Diario Córdoba

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análisis de las zonas empresariales

Los polígonos industriales resisten

La Torrecilla, Las Quemadas o Chinales destacan la capacidad de recambio en sus calles, con empresas que cierran y otras que abren

Tráfico en el polígono industrial de La Torrecilla. | A.J. GONZÁLEZ

En Córdoba hay alrededor de una decena de polígonos industriales. El más grande, en extensión y número de empresas y muy por encima del resto es el de Las Quemadas, pero el decano, el que se construyó primero (con todo lo que eso conlleva, sobre todo en lo negativo), fue el de La Torrecilla, que años más tarde vino a ampliarse con Amargacena. En los clásicos habría que incluir también a Chinales, El Granadal, Pedroches, Tecnocórdoba o el de Quintos, en la carretera del Aeropuerto. También está el polígono industrial de Los Ángeles, en la carretera de Alcolea, y aunque no sea un polígono propiamente dicho, el parque logístico de la carretera de Palma del Río se asemeja también a estos espacios, a los que formalmente se añade el parque científico-tecnológico Rabanales 21. La crisis del coronavirus fue un varapalo para estas zonas comerciales que, sin embargo, han sido capaces de resistir los envites y, a día de hoy, continúan concentrando gran parte de la actividad empresarial de la ciudad.

Tradicionalmente, los polígonos industriales han sido espacios alejados del núcleo urbano, casi siempre reservados a los trabajadores que allí se emplean, a los transportistas o a los proveedores. Esto no quiere decir que sean lugares sin vida, sino todo lo contrario, dado que entre sus calles se concentra una actividad netamente empresarial y el bullicio diario es constante. Además, desde hace años grandes cadenas migran sus tiendas a estos polígonos, donde la disponibilidad de suelo es amplia y existe la posibilidad de abrir espacios de enormes dimensiones. Esto ha supuesto que los polígonos pasen de ser lugares exclusivos para los sectores que allí se desarrollaban a espacios directos de venta al consumidor.

Las grandes demandas siempre han tenido que ver con la limpieza o con la seguridad

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Este hecho ha supuesto que salgan a la luz las carencias que siempre ha habido en los polígonos industriales y que los propios empresarios han denunciado durante años. Los responsables de los polígonos de Las Quemadas, La Torrecilla o El Granadal coinciden en señalar las mismas demandas, porque al fin y al cabo no existen grandes diferencias entre un polígono y otro (más allá de su ubicación o sus dimensiones). El alcalde de la ciudad, José María Bellido, se comprometió a destinar en cada presupuesto municipal un millón de euros para atender a los polígonos, además de a mejorar muchos aspectos que tienden a olvidarse en estas zonas, que también son barrios, como cualquier otro.

La limpieza, por ejemplo, ha sido durante años una de las grandes tareas olvidadas de la Administración. Algunos de los empresarios consultados aseguran que, en ocasiones, los polígonos se convierten en auténticos vertederos: «Si alguien deja un sillón en una calle, al día siguiente hay un sillón, una mesa, una frigorífico», ejemplifica de forma clara el presidente de Apreama (empresarios de La Torrecilla y Amargacena), Rafael Sandoval.

A la demanda de la limpieza, que el Ayuntamiento cubrió incluyendo a estas zonas en los planes de limpieza integral de Sadeco, también se une la de más seguridad. Cualquiera que haya ido a un polígono en horario comercial se habrá dado cuenta de que las normas de tráfico parecen ser distintas en sus calles. También el Ayuntamiento anunció más presencia policial, aunque los empresarios preguntados no han notado esta medida.

Estas zonas todavía cuentan con más de 200 hectáreas de suelo sin edificar

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Las mejoras de los accesos y más transporte público también son reclamaciones históricas. Hay polígonos muy bien conectados con las principales carreteras, como es el caso de La Torrecilla, pero otros lo tienen más complicado, como Las Quemadas (algo que está previsto que cambie con el proyecto de conexión de la autovía). Después está el tema del transporte público, que si bien se ha reforzado durante este mandato, también depende mucho de los propios trabajadores de los polígonos (que se cuentan por miles) y de los horarios de los que se disponga.

