El ecónomo de la Diócesis de Córdoba, José Luis Vidal Soler, ha presentado este martes las cuentas de la Iglesia en la provincia haciendo balance del 2021, año en el que se tornó casi a la normalidad tras un 2020 marcado por la pandemia del coronavirus. Los ingresos y los gastos de la Diócesis estuvieron el año pasado prácticamente equilibrados, aportando un pequeño déficit de poco más de 49.000 euros. Concretamente, los ingresos consolidados se situaron en 22.705.000 euros, mientras que los gastos fueron de 22.754.000.
Con respecto a los ingresos, la mayor parte, más de un 36%, vienen de la aportación de los fieles, que el año pasado sumaron más de ocho millones de euros. En el balance ofrecido por Vidal Soler aparecen 4,9 millones bajo el concepto de "ingresos corrientes", 4,4 millones que vienen de las declaraciones de la Renta (de marcar la denominada equis en la casilla de la Iglesia) y 3,5 millones provenían de los ingresos sacramentales (lo que se paga a la Iglesia por recibir ciertos sacramentos). El resto tenían que ver con aportaciones de la Conferencia Episcopal y con ingresos "excepcionales".
En cuanto a los gastos, gran parte se fue a las acciones pastorales, ocho millones, por seis millones destinados a conservación de edificios (ojo, aquí no entra nada que tenga que ver con la Mezquita-Catedral, gestionada directamente por el Cabildo). También destacan 3,3 millones en las retribuciones del clero (con un sueldo mensual por sacerdote de 1.000 euros), 2,7 millones en sueldos de personal seglar y 2,4 millones de gastos extraordinarios.
La lectura efectuada por el ecónomo de la Diócesis se basa en una vuelta a la normalidad tras la pandemia. Se percibe un incremento de las aportaciones de los fieles y también de la aportación a través de la Renta, que tiene que ver con un mayor movimiento económico que en el 2020. También suben muchos los ingresos por actos sacramentales, teniendo en cuenta que en 2020 apenas hubo celebraciones. En el apartado de gastos el incremento más significativo fue en funcionamiento y rehabilitación de edificios, ya que esto quedó parado en 2020 para atender labores que se entendían más necesarias.
Obispado
Yendo más a lo concreto, en el Obispado sí se registró un ligero superávit proveniente de unas cuentas que arrojaban 9,1 millones de euros en ingresos (con protagonismo de 4,4 millones por asignación tributaria) y 8,9 millones en gastos (con los tres millones en retribución del clero como gasto más destacado).
Para el ejercicio 2022 la Diócesis dibuja un panorama bien diferente, teniendo en cuenta que se prevé un déficit cercano a los 400.000 euros con una previsión de gasto de más de ocho millones y unos ingresos de unos 7,7 millones.
Parroquias
De las 232 parroquias que conforman la Diócesis de Córdoba, los datos se corresponden con 202 porque todavía hay una treintena pendiente de presentar cuentas. Las cuentas de las parroquias arrojaron en 2021 un déficit de cerca de 38.000 euros, bastante bajo si se tiene en cuenta que en el 2019 fue de 400.000 euros, mientras que en el 2020 hubo un superávit de 600.000. A modo de resumen, en el 2021 hubo más colectas, pero menos aportaciones a las Cáritas parroquiales, así como un fuerte incremento de los ingresos por actos sacramentales.
La X de la Iglesia
Con respecto a los datos del IRPF proveniente de las declaraciones de la Renta de aquellos de aquellos que marcan la casilla de la equis de la Iglesia, un 43,21% de los cordobeses que hizo la declaración en el 2020 (los datos más actuales, porque ahora se está haciendo la del 2021) marcó esa casilla. En este punto, Vidal Soler ha recordado que en Andalucía se suele marcar más esta casilla que en el resto de España.
La aportación de las cofradías
Desde la Diócesis han ofrecido también los datos del dinero que las cofradías aportan al Fondo Común Diocesano. La aportación debería ser obligatoria, así lo marcan las normas, pero ni mucho menos todas las hermandades la realizan. Concretamente, deberían aportar el 10% de lo que se recauda en las cuotas de los hermanos, no así el dinero que se pueda ganar con actos como las barras de las Cruces de mayo. De media, la Diócesis ingresa al año por aportaciones de las hermandades unos 50.000 euros, a razón de 400 euros por cofradía.
