La pandemia del coronavirus, las prejubilaciones y jubilaciones, más las vacantes no cubiertas de médicos de familia que se han registrado en los últimos años en Córdoba, han agravado el déficit de galenos existente en la atención primaria, denuncian el Sindicato Médico de Córdoba y CCOO.
El Sindicato Médico estima que los centros de salud y urgencias de atención primaria de Córdoba necesitarían contar con unos 80 médicos y 20 pediatras más para paliar su falta de efectivos y CCOO indica que en la mayoría de centros de salud los facultativos tienen que asumir con frecuencia su cupo de pacientes y los de compañeros porque la falta de efectivos es habitual por las jubilaciones, vacantes y bajas no repuestas (ausencias laborales que con el covid se han incrementado mucho).
La respuesta de la Administración sanitaria ha venido siendo que no hay médicos en bolsa para suplir las vacantes. El año pasado, de 24 residentes de medicina de familia que terminaron la especialidad en el distrito Córdoba-Guadalquivir, solo 3 decidieron aceptar los contratos que les ofertaron, criticaron en su día CCOO y SMA. Los demás prefirieron colocarse en urgencias hospitalarias, sanidad privada o marcharse a otras provincias o regiones en busca de mejores oportunidades.
La oferta del SAS
Sin embargo, este año, en pleno debate por las 200 plazas que se quedaron en mayo sin cubrir en España de medicina familiar y comunitaria en la asignación de puestos para los médicos que aprobaron el examen MIR (médico interno residente), la mitad de los residentes que acabó en mayo esta especialidad en Córdoba ha aceptado los contratos ofertados por el Servicio Andaluz de Salud. De 37 residentes que han acabado en Córdoba, 18 continuarán ejerciendo en algún distrito. Los contratos ofrecidos han sido de al menos seis meses hasta el 31 de diciembre, que aunque para SMA y CCOO siguen siendo mejorables e insuficientes, al menos han supuesto un avance en duración con respecto a otros años.
En el distrito Córdoba-Guadalquivir, de 26 residentes que terminaron el pasado mayo medicina de familia, 11 han aceptado contratos para trabajar en centros de salud y dispositivos de apoyo, mientras que de los 15 restantes, casi todos han aceptado un empleo en las urgencias del Reina Sofía o del hospital de Montilla, aseguran algunos MIR recién terminados. En el caso del área sanitaria norte, de los cuatro residentes que acaban de terminar se quedarán trabajando en este distrito 3, y en el área sur, de 7 permanecerán 5.
A pesar de que algunas provincias de España no han logrado cubrir las plazas de formación de la especialidad de medicina de familia, en Córdoba ha ocurrido lo contrario y, en gran parte, eso se debe a que sus unidades docentes acumulan gran experiencia, que en el caso de la del distrito Córdoba-Guadalquivir es de 30 años de enseñanza. La jefa de estudios del distrito Córdoba-Guadalquivir, Gertrudis Montes, indica que la previsión es poder aumentar esas plazas de formación de 26 a 29 para próximos años, atendiendo a la necesidad de contar con más facultativos de familia y ofertar las 5 acreditadas de enfermería progresivamente, que ahora son 3.
«Me da pena que se haya podido perder el interés por hacer medicina de familia porque es una de las especialidades más bonitas que existen. Por eso, estoy especialmente contenta con los residentes que se han incorporado nuevos, porque conocen qué supone esta especialidad y tienen vocación por la medicina y enfermería de familia. Los médicos y enfermeros de familia suponen el primer contacto del paciente con el sistema sanitario y su papel es fundamental en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y en labores de promoción y prevención de la salud y seguimiento de pacientes crónicos», destaca Gertrudis Montes.
La Junta quiere formar a más MIR
El vicepresidente del Colegio de Médicos de Córdoba, Luis Palenzuela, lamenta que en los últimos tiempos los estudiantes de Medicina estén dejando de considerar atractiva la especialidad de medicina de familia, debido a la falta de apoyo de las Administraciones sanitarias en las últimas décadas a una atención primaria sobre la que, según este médico, debe pivotar la asistencia sanitaria. Para Palenzuela, la medicina familiar y comunitaria es una disciplina «gratificante desde el punto de vista profesional e indispensable en un sistema de salud de un país avanzado», pero «desde hace décadas faltan profesionales en atención primaria por la falta de financiación, la no reposición de vacantes y unas condiciones laborales indignas».
En la misma línea, a la secretaria del Sindicato Médico, Inmaculada Romero, le preocupa que este año, tras el reparto de las plazas de formación después del examen MIR, se hayan quedado 200 puestos de medicina de familia sin cubrir, pues para ella es «la especialidad más bonita y completa». Palenzuela y Romero plantean que debería permitirse contratar a los médicos que, aunque no hayan aprobado el MIR, se encuentren con las puntuaciones más altas, para cubrir esas vacantes de medicina de familia que se han quedado sin elegir, antes que acudir a facultativos extracomunitarios, así como seguir mejorando las condiciones de contratación para que se queden trabajando en los centros de salud de Córdoba el máximo número de residentes que acaban medicina de familia.
Para solventar esta falta de médicos, la Consejería de Salud solicitó recientemente al Ministerio de Sanidad que le permita seguir ampliando el número de plazas de formación de los médicos internos residentes (MIR), como ha venido haciendo la Junta desde 2019, ante la previsión de unas 6.000 jubilaciones de galenos en los próximos 10 años.
