Este martes ha tenido lugar la presentación, en el Centro de Magisterio Sagrado Corazón, adscrito a la Universidad de Córdoba, del programa de ayuda educativa a familias ucranianas, puesto en marcha por dicha institución como respuesta a la llegada de familias refugiadas ante el conflicto entre Ucrania y Rusia.
Dicho acto ha contado con la presencia del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, quien también es presidente del Sagrado Corazón; el director adjunto del centro, Jesús Poyato; el alcalde, José María Bellido y el rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez Villamandos.
Según cuenta Jesús Poyato, esta iniciativa comenzó el 23 de marzo como respuesta inmediata a "la oleada de familias ucranianas que llegan a Córdoba huyendo de la guerra, por lo que vimos que debíamos encontrar una manera de ayudar". De este modo, se puso en marcha un programa de apoyo educativo que consta de clases de castellano, impartidas en inglés, "para que estos alumnos puedan defenderse mínimamente en su día a día", explica Poyato, así como refuerzo de las lecciones que cada alumno aprende en el respectivo centro educativo al que ha sido destinado.
Los alumnos se reparten en varios grupos según edades; de 0 a 6 años, de 7 a 12 años y de 12 años en adelante. Estos acuden al Sagrado Corazón los martes y los jueves, en horario de 17.00 a 19.00 horas. En ese periodo reciben las clases de castellano, impartidas en inglés, así como el refuerzo pedagógico que necesiten. Asimismo, cuentan con profesionales del centro para ofrecerles apoyo y seguimiento psicológico. En dicho itinerario participan 20 profesores voluntarios del Sagrado Corazón, de los departamentos de filología hispánica e inglesa, así como de las áreas de pedagogía y psicología, junto al apoyo de profesores externos, ex alumnos del Sagrado Corazón. Estos acompañan a los alumnos que, además, reciben una merienda donada por los supermercados Piedra.
"Contactamos con los docentes de cada uno de los centros de Córdoba donde están escolarizados estos alumnos, para preguntarles a cerca de sus necesidades educativas y poder ofrecerles el refuerzo", explica Jesús Poyato. "Se trata de una experiencia muy gratificante para ellos, ya que han pasado por muchas dificultades, pero también para los profesores voluntarios, que lo reciben como una forma de aprendizaje en sus carreras", añade el director.
Apoyo a las madres
Esta iniciativa no solo se enfoca en los menores, ya que también se centra en el bienestar de las madres con cursos de castellano, que estas mujeres ucranianas reciben los miércoles por la mañana, de 10.00 a 12.00 horas. Una experiencia que, según Poyato, ha ayudado a mejorar sus vidas. "La respuesta que nos trasladan es que están muy agradecidas por esta iniciativa y que se sienten muy a gusto. Hay que tener en cuenta que sus maridos están lejos, luchando en la guerra", apunta el director.
Este programa permanecerá activo hasta julio y se reiniciará en septiembre, coincidiendo con el periodo escolar. "Todo depende, claro, de la duración del conflicto", expone Jesús Poyato.
