Diario Córdoba

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ACTIVIDAD DE CRUZ ROJA

Los mayores, camaleones del siglo XXI

Casi 300 personas acuden a una ponencia teatralizada por la actriz Elia Sánchez titulada 'Cómo hemos cambiado'

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Cuéntame cómo hemos cambiado Rafi

Casi 300 mayores han asistido la mañana de este miércoles a una actividad organizada por Cruz Roja en la que la actriz Elia Sánchez ha ofrecido una ponencia teatralizada bajo el título Como hemos cambiado. Si como dijo Stephen Hawking, la inteligencia es la capacidad del ser humano para adaptarse a los cambios, los mayores del siglo XXI, deben estar entre los más inteligentes, ya que han dado pruebas de sobra de ser auténticos camaleones. Sánchez, caracterizada como la Rafi, ha recordado en tono de humor a los asistentes los retos a los que su generación se ha enfrentado desde que nacieron, la mayoría en plena posguerra, hasta el día de hoy, tras una pandemia mundial.

Según Nati, cordobesa de 70 y pocos años, la vida ha cambiado en todos los sentidos. "Cuando yo nací, lo único que se hacía era trabajar en el campo de sol a sol, yo era de un pueblo y no salías para nada de allí, no sabías lo que era un cine, ni el mar ni nada de nada, la vida era el trabajo", explica, "luego me casé y me fui con mi marido a Alemania y bendita la hora". En su opinión, las mujeres son las que más han cambiado en estos años. "Las mujeres hemos cogido nuestro sitio, porque antes no lo teníamos, antiguamente era el hombre el que entraba y salía mientras la mujer paría y se dedicaba a criar hijos, ahora hemos dicho que somos personas y que queremos estar en el mundo como ellos". Casada y madre de tres hijos, cree que ella es un ejemplo de esa capacidad de adaptación. "Yo me fui a Alemania sin saber nada de lo que me iba a encontrar, recién salida del pueblo, eso era otro mundo, hubo que cambiar por fuerza y lo hicimos". Ahora se alegra porque "nos abrió mucho la mente y eso siempre viene bien".

El mundo de ahora va demasiado rápido

"La velocidad del mundo de hoy" es lo que más está costando a los mayores de ahora. "En nuestra época de juventud, la sociedad tenía otro ritmo, se hacían las cosas más pausadamente, no como ahora, que todo va a marchas forzadas y con mucho estrés todo el mundo, ese correr y correr y hacer de todo en poco tiempo", comentan María, Inmaculada y Trini, un grupo de amigas presentes en la representación de la Rafi.

María echa de menos "la cercanía que había antes a nivel de vecinos, de familia, ahora creo que todo es mucho más impersonal". Por otra parte, creen que los mayores y, en especial, las mujeres han ganado "en relaciones sociales, antes la mujer estaba discriminada y ahora hay una amplia oferta de posibilidades". No había más que ver la sala del Rectorado, donde se ha celebrado la ponencia, para comprobar que son ellas, privadas durante años de ese punto de socialización, son ahora las más interesadas en aprovechar lo que la vida les pone por delante, independientemente de la edad que tengan. Según Trini, cuando se jubiló decidió que "empezaba la época de la tortuga porque durante toda la vida, con la casa, el trabajo, los hijos, hemos corrido tanto que ahora creo que nos merecemos ir un poco más despacio". En su opinión, "ahora hay demasiadas cosas digitales, a las que nos hemos adaptado por necesidad, pero falta más comunicación interpersonal, en eso los cambios creo que han sido para peor".

En primera fila, Cándida Ruiz, presidenta de Cruz Roja, con trabajadoras de la entidad. A. J. GONZÁLEZ

Nuevas tecnologías

Tod@s coinciden en que, lejos de ser nativos digitales, los cambios continuos que implican las nuevas tecnologías van "un paso por delante de nuestra generación y eso es algo que los jóvenes muchas veces no entienden", comenta Rafael, mayor y voluntario de Cruz Roja para el acompañamiento de las personas cuidadoras. Conocedor de la realidad de las personas mayores, considera que "la soledad que sufren muchas personas a partir de cierta edad, cuando dejan de ser independientes, y la necesidad de muchas familias de recurrir a las residencias es algo que supone un cambio radical al que cuesta adaptarse, ya que antiguamente, los padres sabían que a la hora de la vejez, estarían con sus hijos".

Padres e hijos

La comunicación entre padres a hijos ha cambiado por completo. "Ahora hay más confianza para hablar de todo y eso es bueno porque no hay tantos tabúes como antiguamente, pero veo también que hay hijos que abusan de los padres porque dan por hecho que tienen que estar ahí para todo lo que necesiten", comenta Carmen, "antes había temas que no se tocaban entre padres e hijos y a la vez había más respeto, los cambios siempre traen cosas buenas y malas aunque depende de cada familia".

Relaciones entre hombres y mujeres

La relación entre hombres y mujeres es otro de los elementos en los que la vida ha dado un giro de 180 grados. Juan y Joaquina, un matrimonio asistente a la representación, han destacado la evolución que han experimentado las mujeres, "que hemos ganado en libertad en todos los niveles" y también la de los hombres que, según Juan y otros varones consultados, "hemos entendido que la igualdad es muy importante y que hay que renunciar a una parte de esa comodidad que tenían los hombres antiguamente para compartir las tareas de la casa". Los hombres que se han comprometido en esa tarea, según Juan o Rafael, "han salido ganando porque antes cuando un hombre se quedaba viudo no sabía ni freír un huevo y ahora, cada vez más, sabemos manejarnos porque hemos aprendido".

Y como colofón, la pandemia

Una niñez de posguerra, una juventud de relativa prosperidad y mucho trabajo y una vejez para disfrutar que tuvo que ser aplazada por una pandemia mundial. "El covid nos ha rematado y nos ha robado un par de años para salir y entrar, pero también a eso nos hemos adaptado y hemos aprendido a comunicarnos a distancia con las pantallas", afirma Antonio, de 76 años, "los que seguimos aquí sabemos que no hay tiempo que perder, que hay que aprovechar todo lo que se pueda".

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