El Ayuntamiento de Córdoba ha decidido este año empezar a controlar los riesgos laborales a los que se exponen las personas que montan las casetas de la Feria de Córdoba. Según fuentes municipales, se trata de hacer cumplir la ley, una norma de 1995 cuyas exigencias no habían sido una prioridad hasta ahora. En esta edición de retorno tras el parón provocado por la pandemia, en la que la instalación se ha complicado por la falta de materiales y personal disponible tras el cierre de empresas y los cambios realizados en la celebración de otras ferias como la de Sevilla o Jerez, el Ayuntamiento ha contratado por primera vez a una empresa que se dedicará a vigilar que los montajes y desmontajes se llevan a cabo siguiendo todas las exigencias legales y que las personas que realizan estas tareas no se pongan en riesgo.
Para ello, han entregado a los caseteros una declaración responsable que deberán firmar para poder ocupar el espacio asignado, una medida que ha sido acogida de forma desigual por los afectados. Aunque todos coinciden en que la seguridad es un elemento clave que debe estar en el centro del montaje de la Feria, algunos cuestionan que el Ayuntamiento sea una administración competente en un ámbito que consideran responsabilidad de la Inspección de Trabajo. También dudan de que el recinto ferial se pueda considerar un lugar de trabajo estrictamente, ya que en muchas de las personas que colaboran en estas funciones no están contratados puesto que arriman el hombro de forma voluntaria con los colectivos adjudicatarios.
También plantean la disyuntiva de que un casetero firme una declaración responsable asumiendo que todo está en orden cuando es una empresa, contratada a tal efecto, la que realiza los trabajos de montaje.
Para otros como el presidente del CMC, Juan Andrés de Gracia, «el Ayuntamiento tiene capacidad para ordenar y exigir que se cumpla la ley en un recinto que es suyo, además de la obligación de parar cualquier actividad que implique un riesgo y pedir explicaciones a quien corresponda». Lo que no puede hacer es sancionar por ello, aunque sí poner en conocimiento de la Inspección cualquier irregularidad que detecte. Según se planteó en la comisión, este año la empresa se centrará en labores de información a los caseteros y en aclarar las dudas que surjan. Fuentes municipales han facilitado a este diario el modelo de «declaración responsable sobre el cumplimiento de la normativa en materia de coordinación de actividades empresariales que generen bajo riesgo», que se ha entregado a los caseteros para su firma. Se trata de un impreso en el que deben facilitar los datos de contacto del responsable y asumir la responsabilidad de que «las actividades a desarrollar en los centros de trabajo de titularidad del Ayuntamiento (en este caso, El Arenal) no son susceptibles de generar riesgos graves o muy graves», señalando como potenciales riesgos el atropello por vehículos de la zona o por carretilla elevadora utilizada en el transporte de material durante «la carga y descarga de elementos de montaje para estructuras temporales, el uso de instalaciones y servicio al cliente, desmontaje y carga».
El documento señala que el firmante se compromete a cumplir «todas las previsiones normativas en materia de prevención de riesgos laborales y sus obligaciones en materia de información y formación» y que se actualizará la información sobre los riesgos laborales que pudieran producirse si hay cambios en los procedimientos de trabajo, uso de equipos y materiales. También se compromete a facilitar el seguimiento de las actividades aportando toda la documentación que se le requiera. En el caso de las casetas en las que el montaje corre por cuenta de voluntarios, según el Ayuntamiento, las casetas deben contar con un seguro específico para ellos.
