Diario Córdoba

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CRÓNICA POLÍTICA

Las despedidas de abril

El mes que le hurtaron a Joaquín (a secas) despide a la mujer que lo ha sido casi todo en política: Rosa | Se celebran 30 años de AVE, el tren que no perdieron los cordobeses

Rosa Aguilar abraza a Juan España, tras anunciar el jueves que dejaba la política activa.

Rosa Aguilar, la mujer que lo fue todo en Córdoba, ha marcado la agenda política de la semana con el anuncio de su jubilación. Tras unos años de discretísima presencia pública y justo 12 años después (menos dos días para ser exactos) de que su carrera política diera un giro de 360 grados. La exalcaldesa, exconsejera y exministra volvió a elegir abril para decir adiós. Un 23 de abril de 2009 anunció que dejaba la Alcaldía de Córdoba y a la que hasta entonces había sido su formación política, Izquierda Unida, para irse a la Junta de Andalucía con el socialista y entonces presidente andaluz José Antonio Griñán, y el 21 de abril de 2022 anunció que dejaba «la primera línea política» después de 35 años encadenando cargos y responsabilidades públicas.

Rosa Aguilar, Rosa a secas durante muchos años en Córdoba (rosismo, para algunos, su forma de hacer política), se apea de la vida pública con un PSOE en pleno corte y confección de sus listas electorales para unas elecciones andaluzas que Juanma Moreno sigue sin convocar --pedazo de margarita-- aunque ya, sí que sí, serán antes del verano (para septiembre, ha dicho el presidente andaluz dándose ya por ganador, quiere tener un nuevo gobierno con o sin Vox).

El secretario general de los socialistas, Juan Espadas, que visitó Córdoba el jueves, dijo, antes de ir a la Cata del Vino, que el nuevo PSOE que representa y deja atrás la etapa de Susana Díaz (también Susana a secas en sus años de susanismo) debe traducirse en la renovación de un 70% de las candidaturas. Ahí es nada. Con ese porcentaje, de los 33 diputados que le dieron las urnas a los socialistas en diciembre del 2018 solo repetirían 10. Saquen la calculadora y echen cuentas sus señorías.

Estos días las agrupaciones socialistas han propuesto candidatos siguiendo las directrices de los estatutos del partido y las sugerencias de sus direcciones provinciales. A buen entendedor... La larga nómina forzosamente debe incluir los nombres previstos en las quinielas oficiales (Isabel Ambrosio, Esteban Morales y Ana Romero, entre otros) y terminará despejando la incógnita del futuro de personas como Juan Pablo Durán, que tuvo todo el poder en su día para hacer listas, o Soledad Pérez. En la capital los nombres apuntados por las agrupaciones han sido los de Víctor Montoro, Esther Ruiz, Soledad Pérez, Ana Romero, Esteban Morales, Juan Pablo Durán e Isabel Ambrosio.

El viernes 29 de abril se conocerán oficialmente todos los nombres, cuando el comité director del PSOE-A, máximo órgano entre congresos, consagre las candidaturas definitivas. De confirmarse el salto a la escena andaluza de la portavoz municipal Isabel Ambrosio, los socialistas cordobeses tendrán que ponerse en serio a pensar quién será su próximo candidato a la Alcaldía porque el tiempo del mandato va tocando a su fin.

Quienes tienen aún más prisa por conseguir número 1 para las andaluzas son los de las confluencias de izquierdas (de momento, IU y Podemos, al caerse del carro Más País). Si en 2018 concurrieron con el respetado dirigente de IU Antonio Maíllo y la carismática Teresa Rodríguez (que estará al frente del nuevo Adelante Andalucía, su ya cuarto partido), en 2022 aún no han decidido quién será el cabeza de cartel. Podemos está postulando al diputado de Unidas Podemos por Cádiz en el Congreso y guardia civil de profesión, Juan Antonio Delgado --«sí, soy guardia civil y de izquierdas», afirma--; mientras que en IU la apuesta lógica sería la de Toni Valero, su coordinador regional, si bien es un perfil similar al de la ecijana Nuria López, secretaria general de CCOO-A, el que buscan.

La semana en la que celebramos que se cumplen 30 años del primer trayecto del AVE Madrid (Puerta de Atocha)-Sevilla (Santa Justa) con parada en Córdoba --recuerden siempre los más pesimistas que en eso la ciudad no perdió el tren y que para más inri hasta paró en Los Pedroches--, esta semana, decimos, la ciudad recupera su mayo festivo, como es tradición en abril, y vuelve la Cata del Vino con sus colas y sus cogorzas, mucho más recatadas, eso sí, que las de las primeras ediciones, cuando no teníamos ni el parvulitos de enología. Ahora la gente, doy fe, menea el catavinos para ver la lágrima del generoso.

El alcalde, José María Bellido, dispone ya de unos presupuestos para culminar el mandato e ir cerrando los proyectos que tendrá que presentar a la ciudadanía cuando toque ir de nuevo a las urnas el año que viene. Antes tendrá que pacificar el ambiente muy caldeado de la casa madre. Capitulares es una olla a presión y los sindicatos protestan por la situación de los empleados municipales de los museos (anunciaron más paros en mayo, aunque la semana que entra habrá negociación), por el colapso de los servicios sociales comunitarios, por los 200.000 euros que tienen que devolver 160 bomberos o por el incremento de bajas por ansiedad que se están produciendo, según CTA, en la plantilla. Ojo.

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