Empresas

Decir un dato exacto de cuántas empresas hay instaladas en los polígonos industriales de Córdoba es algo complicado, sobre todo por el recambio que suele existir (unas cierran y otras abren) y por la idiosincrasia de cada uno. Por ejemplo, cuenta el secretario técnico de los empresarios de Las Quemadas, Juan Ávila, que allí hay muchísima nave trastero que no funciona como empresa, pero que es un activo que como mínimo genera el dinero del alquiler.

Según las fuentes consultadas, en Las Quemadas hay alrededor de 800 empresas, aunque las naves superan el millar; en La Torrecilla-Amargacena (que son dos polígonos, esto no se puede olvidar) se supera el millar de negocios, mientras en Tecnocórdoba la cifra llega a las 400 y en El Granadal (uno de los más pequeños, pero también de los más accesibles para el público en general) se ronda el centenar de empresas.

Suelo sin edificar

Según el estudio Datos estadísticos del catastro de viviendas del municipio de Córdoba, elaborado por Antonio Torres Espino, en los polígonos industriales todavía queda suelo sin edificar, lo que supone que, mediante procesos administrativos, estas zonas tienen posibilidad de crecer. El estudio apunta que entre todos los polígonos industriales suman 216,68 hectáreas de suelo sin edificar, que se dividen en 179 parcelas. Es Las Quemadas el polígono con más espacio de este tipo disponible, más de 100 hectáreas en 49 parcelas. Le seguiría un polígono (o zona) que no se ha nombrado, pero que durante los últimos meses ha cogido relevancia, La Rinconada. Aquí se instalará la base logística del Ejército de Tierra, por lo que las 56,74 hectáreas disponibles (cuatro parcelas) ya pronto no lo estarán. También destacan las 26,96 hectáreas de suelo sin edificar en el polígono de La Torrecilla, que se organiza en 25 parcelas.

Al centrarse en las viviendas, el estudio citado también ofrece algún que otro dato curioso. Por ejemplo, del total de inmuebles que existen en los polígonos industriales, 182 son viviendas y el gran montante de inmuebles que existen tiene, obviamente, un uso industrial.

Esas viviendas se concentran en el polígono Tecnocórdoba, donde hay un gran edificio residencial (en el polígono están 114 de las 182 que hay en todas estas zonas), mientras en El Granadal hay 47; en Las Quemadas, 18; dos en la Torrecilla y una en Chinales.

Polígono industrial de Las Quemadas. SANCHEZ MORENO

Las Quemadas: A la espera de la conexión con la autovía A-4

Las Quemadas es el polígono industrial más grande de la ciudad. El secretario técnico de la asociación de empresarios de la zona (Quemasem), Juan Ávila, explica que, quizá por este gran tamaño, es un polígono con gran fluctuación de empresas, «unas cierran y otras abren», de ahí que, ahora mismo, la situación sea muy parecida a la que había antes de la pandemia. Ávila es de los que confía en el tirón de la base logística del Ejército para completar la vida de las zonas industriales, por lo que cree que tanto Las Quemadas como el resto se beneficiarán de que Córdoba sea sede de este espacio. En cuanto a las empresas que operan en el polígono, predominan las micro, las que tienen como máximo cinco trabajadores. Una de las grandes demandas de este polígono es una mejora del transporte público, pero hay una aspiración mayor: que toda la carretera que va hasta Rabanales sea una vía urbana que pueda pasearse para que el polígono esté más integrado en la ciudad. Además, marcha a buen ritmo el proyecto que permitirá conectar Las Quemadas con la autovía A-4, una de las grandes peticiones de los empresarios.

Vista de los polígonos industriales La Torrecilla-Amargacena. A J GONZÁLEZ

La Torrecilla-Amargacena: Dos en uno y una atención directa al consumidor

Rafael Sandoval es el presidente de Apreama, la asociación de empresarios que aglutina a los polígonos de La Torrecilla (el primero de la ciudad) y Amargacena. Recuerda que la irrupción del covid «vino mal, no, lo siguiente» a las empresas del polígono, que ya se reponen del varapalo, aunque reconoce que la mayoría de las que cerraron (pequeñas empresas) no han vuelto a abrir sus puertas. No son pocas, además, las empresas que abogan por instalarse en la zona, dada su fantástica conexión por carretera, aún así, no hay disponibilidad de grandes parcelas, algo que sí ocurre, por ejemplo, en Las Quemadas. En cuanto a las peticiones de los empresarios de estos polígonos, habla también de la necesidad de potenciar el transporte público, sobre todo teniendo en cuenta que cada vez hay más empresas que tienen venta directa al consumidor. Una reclamación recurrente es la de más presencia policial, demanda que se repite en la mayoría de polígonos, así como una mayor intensidad en la limpieza por parte de Sadeco, dado que muchas veces, recuerda Sandoval, se usan los polígonos como lugar de abandono de enseres.

