Diario Córdoba

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EMPLEO / EL RETO DE LA CUALIFICACIÓN

Fundación Laboral: «Faltan alumnos para la construcción»

Trabajar de lunes a viernes es una ventaja, aunque la movilidad implica ir allí donde estén las obras

Edificio de viviendas en construcción en la capital. ARCHIVO / CÓRDOBA

La Fundación Laboral de la Construcción, con sede en el polígono de Las Quemadas, es una de las entidades que está notando la falta de personas desempleadas dispuestas a formarse. «Estamos en un momento de fuerte demanda de mano de obra en el sector de todas las categorías porque mucha gente se está jubilando y no hay relevo generacional, sobre todo, de gente especializada y con experiencia», señala Diego Ruano, coordinador de la entidad. «Sin embargo, tenemos problemas para completar los cursos que ofrecemos», dice.

Este año han planificado impartir 14 certificados profesionales con 15 alumnos cada uno y hasta 2.000 horas de formación según los cursos. De los cuatro que están en marcha actualmente, hay 150 vacantes. Según Ruano, en el último curso que impartieron, 10 acabaron la formación como aptos (algunos se fueron antes y dos no superaron las prácticas). De esos diez, hay tres que ya están trabajando y otros seis se han incorporado a otro de los cursos para continuar formándose con otra especialidad.

Estos cursos de Formación para el Empleo incluyen siempre prácticas profesionales no laborales en empresas, sin cobrar. Además de aprender el oficio entre profesionales del sector, estas prácticas dan la posibilidad a las empresas de conocer a posibles trabajadores, por lo que en muchas ocasiones, al acabar la formación, les ofrecen un empleo. «Hay muchos oficios con graves déficits de personal, como soladores, alicatadores y todo lo relacionado con revestimientos rígidos de construcción», indica. También faltan encofradores. Según Ruano, aunque siguen teniendo más alumnos que alumnas, poco a poco empieza a haber mujeres que se preparan para trabajar en la construcción. «Hay una idea equivocada al respecto; antiguamente, la fuerza física era fundamental para este tipo de empleos, pero ahora mismo los trabajos pesados se hacen con maquinaria, por lo que todas las funciones pueden ser desempeñadas por hombres y por mujeres». En cuanto al sueldo, Ruano señala que el convenio es «bastante razonable». Un oficial de la construcción cobra en torno a 1.200 euros netos, con variaciones según la especialidad, mientras el salario de un peón es de unos 40 euros menos. Trabajar de lunes a viernes es una ventaja, aunque la movilidad que implica ir allí donde estén las obras puede jugar en contra. La crisis de 2008 expulsó a muchos trabajadores de este sector, que se vieron obligados a reinventarse en otros ámbitos y muchos ya no volvieron. Para muchos jóvenes de hoy estos oficios parecen no ser muy atractivos. Sin embargo, en este momento, según Ruano, «es un trabajo que tiene muchas salidas».

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