Diario Córdoba

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ÚLTIMO SÁBADO DE PATIOS

El color y la calor de Córdoba

Miles de personas abarrotan la ciudad y hacen largas colas para ver los patios ganadores del concurso

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Sábado de patios ganadores A.J.González

Andar en la mañana de este sábado por Córdoba era toparse, a cada paso, con grupos y personas, plano en mano, intentando completar alguna de las rutas propuestas para visitar el mayor número de patios posibles. La prioridad, ver y fotografiarse en cada uno de ellos.

No ha importado ni el calor (más de 35 grados a las dos de la tarde) ni las larguísimas colas que había que hacer para acceder a ellos. En el caso de Marroquíes 6, que ha logrado el primer premio como Patio Singular, el rato de espera rondaba la hora. Al salir de él, el comentario era unánime: “Ha merecido la pena”. Por eso se mostraba tan orgulloso Francisco Pérez, uno de los cuidadores del recinto, que señalaba que “este año el patio está perfecto”, porque con el premio del año pasado (suele ser premiado todos los años) se ha podido adecentar toda la casa y, además, la climatología ha sido benévola para que las macetas y, sobre todo la buganvilla, planta estrella de la casa, luzcan en todo su esplendor.

Dos mujeres se fotografían en el patio de Marroquíes 2, este sábado. A.J. GONZÁLEZ

Su impresión la corroboran tanto Josefa y Paqui, que han llegado desde Valenzuela, como Cristina (Almería) y Magdalena (Murcia), que aseguran haber salido sorprendidas. La últimas, en su primera visita a Córdoba, señalan que aunque de oídas conocían los patios, la realidad, en este caso, supera todo lo imaginable.

A un paseíto, como se dice por estas tierras, de Marroquíes se encuentra otro de los patios premiados, en este caso el primer premio en Arquitectura Moderna, el de la calle Pastora 2. Allí, la madre del titular del inmueble, Rafael Barón, observa en el zaguán de la entrada el paso interminable de visitantes. Al entrar, a la derecha, Alicia y Cristina, llegadas desde Cádiz, se fotografían ante la imagen de la Virgen de la Salud y se recrean en el maremágnum de macetas, colores y detalles que han hecho que ese espacio sea merecedor del premio. Por suerte para ellas, tendrán todo el fin de semana para organizarse y ver el mayor número de patios posibles. Porque aseguran que el color y la variedad de plantas las ha dejado totalmente maravilladas.

Varios visitantes hacen fotos en un patio cordobés, este sábado. A

En el otro extremo de la ciudad (aunque se dice que los extremos se unen), donde se encuentran otros de los patios ganadores, la estampa es la misma. Es decir, una Córdoba abarrotada y filas interminables de visitantes y cordobeses que se han tirado a la calle para vivir intensamente este engañoso fin de semana primaveral (por parecer más de pleno verano). Hablar de la España vaciada en Córdoba este fin de semana suena a ensoñación. O quizás sea que este fin de semana toda España se ha vaciado en Córdoba, que estaba a rebosar. En la calle Maese Luis 22, muy cerca de la Corredera, Luisa García explicaba pletórica que este año el máximo galardón del concurso, la Mención de Honor, ha sido para su patio, aunque también en otras ediciones ha sido premiado. Luisa explica que con esta mención se “reconoce el trabajo que se hace durante todo el año" para mantener en buen estado el patio, uno de cuyos baluartes principales es un enorme limón en espaldera al que complementa “la decoración con plantas de temporada, que le dan un colorido especial”. Un colorido y una imagen que se llevarán en la retina los cientos de visitantes que esperan su turno en la entrada, como Laura, que ha llegado desde Albacete a visitar a sus compañeras de estudios, que son cordobesas o Carolina y Begoña, que llevan media hora esperando su turno. Ambas se confiesan “reincidentes” en la visita al emblema del Mayo Cordobés, sencillamente porque  “es algo muy bonito”.

Integrantes de la Escola Portuguesa visitan los patios de Córdoba. A.J. GONZÁLEZ

Regar todas las flores que ocupan las paredes del patio ganador en Arquitectura Antigua, el de Tinte 9, supone unas tres horas diarias de trabajo, según explica Rafaela, que es quien le echa una mano a Ana Muñoz, la veterana dueña de la casa, una casa que también atesora a lo largo de la historia todos los premios posibles del concurso. “Desde los últimos 38 años no hemos faltado  ninguno al concurso”, explica Ana, que no deja de recibir elogios de vecinos y visitantes. Además “este año estoy más contenta porque ese rincón (señala hacia donde está el pozo) ha sido el que ha ilustrado el cartel del festival de patios” y completa su satisfacción la gran cantidad de visitantes que están recibiendo, “hasta los cordobeses, que otros años no vienen tanto, están viniendo”. Eso, como a todos los cuidadores, le colma de satisfacción, porque como decían Luisa, Francisca, Rafael y todos los demás titulares y mantenedores de este Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, se reconoce el trabajo que se hace por mantener cada año el listón a la altura del reconocimiento recibido de la Unesco. Una visitante, llamada Belén y llegada desde Pedro Muñoz en Ciudad Real, lo sintetizaba perfectamente: “Ver esto es una maravilla, esto requiere mucho cuidado y mucha dedicación. Hay infinidad de macetas y detrás de cada maceta hay muchísimo trabajo”.

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