Diario Córdoba

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Entrevista Manuel Torralbo Candidato a rector de la Universidad de Córdoba

"La UCO tiene que tener más transparencia y participación"

"Al profesorado se le han ido cortando muchas oportunidades para la promoción", indica

Manuel Torralbo, candidato a rector de la Universidad de Córdoba. FRANCISCO GONZÁLEZ

¿Qué le hizo dar el paso para presentarse a rector?

Una extraordinaria vocación de servicio que he tenido siempre con la Universidad y un compromiso desde que empecé de profesor que me han llevado a un conocimiento de la institución y del sistema universitario andaluz. Me parecía que, al menos, tenía que dialogar con los compañeros para ver si había ánimos de crear un proyecto de cambio. Y, por supuesto, la experiencia que tengo acumulada de gestión ponerla a disposición de la Universidad. Una vez que empieza uno a hablar con todos los compañeros llega a la conclusión de que sí hay ánimo de hacer ese proyecto y aprovechar esa experiencia.

¿Qué diferencia su candidatura de la de su oponente?

Creo que ella [Julieta Mérida] es una opción, como se ha podido ver en toda la campaña y en las entrevistas que ha hecho, de continuismo. Me parece que hay que cambiar muchas cosas en la Universidad. La UCO que viene tiene que venir de la mano de mucha más participación de todos los colectivos, más transparencia en lo que se hace, mucha más confianza en todos los órganos de gobierno, en todos los profesores, en el personal de administración y servicios y en los alumnos y mucha más cercanía con todos los colectivos para conocer en profundidad los problemas que tiene cualquier miembro de la comunidad universitaria. Me parece que las cosas se pueden hacer de diferente forma a cómo se han venido haciendo, entendemos que ha sido un sistema muy presidencialista y nosotros tenemos otra forma de hacer las cosas.

¿Qué es lo más urgente que tiene que cambiar en la UCO? ¿Qué será lo primero que haga si gana las elecciones (aparte de celebrarlo)?

Si me da la confianza la Universidad supongo que, a cualquier candidato que le pase, se da cuenta de que asume una gran responsabilidad por lo que significa llevar una institución tan grande y llevarla al mejor puerto posible. Supongo que será un día de alegría porque por eso hemos trabajado, además tenemos buenas sensaciones. Al mismo tiempo también existe una sensación de enorme responsabilidad porque sé lo que significa llevar el liderazgo de una universidad y por lo tanto es una situación complicada de vivir. Y en cuanto a lo primero a gestionar, hay que programar que la incorporación al profesorado para la docencia del curso siguiente esté el 1 de septiembre, tenemos que intentar que todo el profesorado necesario para la impartición esté. Y en el primer mes hay que tener una toma de contacto con los representantes de las organizaciones de los trabajadores para ver todas las convocatorias que hay de estabilidad de empleo, de promoción, porque tienen un retraso extraordinario y hay que darle un impulso definitivo. En el ámbito de estudiantes, sentarse con ellos, empezar a dialogar, implicarlos más en la representación y todas las medidas que tenemos con ellos en el programa empezar a aplicarlas, desde la tercera convocatoria sin coste a analizar un calendario más consensuado.

No sé si tiene la sensación de que dentro de todos esos colectivos el que quizá esté más descontento sea el PAS.

También hay una parte del profesorado que está descontento porque se le han ido cortando muchas oportunidades para la promoción. Ahí tenemos que acompañarlos para que tengan las mejores oportunidades de hacer su currículum, las mejores condiciones y que alcancen las máximas cuotas en su carrera académica. Ese sector está muy castigado y no bien tratado. Y desde luego el PAS ha sido el gran olvidado de este mandato, hasta el propio rector en su balance, aunque suavemente, lo ha dicho, y es algo que he recogido en todos los foros que he ido teniendo. Hay que hacer tres líneas de actuación: tomar conocimiento e impulsar esos procedimientos, conseguir que sean estables el máximo número de personas posible y en el primer año tenemos que negociar algo en lo que no se ha avanzado nada en cuatro años, la carrera horizontal y vertical. Además, el PAS tiene gran cantidad de personas que son mujeres, hay que tomar medidas de conciliación.

Con respecto a los estudiantes, a la hora de votar, son los que menos acuden a las urnas. ¿Qué movilización espera de este colectivo?

