Las 16 familias que conforman las cuatro plantas del bloque número tres de la Calle Pocito, en el barrio de la Fuensanta, disfrutan desde el mes de marzo tras once años de espera de su nuevo ascensor, que era lo fundamental para los vecinos, gracias a la Junta de Andalucía, que ha contribuido con el 75% del coste de esta remodelación.

En esta remodelación también se ha llevado a cabo una mejora de las canalizaciones del agua ya que al interferir en el foso del ascensor ha habido que remodelarlas y una mejora en instalación eléctrica, las zonas comunes y la iluminación. “Tan sólo hay que ver el portal con mucha más luz, la mejora de accesibilidad y la calidad de vida que se les ha otorgado a estos vecinos”, declara Cristina Casanueva, delegada de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio.

Además, se ha llevado a cabo una reforma en la entrada al portal, en la que se ha construido y mejorado una rampa, la cual se ha ensanchado y a la que se le ha añadido un posa manos, adecuándose así a la vigente normativa y facilitando la accesibilidad a las viviendas. “El objetivo primordial era mejorar la calidad de vida de estos vecinos”, expresa Cristina Casanueva.

Eran muchos vecinos que por diversos motivos les resultaba imposible o le requería un gran esfuerzo salir a la calle. Hoy eso ya ha quedado en el olvido y disfrutan de una calidad de vida que se ha hecho esperar, pero ‘todo lo bueno tarda en llegar’.

Y es que la tardanza se debe a un problema administrativo interno de la comunidad con las tramitaciones correspondientes debido a los responsables y encargados de la administración de esta. “En un año y medio se ha conseguido lo que en once no porque no se ha podido o no han querido que se pudiese”, expresa José Antonio Guisado, vecino del edificio.

Así, José Antonio confirma que la “mejora es abismal ya que había personas mayores que no podían subir y bajar con comodidad y a las cuales los vecinos ayudábamos. Nos ha cambiado la vida por completo”.

Vecino del bloque 3 de la Calle Pocito Antonio Jesús González

Han sido once años de espera para que los vecinos de la Calle Pocito y los 29 proyectos restantes que se han llevado a cabo puedan disfrutar de las mejoras en sus zonas comunes y ese ascensor que tanto anhelaban tener y que les ha otorgado una calidad de vida que veían imposible tener, pero que con paciencia y lucha han logrado tener y que seguramente disfruten de ella por mucho tiempo.