El juzgado de lo Contencioso Administrativo 4 de Córdoba da la razón a Cosmos y falla contra la resolución de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) que denegó a la cementera cordobesa la autorización administrativa o licencia para la valorización de residuos, una actividad que, por otro lado, la empresa hace desde hace años. La sentencia llega un mes y medio después de que Cosmos declarase un ERE y llegase a un acuerdo con su plantilla cordobesa, por el que se aprobó el despido de 18 trabajadores y el traslado de 13 más a otras fábricas, de modo que en la planta solo se han quedado otro 18 empleados. La Gerencia Municipal de Urbanismo --y eso será un punto clave-- y Ecologistas en Acción, como codemandado, pueden recurrir el fallo.

Cosmos, además de biomasa, valoriza residuos no peligrosos para su uso como combustible alternativo en la fabricación de cemento desde diciembre del 2016.

Estos hechos se remontan al año 2018, cuando la Gerencia de Urbanismo, entonces en manos de Pedro García (IU), denegó a Cosmos el permiso para la valorización de residuos no peligrosos, un permiso con el que la firma pretendía ampliar el que ya tenía aprobado para utilizar biomasa, y que volvió a denegársele en noviembre del 2020, estando ya al frente de la GMU Salvador Fuentes (PP). Este punto provocó un cruce de acusaciones políticas entre quien fue presidente de Urbanismo y el actual responsable del órgano autónomo: el primero acusó a los populares de ser "cínicos" y hacer lo contrario que lo que defendieron en el anterior mandato; mientras que el segundo, replicó a García diciéndole que ahora le pide lo que él no fue capaz de hacer.

Argumentos de unos y de otros

La empresa, con el temor de fondo de la plantilla por la denegación de la licencia de marras, presentó primero recursos en vías administrativa en los que argumentaba --como ha hecho ahora en vía judicial-- que tiene todas las autorizaciones necesarias para fabricar cemento, que los informes medioambientales confirman que no se emiten más contaminantes a la atmósfera y que la autorización ambiental integrada que posee desde el 2007 ampara la sustitución de combustibles fósiles por derivados de residuos como parte del proceso de producción. Cosmos pidió la licencia cuando estaba vigente la suspensión de permisos por la innovación de PGOU que se tramitaba, por lo que quedó paralizada y se analizó en el 2018.

El Ayuntamiento de Córdoba, por su parte, sostiene que no se puede incinerar residuos en suelo urbano, donde se ubica la fábrica de Cosmos, porque la calificación urbanística de esa zona no lo permite y que se trata de una actividad nueva que queda sometida a una licencia que no han obtenido. Ecologistas en Acción como codemandado entiende lo mismo que Urbanismo y plantea su argumentación no tanto en criterios ambientales, no en términos de si se contamina más o menos, si no que se haga en suelo urbano. En realidad, empleando el mismo argumento que tumbó la construcción de un tanatorio en el cementerio de San Rafael.

El juez en parte elude el debate urbanístico (no entra en si es ilegal acometer esa actividad en ese suelo urbano y recuerda que no se culminó la modificación del PGOU) y argumenta que la actividad de la incineradora no es nueva ni es ajena a la actual: “Se parte de un presupuesto no acreditado se está ante una nueva actividad industrial", dice. Y por otro lado, dice que con la prueba de las emisiones presentada por Cosmos, la incineración no genera impacto de contaminación mayor. “No hay modificaciones apreciables en las emisiones atmosféricas”, dice en un momento y añade en otro que "en base al contenido del presente documento, se puede indicar que la fábrica de clínker y cemento de Córdoba no tiene una afección apreciable sobre el entorno en cuanto a emisiones atmosféricas".

Asimismo, el juez entiende que al no haberse modificado el PGOU, la administración local es la que deber ponderar dar o no la licencia para la incineración de residuos en función del peligro que implique hacerlo.

Atrás en el tiempo

Hay que recordar, por otro lado, que Urbanismo dejó sin efecto en diciembre del 2016 una declaración responsable tramitada por Cosmos para iniciar la obra de instalación de recepción, dosificación y transporte para la valorización de biomasa. La cementera había solicitado la licencia para la valorización de biomasa en enero del 2016 pero Urbanismo se la denegó en febrero de ese año amparándose en la suspensión acordada en noviembre del 2015 cuando el organismo municipal decidió iniciar una innovación de PGOU encaminada a no permitir la incineración en el casco urbano y a declarar fuera de ordenación a la cementera. La empresa recurrió esa denegación y en junio del 2016 el juzgado contencioso-administrativo número 3 le dio la razón al considerar que el acuerdo de noviembre del 2015 se refería a las licencias que tuvieran por objeto la valorización de residuos y no la de biomasa, obligando a Urbanismo a tramitarla. Poco después de dejar sin efecto la declaración responsable, Urbanismo otorgó la licencia a Cosmos, aunque solo para la biomasa.

En relación a la cementera hay pendiente un expediente de protección de la legalidad abierto por Urbanismo en el 2018 precisamente por valorizar sin licencia, contra el que la empresa recurrió, y una innovación de PGOU que fue archivada cuatro años después de iniciarse y antes del cambio de gobierno municipal tras los informes de la Junta que veían innecesaria esa modificación urbanística. Cosmos, por su parte, siempre ha defendido que cuenta con autorización para la valorización.