Hemos hecho muchas reuniones con ellos porque queremos llegar a ellos. Y es que, según dice la comisión electoral, el único responsable de incentivar la participación de los estudiantes es el rector, cosa que no comparto porque tenemos que animar todos. De todas formas, nuestro diagnóstico es que no ha hecho nada para incentivar la participación, nada es nada. Tenemos una web nada más donde los estudiantes han podido ver que hay elecciones, no hay una campaña institucional en ni un solo medio de comunicación, en autobuses o en redes. Es como si no existieran las elecciones. Me parece que es tan clamorosa esa ausencia de incentivación que se contradice con el encargo de la comisión electoral. En contraposición a eso, nosotros lo hemos intentado por todos los medios y en el corto plazo de tiempo que se ha dado, que también es para estudiarlo.

Se ha hablado mucho durante la campaña, especialmente desde la otra candidatura, de la necesidad de independencia política en quien ocupe el cargo.

Yo me siento orgulloso de lo que he hecho, pero creo que estas elecciones no van de eso, aunque la otra candidatura intenta que se hable de eso. Estoy convencido de que lo mismo que me ocurre a mí, que defenderé la Universidad con uñas y dientes ante cualquier administración del color que sea, Julieta hará exactamente lo mismo vote a quien vote, no tengo la menor duda. Cuando dos candidatos nos presentamos con un proyecto y un equipo estamos pensando en el bien de la comunidad universitaria. A los compañeros que he propuesto a vicerrectores no les he preguntado a qué partido votan. A mí se me puede suponer por haber tenido esa trayectoria, pero eso no significa que ninguno de los dos tengamos la más mínima duda de que venimos a defender a la comunidad universitaria.

¿Cuáles son las principales necesidades de la UCO en materia de infraestructuras?

En infraestructuras, durante los últimos cuatro años, y lo dijo el rector en su discurso de cierre de etapa, necesitan un impulso tremendo y no solo en edificios, sino también en equipamientos. Todos los que hemos tenido experiencia de gestión sabemos que, si uno empieza a pensar en una infraestructura, si no tiene el proyecto hecho, entre que se hace y no se hace se te puede pasar el tiempo y acaba la legislatura y no has hecho nada, que es lo que ha pasado en estos cuatro años. Me parece que todo proyecto que esté encauzado en la Gerencia de Urbanismo para tener licencia de obra se tiene que impulsar. Así está el plan de urbanización de Rabanales, por ejemplo. En el Vial Norte hay un concurso ahora mismo para el proyecto del edificio para la ampliación de Ciencias del Trabajo y el IDEP, pero lo primero es cerrar bien, con el nuevo equipo decanal de la facultad, sus necesidades y una vez cerrado, si hay espacio para otros entes administrativos, lo habrá, pero lo primero es cubrir las necesidades de Ciencias del Trabajo. Por otro lado, para Filosofía hemos hecho dos propuestas concretas, una que para septiembre tiene que tener un número de espacios para liberar el salón de actos y el aula magna; y a medio plazo aclarar con documentos si la zona militar es el futuro de la facultad o no. Mientras no haya un documento que dé la propiedad ni un plan de necesidades que dé certidumbre, dejemos de hablar de Defensa y pensemos en otra solución. Mi primera opción, no tengo duda, es la zona militar porque es un patrimonio extraordinario que podría recuperarse porque está en unas condiciones lamentables. En Derecho también hay proyecto básico de ampliación por delante de la fachada, si la facultad ve que esa es la solución lo haremos.

Finalmente, no hubo debate entre ambas candidaturas.

Los medios sois los que mejor sabéis lo que realmente ha pasado. Nosotros queríamos debatir desde el primer momento, lo dijimos en la presentación de la candidatura y en las redes, queríamos un debate abierto a la comunidad universitaria, a todos los medios de comunicación, a que hubiera preguntas del público. Lo que nos hemos encontrado es que ella, unilateralmente, se había comprometido con un medio. Yo también tenía la oferta y de otros, de la Asociación de la Prensa o de Aula Magna. Ante esa tesitura lo normal es dialogar esas posibilidades. Hemos estado hasta el último minuto deseando que se debatiera. Seguramente, en la comunidad universitaria ha habido mucha confusión porque ha habido muchos comunicados, pero los medios sois los que mejor sabéis qué ha pasado porque nosotros sí hemos estado debatiendo con vosotros. Al final, la conclusión es que no hay debate si una no quiere, así de sencillo. Yo respeto absolutamente la decisión de Julieta como no puede ser de otra forma.

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