En las carreteras de la provincia de Córdoba hay siete radares fijos que, en los últimos cinco años, han servido para poner un total de 128.680 multas. Esta suma se desprende de los datos que el Gobierno facilitó el pasado 13 de mayo a una pregunta formulada por el diputado socialista cordobés Antonio Hurtado en el Congreso de los Diputados. Los radares se ubican en la A-339 (punto kilométrico 2.615C), en la A-45 (52,300), en la A-4 (410,200 y 417,588), en la N432 (219,552 y 310,918) y en la N502 (380,500).
Los datos revelan que, desde el 2017, cuando se registraron 47.454 multas, los números han bajado hasta sumar, durante el pasado año, 15.881 sanciones. Cierto es que en 2019 hubo un repunte que elevó las cifras a las 32.907, mientras que un año antes se registraron los números más bajos con tan solo 15.696 multas de los últimos cinco años. En 2019, las infracciones sancionadas en carreteras cordobesas a través de estos radares fueron 16.742.
El radar que más multas acumula, con 51.501, es el que se localiza en el kilómetro 417 de la A-4. Durante el año pasado detectó 2.832 infracciones, lejos de las 30.979 del 2017 y de las 14.688 del 2019. Por número de sanciones en los últimos años, le sigue el que se encuentra en la carretera de Málaga (A-45), pasando Benamejí, con un total de 30.785. Además, fue el que más multas sumó en 2021, cuando alcanzó las 6.887.
Con 24.633 sanciones, el radar de la A-339 es el tercero que más faltas al volante detectó desde el 2017. En concreto, 24.633, de las que 2.783 se cometieron el año pasado. Los dos radares de la N-432 registraron 14.161 multas, mientras que el aparato de la N502 se quedó en 5.979. En último lugar de la estadística del Gobierno, con tan solo 21 multas se sitúa el radar del kilómetro 410 de la A4.