Polígono industrial de Chinales. A.J. GONZALEZ

Chinales: El recambio asegurado con la instalación de nuevas empresas

El empresario Antonio Navarro preside la asociación en Chinales, uno de los polígonos industriales más cercanos al núcleo urbano. «Este polígono tiene muchos años y siempre ha ido más o menos bien», explica Navarro, que reconoce que con el covid cerraron muchos negocios, pero que ahora está viendo cierta recuperación en las calles de la zona. «Seguimos luchando porque la mayoría somos autónomos y es lo que tenemos que hacer», manifiesta este empresario que también cuenta que hay «recambio», que si una empresa sale otra suele entrar. Las demandas para el polígono industrial de Chinales son similares a las del resto de espacios del mismo tipo que hay en la ciudad. Navarro sí hace referencia a algunos aspectos de tráfico, relacionados con badenes o con la adaptación de semáforos. Sobre el tráfico en los polígonos, que a veces puede llegar a ser caótico, el Ayuntamiento anunció hace tiempo más presencia policial, sin que ningún polígono crea que se ha llevado a cabo. Otra de las peticiones que hacen desde la asociación de empresarios de Chinales es un sucursal bancaria, dado que la que había de Cajasur cerró y entienden que es necesario en una zona netamente empresarial.

Polígono industrial de El Granadal. A.J.GONZÁLEZ

El Granadal: La necesidad imperiosa de mejorar los accesos

El Granadal es el polígono industrial más cercano al núcleo urbano. El presidente de la asociación de empresarios de la zona, Antonio Marín, recuerda que muchos negocios tuvieron que cerrar durante los peores meses del covid, como algún que otro de joyería, pero entiende que si alguno de ellos ya no ha vuelto a abrir tiene que ver más con la jubilación que con la pandemia. Marín le saca los colores al Ayuntamiento y cree que el polígono de El Granadal no está lo suficientemente cuidado. No entiende cómo no se ha mejorado el acceso (insiste en que no es lógico que la mayoría de transportistas tengan que usar el parking del Carrefour para atravesar por tal de no dar la vuelta) y critica la falta de limpieza y el crecimiento de la vegetación en ciertas zonas del polígono. «Yo no quiero una alfombra roja», explica Marín, que añade que lo que se busca son «condiciones dignas para trabajar». Necesitan también más aparcamiento y más zonas de carga y descarga y señala directamente al presidente de la Gerencia de Urbanismo, Salvador Fuentes, a quien acusa de hablar mucho y no solucionar los problemas.

Naves del polígono industrial Tecnocórdoba. A. J. GONZÁLEZ

Tecnocórdoba: Una ampliación con vida e historia propias

Fusionado con Las Quemadas, el polígono industrial Tecnocórdoba es, curiosamente, el que más viviendas tiene de todos los de la ciudad. En cuanto a la parte empresarial, el presidente de la asociación que engloba a los negocios de Tecnocórdoba, José María Jurado, explica que ahora mismo hay alrededor de 400 empresas, teniendo en cuenta que algunas tuvieron que cerrar debido a la crisis del coronavirus. Todavía existe capacidad para crecer, pues hay suelo no construido, aunque cuenta Jurado que sí está ya en manos privadas que podrían explotarlo de alguna u otra forma. Jurado es de los que más alaba el trabajo de la administración, recordando que hubo cierta apuesta por mejorar las líneas de Aucorsa que llegan hasta los polígonos industriales y que también se han llevado a cabo algunas medidas en cuanto a la reducción de la velocidad para los vehículos. Junto con Las Quemadas, Tecnocórdoba es uno de los polígonos con más venta directa al público, lo que implica un acercamiento de la ciudad a unos espacios que, antaño, parecían estar reservados solo para trabajadores y para proveedores.

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