Diario Córdoba

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CRÓNICA POLÍTICA

Tricotaje electoral

Los partidos se abandonan a la confección de sus listas para el 19 de junio y algunos mueren en el intento | Semana capitular con espectáculo de malabares y polémica ‘vintage’

Inmaculada Nieto, de Por Andalucía, estuvo en los Patios el viernes. | MANUEL MURILLO

Empezaremos con un dato escalofriante: la campaña electoral comienza el 3 de junio. ¿A que no lo parecía? Tanto nos están haciendo trabajar los candidatos, que parece que llevamos con las elecciones andaluzas media vida. ¡Qué digo media, la vida entera! Como quiera que mañana lunes todas las listas deben estar registradas, hemos asistido esta semana al tricotaje frenético de los partidos (a excepción del PSOE que ya hizo sus labores) para la confección de las candidaturas. Un punto del derecho, un punto del revés.

En el PP, por ejemplo, dice mi amigo José Luis Blasco que han echado al nieto para meter al abuelo. Cierto es. José Antonio Nieto se hizo el martes un Rosa Aguilar --irse antes de que te lo sugieran-- y queda a la espera de jugar el próximo partido con la venia de Elías Bendodo. Por su parte, Jesús Aguirre será cabeza de lista por la provincia tras demostrar que se puede lidiar con la listeriosis, la fiebre del Nilo y el Sars-Cov-2 poniendo buena cara. Así, igual que los socialistas espulgaron de sus listas al susanismo, los populares han limpiado las suyas de restos del p(c)asado para dejar claro que el que manda ahora es Juanma. A secas. El candidato a la reelección que sale a ganar una mayoría «serena» lo hace sin siglas (el PP las esconde con la esperanza de pescar en otros caladeros) ni apellidos.

El show de las confluencias ha dejado al Colectivo Prometeo sin la presencia de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que iba a asistir ayer sábado a un foro sobre Julio Anguita en Córdoba. Esta es la secuencia: la gallega bajó a la Feria de Sevilla, bendijo a la candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto (que se paseó también el viernes por los Patios de Córdoba), y le cayó la lluvia radiactiva de Pablo Iglesias. Después de eso, la mujer que está llamada a liderar la confluencia a nivel nacional (o no, que nunca se sabe), habrá dicho que a Andalucía no vuelve ni harta de queimada. Normal.

Si la confluencia se recompone como puede de las pifias de esta semana (al cierre de esta edición seguíamos sin saber cómo se soluciona el encaje de Podemos en la marca ni las planchas electorales), Ciudadanos se descompone en vivo y en directo ante la mirada incrédula de su candidato, Juan Marín. El jerezano eligió Córdoba para presentar ayer sus listas electorales, un día después de que la dirección local del partido dimitiese en bloque acusándolo de poner a dedo a los candidatos y sin ni siquiera informar. Puntería de día.

Si la confluencia se recompone como puede de sus pifias, Cs se descompone en vivo y en directo

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No ha sido el único campanazo que ha dado el partido naranja en Córdoba esta semana. En la capital, donde son socios de gobierno del PP, el concejal David Dorado se despachó a gusto con la prensa y a las puertas de los juzgados, tras declarar como testigo ante el juez que investiga el caso Infraestructuras sobre presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos en esta delegación municipal.

Dorado puso el ventilador e hizo lo contrario de lo que prometió: «No voy a montar un circo», dijo. En primer lugar lanzó un mensaje al magistrado: «No hay delito, estoy convencido de que el juez lo sabe». Otro, a José María Bellido: «Habrá que ver la catadura moral del alcalde, porque lo que tendrá que hacer no es restituir mis puestos en el gobierno, sino los de mi equipo también». Y otro al público en general, que más que nada sonó a amenaza: «Habrá que ver ahora quién se puede relajar y quién no».

A las puertas de unas elecciones, el alcalde trató de rebajar decibelios excusando a David Dorado «por el mal momento» que atraviesa y colocando en el tambaleante tejado de Cs la decisión sobre su futuro político, si se confirmara, claro está, alguna irregularidad en la delegación. Una patada al balón en toda regla hasta el nuevo susto que llegue de la Ciudad de la Justicia. La oposición, sobra decir, ha leído esta situación con otras gafas y cuestiona: «¿Qué teme Bellido para no hablar?». Eso le espetó Pedro García al alcalde, extrañado de que tras las palabras de Dorado no le hubiese quitado hasta el derecho a aparcar donde lo hacen los concejales en el Ayuntamiento.

La polémica vintage de la semana ha sido a cuenta de la aprobación de la licencia para la construcción de un campo de golf en Casilla del Aire. Podemos lo ha criticado al viejo estilo de los 90, aquellos años en los que las teorías ambientales en la ciudad naufragaron en la construcción de 15.000 metrillos de naves en la antigua Colecor. Tan cerca están los dos proyectos que, con mirada empresarial, se podría haber hecho un 2x1 y tener un campo de golf cubierto, matando dos pájaros de un tiro y a la postre acabando con la rabia gracias al óbito del perro. No me dirán que no. Campo de golf Sandokán.

Ah, por cierto, si es de los que piensa que en ambientes universitarios las elecciones son esgrima frente a la lucha libre en barro de los comicios andaluces, echen un vistazo a lo que ocurre estos días en la UCO, donde los aspirantes a rector Julieta Mérida y Manuel Torralbo también recurren a la comisión electoral. ¡Gaudeamus igitur! Será la condición humana que se rebela cuando hay urnas de por medio, independientemente de si estas se ponen en colegio o en facultad.

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