El grupo municipal de Podemos Córdoba ha criticado varios de los puntos del orden del día del consejo rector de la Gerencia de Urbanismo al considerar que "venía cargado de propuestas con un marcado carácter ideológico y religioso-católico, muy poco adecuado para un Estado laico como el que estamos, donde se deberían tratar por igual a todas las confesiones, o mejor dicho dejarlas en general a un lado para no tener que imponer ninguna de ellas a ciudadanos y ciudadanas de todas las creencias o de ninguna", según ha expuesto la portavoz, Cristina Pedrajas.

En este sentido, desde Podemos han criticado que se llevara a votación la concesión al Obispado de un terreno público de 2.244 metros cuadrados en la nueva zona de Turruñuelos, para construir un equipamiento de uso religioso y cultural, "o lo que es lo mismo una iglesia con muchas dependencias para otros usos aparte del culto religioso". En este punto Pedrajas ha pedido que se dejara sobre la mesa por seguridad jurídica para los consejeros, si bien el presidente, Salvador Fuentes, optó "por que se votara y salió adelante con un voto de diferencia".

La portavoz de la formación morada teme que esa concesión pueda ir en contra del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y más concretamente del Plan Parcial aprobado en 2005 para este Sector O1 donde se prevé la ejecución de 1.800 viviendas, si bien a día de hoy hay unas 600 finalizadas, en construcción o tramitándose la licencia, pero sin ningún equipamiento público construido ni en construcción.

"No es coherente ni admisible desde el punto de vista urbanístico, social y de gestión de la ciudad que antes de ejecutar equipamientos públicos necesarios por norma urbanística se ceda una parte de las reservas de esos terrenos para un equipamiento privado", ha indicado Pedrajas para añadir que "una vez más este gobierno municipal se salta a la torera el cumplimiento del Reglamento de Participación Ciudadana, que debería haber sido consultado sobre el destino de ese terreno".

Denominación de calles

Pero para Podemos, lo "verdaderamente esperpéntico" llegó en el apartado de Inspección Urbanística donde se propusieron denominaciones y redenominaciones de calles y plazas, y salieron a la luz nombres directamente relacionados con la religión católica, entre cofrades, cofradías, santos o religiosas. El propio presidente optó por dejar algunos de ellos para más adelante, "quizá consciente de la polémica que iban a suscitar".

Según Podemos, Pedrajas "ha dado a probar de su propia medicina a quienes defendían mantener determinadas calles franquistas por lo que ellos denominaban tradición". Y es que la Ordenanza reguladora de la denominación de las calles, de 2008, señala en el artículo 9 que "se mantendrán los nombres actuales que se hayan consolidado por el uso popular. Las modificaciones de nombres preexistentes sólo procederán en aquellos supuestos que se hallen debidamente justificados en la proposición, y serán ponderados por el Ayuntamiento, atendiendo a los posibles perjuicios que pudieran derivarse para los vecinos afectados por dicha modificación".