Gran expectación hay siempre por escuchar el pregón taurino que días antes de los festejos feriales es voceado por una personalidad de las letras, las artes, la diplomacia o la política. En esta edición el ambiente estaba más que justificado porque ha sido el diplomático y ex embajador de España Inocencio Arias Llamas el elegido para anunciar la feria taurina de Córdoba. La Tertulia Taurina El Castoreño, organizadora de este acto, ha contado con la colaboración del Círculo Taurino de Córdoba, cuyo vicepresidente, Manuel Ramos Gil, presentó al pregonero.
Tras las palabras de bienvenida del presidente de El Castoreño, José María Portillo, Arias comenzó con un recuerdo al recientemente fallecido Litri, para pasar a explicar cómo comenzó su afición a la fiesta. «Mi casa -dijo- era un duelo, mi padre no daba crédito a lo que decía la prensa y el revuelo lógico de amigos y familiares hicieron que yo me interesara por el mundo del toro».
Refiriéndose al momento actual, el pregonero dijo que «el cine y la televisión han huido de la tauromaquia y las fuerzas políticas no están por la labor». Pero, añadió, «no tiene sentido que el Gobierno de una comunidad aporte dinero para este espectáculo y un alcalde de un pueblo lo prohíba. Muchas veces esgrimen que es un espectáculo franquista cuando no había nacido el bisabuelo de Franco y ya había toros». Arias criticó esa actitud y rompió una lanza a favor de la fiesta. «Puedo ver en todas las cadenas los goles del Madrid y no puedo ver en ninguna una salida a hombros de un torero por la puerta grande en una feria española», lamentó. «El Gobierno no está contra la tauromaquia pero ha dimitido de defenderla», sentenció. «A la fiesta le hace falta rivalidad. Son necesarios toreros que devuelvan la pasión al tendido. Sin pasión no hay espectáculo», concluyó. El acto, que ha tenido lugar en el salón Liceo del Real Círculo de la Amistad, estuvo amenizado por la Banda de Música Cristo del Amor y por Álvaro Vizcaíno.