Diario Córdoba

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Entrevista
Alexander Dolgov Sacerdote ortodoxo en Córdoba

"Nunca pensé que el conflicto entre dos países vecinos llegaría a esta barbarie"

El sacerdote ruso Alexander Dolgov está al frente de la única iglesia ortodoxa en Córdoba

El sacerdote ortodoxo ruso en Córdoba Alexander Dolgov.

El sacerdote ortodoxo ruso Alexander Dolgov vive en Córdoba desde 1993, está al frente de la única iglesia con servicio para esta confesión religiosa, mayoritaria en Ucrania, en la ciudad y desde hace casi seis años ofrece esta liturgia en un local cedido por la Diócesis de Córdoba junto a la iglesia de la Inmaculada, en el barrio de Ciudad Jardín. Dolgov, que forma parte del Patriarcado Ecuménico, espera que los refugiados ucranianos que están llegando a Córdoba comiencen a compartir su fe en este recinto, junto a los casi 400 ciudadanos que pertenecen a esa religión en Córdoba, lo que todavía no ha sucedido quizá “por desconfianza en mi nacionalidad rusa”, aunque es español desde hace tiempo.

-Como sacerdote y ciudadano ruso, ¿cómo está viviendo esta situación?

-Tengo la nacionalidad española, lo que no impide que me sienta ciudadano ruso, por lo que todo este conflicto me está removiendo el alma. Los primeros días me costó creer lo que estaba pasando, nunca pensé que el conflicto entre dos países vecinos llegará a esta barbarie, me parecía que estaba soñando, una pesadilla. No tengo palabras para expresar lo que siento, solo puedo hablar de desesperación y dolor porque no entiendo cómo pueden echar a ciudadanos de sus propias casas. Yo conozco ese pueblo y es gente maravillosa. 

-¿Qué ve ahora en los ojos de sus fieles?

-Los veo muy distintos desde que empezó este conflicto, pero también estamos más unidos que nunca en la oración y en la ayuda al pueblo ucraniano, del que hay muchos fieles en Córdoba junto con moldavos, griegos, rusos, georgianos, bielorusos y españoles… Muchos me preguntan qué pueden hacer en estos momentos, cómo ayudar. Yo siempre les digo que lo único que podemos hacer es contribuir con ayuda humanitaria o cargar camiones, además de rezar para que esto pare. 

El sacerdote ortodoxo ruso en Córdoba Alexander Dolgow con algunos de sus fieles. MANUEL MURILLO

-Su iglesia es la única a la que pueden acudir a rezar los ortodoxos ucranianos. ¿Están llegando los refugiados de ese país?

-De momento, no. Pero la iglesia ortodoxa está abierta a todos ellos. Aquí hablamos de Dios y no de política. No quiero hablar de política en la iglesia.

No soy profeta para ver el futuro, pero creo que se despertará de esa pesadilla. Tengo fe en que todos recuperemos la libertad

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-¿Cree estos ciudadanos pueden sentir prejuicios por su origen ruso?

-No sabría decirlo, no puedo entrar en sus cerebros. Nosotros también venimos de una vida dura y creo que hay mucha desinformación y se puede pensar que la iglesia rusa apoya a su país, pero nosotros no pertenecemos al Patriacado Ruso, sino al Patriarcado Ecuménico.

-¿Se necesita la religión más que nunca?

-Ahora tenemos que agarrarnos a la espiritualidad, que es lo que nos da la Iglesia. Lo material no nos lleva al buen camino, nos lleva a la guerra. 

-Los ortodoxos celebran la resurrección de Jesucristo el domingo 24 de abril, ¿cree que este año su iglesia acogerá a más fieles?

-Yo creo que sí, quiero pensar así. Aunque he sabido que los refugiados ucranianos quieren reunirse con un sacerdote griego católico, pero son iglesias y ritos diferentes y creo que eso no es correcto. Pienso que es un problema de desconocimiento o quizá de desconfianza, pero la gente debe saber que nuestras puertas están abiertas a todos ellos. 

-¿Qué futuro le ve a esta situación?

Yo no soy profeta para ver el futuro, pero creo que se despertará de esa pesadilla. Tengo fe en que todos recuperemos la libertad.  

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