Pasan los años y se nos siguen marchando personas que nos acompañaron a toda la familia en el día a día de nuestros barrios y vecindarios. Personas como Paco de la Farmacia El Realejo, quien falleció el pasado jueves 16 a los 80 años de edad. Francisco Moreno Padilla trabajó por y para esta farmacia propiedad de la familia Kindelán durante 50 años ofreciendo su profesionalidad, conocimiento, consejo y cariño a todo el barrio.

Nacido en San Agustín y alumno del Colegio Salesiano, siempre tuvo clara su vocación de servicio cercano y de exquisita atención a los clientes y amigos que acudían al establecimiento. Con su sonrisa y entrega conseguía que la visita a la farmacia siempre fuera la de encontrar a un buen consejero y amigo para poder sentirnos mejor.

Como hito importante en su profesión, Paco fundó en 1966 junto con varios compañeros auxiliares de farmacia de Córdoba y provincia la Asociación Profesional de Auxiliares y Ayudantes de Farmacia de Córdoba que hoy sigue en activo.

Hombre de fe y tradiciones perteneció durante más de 50 años a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado y María Santísima de la Amargura, desempeñando diferentes vocalías, doce años de secretario y cuatro de Vice-Hermano Mayor. También estuvo íntimamente vinculado a la Real Hermandad de la Purísima Concepción de Linares Coronada colaborando con diferentes funciones dentro de los Cultos y Romerías en diversas Juntas de Gobierno.

Además de a su trabajo y a su familia, mantuvo una constante dedicación a la Congregación Salesiana a la que siempre consideró como su casa atendiendo siempre a las necesidades de las diferentes comunidades de religiosos que le requerían sus servicios.

Igualmente durante el acompañamiento a sus hijos en la formación de estos como estudiantes, así como su compromiso en los diferentes entornos de la Familia Salesiana como Hogares Don Bosco, Antiguos Alumnos, AMPA o numerosas actividades sociales y caritativas de la ciudad e intentó siempre echar una mano y ayudar a quien lo necesitase.