Ecologistas en Acción estudia si recurrir la sentencia relativa a Cosmos del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 que le ha dado la razón a la cementera sosteniendo que no necesita otra licencia para valorizar residuos. La asociación ecologista está en esta causa como codemandada, junto al Ayuntamiento de Córdoba, que aún no había recibido el fallo judicial. De este modo, Juan Escribano, de Ecologistas en Acción, explicó que todavía tienen «que valorar los fundamentos jurídicos de la sentencia» para saber si recurrirán la decisión judicial, aunque aventuró que probablemente lo terminen haciendo. 

La sentencia ha llegado después de que la empresa declarase un ERE y haya despedido a parte de sus empleados, siendo la plantilla actual de 18 personas.

Este asunto se remonta al 2018, cuando la Gerencia de Urbanismo, entonces en manos de Pedro García (IU), denegó a Cosmos el permiso para la valorización de residuos no peligrosos, un permiso con el que la firma pretendía ampliar el que ya tenía aprobado para utilizar biomasa, y que volvió a denegársele en noviembre del 2020, estando ya al frente de la GMU Salvador Fuentes (PP).

En su fallo, el juez argumenta que la actividad de la incineradora no es nueva ni es ajena a la actual, y que con la prueba de emisiones presentada por Cosmos, la incineración no genera impacto de contaminación mayor ni hay «modificaciones apreciables en las emisiones atmosféricas». Por contra, el Ayuntamiento de Córdoba ha sostenido hasta ahora que no se puede incinerar residuos en suelo urbano, donde se ubica la fábrica de Cosmos, porque la calificación urbanística de esa zona no lo permite y que se trata de una actividad nueva que queda sometida a una licencia que no han obtenido. Ecologistas en Acción como codemandado entiende lo mismo que Urbanismo y plantea su argumentación no tanto en criterios ambientales, es decir, no en términos de si se contamina más o menos, si no en que la actividad se esté haciendo en suelo urbano. En realidad, ambos emplean el mismo argumento que tumbó la construcción de un tanatorio en el cementerio de San Rafael.