Diario Córdoba

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UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA / RELEVO DEL EQUIPO RECTORAL

Elecciones en la UCO: ¿Qué saben y qué quieren los alumnos?

Casi 17.000 estudiantes de la UCO están llamados a las urnas el próximo 19 de mayo, pero la mayoría están ajenos al proceso

Alumnas de primero de Enfermería. CÓRDOBA

El pasado 25 de abril, el presidente de la comisión electoral de la Universidad de Córdoba (UCO), Lorenzo Salas, enviaba un mail a los casi 17.000 estudiantes de la UCO para informarles de la convocatoria de elecciones a rector/a y de las fechas importantes del proceso, como la publicación del censo, la fecha de presentación de candidaturas y la jornada de votación, que tendrá lugar el próximo 19 de mayo.

Además, les detallaba la dirección web donde quien lo desee puede consultar la información relativa a las elecciones (https://www.uco.es/eleccionesrector/). Cuatro días después, gran parte de los alumnos consultados no habían tenido tiempo de leer el mail aunque la mayoría ha oído campanas de que pronto habría elecciones.

Alumno de tercero de Medicina.

Encontrar un alumno/a que no forme parte de un órgano de representación de la UCO y que sepa quién es su rector es una tarea complicada. Muchos confunden su figura con la del decano de la facultad, a quien han visto alguna que otra vez, pero muy pocos pueden dar el nombre correcto de la cabeza visible de la institución. Según un grupo de estudiantes de primero de Ciencias de la Educación (un centro con 2.357 alumnos) que se incorporaron a la Universidad en plena pandemia, no reciben suficiente información. «El primer día nos hicieron un recorrido online en una videoconferencia, pero con eso te quedas muy perdida, se nos pide que resolvamos todo en internet solos y si tienes dudas, en Secretaría no te hacen mucho caso», comentan, «nos llega algo del Consejo de Estudiantes, pero poco más». De momento, no han oído hablar de quiénes son los candidatos ni tampoco se han decidido a averiguarlo. Forman parte de una generación que recibe una cantidad ingente de información a través de las redes sociales y otros canales, pero rara vez la buscan de forma proactiva en otras fuentes.

Estudiantes de tercero de Medicina. ARACELI R. ARJONA

En la cafetería de Enfermería, un grupo de primero hace una pausa entre clase y clase. «Sé quién es el rector, sé que hay elecciones, pero no sé cómo se llama ni quiénes se presentan», confiesa una de ellas, «estamos preparando exámenes, haciendo trabajos y con muchas cosas en la cabeza, no hay lugar para más, no es el momento». A su lado, otra compañera añade: «Yo tampoco sé quién es ni qué hace el rector que nos ataña a nosotras, nos bombardean con correos pero a veces ni los abro». Al hablar de aquello que les gustaría mejorar, todas tienen propuestas. «Que den más clase y menos conferencias, que se preocupen de que nos estamos enterando de lo que hablan y nos den más opciones para preguntar», comentan, «hacen falta más prácticas y menos teoría y unos horarios mejor diseñados porque hay asignaturas con mucha materia y muy poco tiempo y asignaturas marías que no sirven para nada».

Alumnos de tercero y cuarto de Derecho.

Esa es una queja que se repite entre estudiantes de distintos grados, descontentos con los planes de estudios. Carlos, de 3º de Medicina, no sabe quién es el rector ni está entre sus prioridades averiguar posibles sucesores. Está más preocupado por sacar las asignaturas y se queja de la falta de prácticas. «Hay prácticas que se han cancelado y se han sustituido por teoría, sin explicación, en pandemia se podía entender pero ahora ya no», señala, «luego hay materias sobredimensionadas y otras que deberían tener más horas y se despachan muy rápido». Fernando y David, también de 3º de Medicina, atinan en que el rector es profesor de Veterinaria. Uno de ellos lo vio en el colegio mayor. Se repite la misma queja. «Necesitamos más prácticas, la Medicina es algo más que teoría, y hay asignaturas que sobran porque no tienen utilidad ninguna».

Alumnas de Ciencias de la Educación. ARACELI R. ARJONA

En la facultad de Filosofía y Letras, los pasillos están llenos de alumnos, muchas chicas que son mayoría aplastante en el centro. A una estudiante de Gestión Cultural le suena el apellido del rector y ha oído hablar de la candidata. Confían en que antes del 19 de mayo les llegará más información. Como el resto de encuestados, nadie sabe si votará ni a quién votará si se da el caso. Echan en falta más especialización en el grado que estudian, de reciente creación, con asignaturas compartidas con otras carreras y poca especificidad, aseguran. Ellas y otras alumnas de Traducción e Interpretación, que estudian en el mismo edificio, señalan las deficiencias tecnológicas del centro, donde el wifi va y viene como el Guadiana. «El edificio es antiguo y eso condiciona los medios, somos conscientes, pero la falta de conexión a internet nos limita», señala una estudiante, que considera que teniendo encanto el espacio, cuentan con recursos obsoletos e incómodos para su desarrollo académico. Sentadas en un pasillo para compartir las fórmulas de traducción al francés más apropiadas, destacan el compromiso de los docentes, muy implicados con la formación, y los desajustes del plan de estudios, «en el que sobra tiempo para algunos temas y falta para otros».

Estudiantes del grado de Gestión Cultural.

En la facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales es difícil encontrar alumnos el jueves. Muchos han adelantado el puente y los pasillos están desiertos a excepción de un grupo de 3º y 4º que han terminado una clase. Cuando pregunto por el rector y los candidatos, solo uno de ellos, Antonio, da los nombres y apellidos, aunque luego aclara que forma parte del Consejo de Estudiantes y ha tenido la oportunidad de conocerlos. El resto no está al tanto. «Tenemos muchas cosas en qué pensar y no prestamos mucha atención a ese tipo de asuntos», comentan. Probablemente, ni siquiera acudan a votar. En cuanto a su centro, se quejan de las instalaciones. «Tenemos las mismas bancas que había hace 30 años y conectarse al wifi a veces es una odisea». Como en otros centros, están preocupados por las cuestiones prácticas del día a día más que «las altas esferas de la Universidad». Según Juanjo Morente, presidente del Consejo de Estudiantes, es la tónica general y tiene su explicación. La Universidad para los estudiantes no es como para los docentes o el PAS, que permanecen ligados durante años a la institución, sino un lugar de paso que no sienten que puedan cambiar a corto plazo. Al principio, tardan en aterrizar y cuando empiezan a ubicarse, se van de Erasmus o acaban la carrera. Por eso es el Consejo de Estudiantes el que traslada las propuestas a los candidatos. «Intentaremos movilizar a la gente para que vote y daremos información a través de grupos de whatsapp y en Twitter y en Instagram (@ceuco)». Por si alguien quiere saber más.

Estudiantes de Traducción e Interpretación.

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