El Ayuntamiento de Córdoba ha procedido este lunes a la retirada de las tres pinturas que adornan el retablo religioso de la calle Lineros para su restauración. Se trata de uno de los primeros pasos de una reforma profunda de este altar, que data del año 1801 y que estaba en muy mal estado.
Según ha explicado la delegada de Casco Histórico, María Luisa Gómez Calero, las pinturas, que representan a San Rafael (en el centro, y de mayor tamaño) y a San Acisclo y Santa Victoria (de menor tamaño y uno a cada lado del arcángel), son obra de Rafael Díaz y datan de 1936 y 1937.
Han estado cubiertas con cristales, que se han roto y habrá que reponerlos, y enmarcadas en unos marcos que también han dejado notar el paso del tiempo y cuyo color se recuperará.
Gómez Calero ha explicado que lo primero que se ha percibido en las pinturas es, sobre todo, acumulación de suciedad, pero no así pérdida de tensión en los lienzos, por lo que todo apunta a que están en mejores condiciones que las que pueda parecer a simple vista.
