La calidad del aire ha empeorado considerablemente en Córdoba en las últimas horas como consecuencia del paso de la borrasca Celia y de la calima que ha viajado desde el Sáhara hasta la Península Ibérica. El episodio, mucho más frecuente en verano y asociado a las altas temperaturas, se ha visto empeorado en esta ocasión al conjugarse con la lluvia que ha hecho que las pequeñas partículas que viajan por el aire se hayan humedecido y depositado en el suelo por el agua y la humedad. Se entiende por PM10 a las pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen dispersas en la atmósfera y cuyo diámetro aerodinámico es menor que 10 um.

Las estaciones que miden en la capital cordobesa la calidad del aire, una de ellas ubicada en la avenida de Al Nasir, alertaban esta mañana del incremento exponencial de esas partículas (PM10) que convertían la situación en “extremadamente desfavorable debido a PM10 (peor contaminante de la categoría). Estos medidores alertan de las condiciones de emergencia para la salud pública y de que “la población entera puede verse gravemente afectada”. Asimismo el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, alertaba en su web de la mala calidad del aire en numerosos puntos de la geografía española —incluida la provincia de Córdoba—, el sureste, el centro y algunos puntos del norte. En otras estaciones medidoras de Córdoba, como las situadas en el Brillante o Lepanto, los datos no están siendo tan malos, pero sí lo están siendo —y mucho más— en la estación de Obejo.

Recomendaciones y nada de alarma

Los expertos aconsejan el uso de mascarillas en exteriores, en especial de FFP2, y evitar la práctica de deportes al aire libre, así como la exposición excesiva de niños pequeños y personas mayores al aire libre.

Herminia García, profesora titular del Departamento de Botánica de la Universidad de Córdoba (UCO), considera que pese al empeoramiento de la calidad del aire no hay que generar alarma porque —recuerda— este es un fenómeno muy frecuente sobre todo en verano. “Lo que ha pasado ahora es que se está produciendo el fenómeno de la calima en invierno, algo menos frecuente, y no es que haya ni más ni menos pequeñas partículas en el aire, lo que pasa ahora es que las vemos más porque se están depositando al humedecerse y caer al suelo”. 

Aunque en el departamento de Botánica de la UCO trabajan con análisis de partículas biológicas del aire (aerobiología), no con este tipo de fenómenos atmosféricos, han hecho algunos estudios en este sentido. La profesora García explica que las partículas más pequeñas, las PM10, no son las que llegan hasta los alveolos, si no que se quedan en la vías altas, como la tráquea, aunque sí pueden agudizar los problemas respiratorios y de asma de personas que sufran alguna de estas enfermedades. 

Aunque en su departamento el análisis aerobiológico lo hacen semanalmente, entiende que la muestra del lunes próximo va a estar muy marcada por las condiciones climatológicas de esta semana. “La calidad de aire ha empeorado muchísimo, es evidente, aunque al menos no se registran aún niveles altos de polen para alérgicos y asmáticos”, comenta.  

Sin incidencia destacada por la calima en las urgencias del hospital Reina Sofía

De momento, a pesar de las consecuencias en el aire de la calima y de sus efectos negativos en la salud, en urgencias del hospital Reina Sofía no han notado en los pacientes atendidos este miércoles ninguna incidencia significativa, relacionada con la calima, con este fenómeno atmosférico que desde este martes se está dejando notar no solo en Córdoba, sino en todo el país e incluso en Europa.