadas artesanalmente día a día: desde las tradicionales cookies a los muffins o las tartas de zanahoria, piña y nueces.
Para el almuerzo, El Horno de Mel cuenta con una cuidada carta de especialidades autóctonas, como el salmorejo o la mazamorra con anacardos y queso azul. Eso sí, sin renunciar a la combinación de toques creativos en los tartares de atún rojo y salmón.
Del Valle cordobés de los Pedroches no puede faltar el cerdo ibérico 100% de bellota de IBESA, en forma de presa o de mogote con la suculenta salsa Satay, regado con los mejores vinos 12 PB de Puente Genil, que también aporta el mejor aceite de oliva. Incluso la ginebra es marca Córdoba, como es Cannagin. En cuanto al pan que sirve este establecimiento, sale de obrador de David Ruano.
Estrategia Cultura
Varios pilares de la Estrategia de Cultura del Palacio de Congresos guardan relación con el Horno de Mel: la creatividad, porque conjuga la gastronomía y acciones y ciclos culturales vinculados a la literatura, las artes plásticas y las musicales. Por otro lado, la apuesta por el territorio. Los proveedores son locales, desde el aceite, la mantelería, las sillas, o los cojines y las propias mesas.
En este espacio gastronómico, las artes coexisten naturalmente. Obras del autor contemporáneo más conocido e internacional de nuestra ciudad, Aurelio Teno (1927-2013) habitan su peculiar patio. Se trata de dos bustos de Quijano y Quijote, entendidos como retratos a gran escala con la fuerza expresiva que les caracteriza. El Palacio de Congresos demuestra de este modo que la interacción entre arte, arquitectura contemporánea y cuidada gastronomía son posibles.
+ INFO
Reserva ahora tu mesa: 957 976 029
C. Torrijos, 10, 14003 Córdoba / España
