Varios sacos de patatas llenan el maletero de un turismo a media mañana de este martes en Mercacórdoba. Al lado, un camión vacío junto a otros muchos de grandes empresas que, en un día más tranquilo de lo habitual, permanece aparcado. Se trata de la mercancía de un mayorista que pretende pasar desapercibido a ojos de los piquetes informativos que los transportistas han organizado a lo largo de la jornada en diferentes puntos de la capital como parte de la huelga del sector. "El otro día una compañera nuestra fue a llevar fruta al Piedra del polígono de Las Quemadas y no le dejaron descargar", dice.

A unos kilómetros, en esa dirección a la que hace referencia, un piquete formado por decenas de personas mantiene por segundo día consecutivo su labor de difusión al resto de compañeros, mientras impiden que descarguen productos en grandes superficies como Piedra o Deza. "Estamos en muchos lados, pero nosotros hemos estado dando vueltas", explican. Según precisan, "el 95% del sector está parado, lo que pasa es que la gente está tan quemada que está en su casa".

Aunque al grito de “transportistas unidos jamás serán vencidos” parezca un grupo homogéneo, la realidad es otra. Conductores asalariados y otros profesionales forman parte de los piquetes, en apoyo del paro convocado por la Plataforma para la Defensa del Transporte de Mercancías por Carretera. Un colectivo que se siente "despreciado", "vendido por los sindicatos" y que, más allá de rebelarse por la subida de los precios del gasoil, denuncia que lleva mucho tiempo "trabajando por debajo de los precios de costo". "Estamos sobreviviendo con los descuentos de los surtidores que son los que nos dan a veces un poquito de margen, pero ya se ha acabado por completo. No hay margen ninguno", cuentan.

Más gasto, mismo sueldo

Uno de los argumentos principales sobre los que se sustenta la reivindicación de los transportistas es que los sueldos no acompañan al aumento de los gastos. "El porcentaje (de beneficio), con lápiz fino, antes era un 35%, ahora se ha quedado en 0". O incluso menos, señalan. "Son pérdidas. Si me han subido el gasoil y el resto de impuestos me los han subido un 45%, ahora tengo un -5% de beneficios", calcula uno de ellos. Otro de los profesionales, ante la zona de descarga del Piedra, ilustra la situación con su propio caso. "Cargué en Francia 2.000 euros de gasoil y fui a Málaga. Cuando yo he llegado a Córdoba, he gastado 1.500 euros. Yo soy asalariado. Por el viaje le han dado 1.000 euros a mi jefe y, ahora, tiene que pagarme a mí, seguridad social, letras… Estás perdiendo mucho", cuenta. Al fondo, se oye un "estoy arruinado". 

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Los transportistas intensifican la huelga en Córdoba Manuel Murillo

En la entrada de una de las empresas de Las Quemadas, el jefe de la entidad, que prefiere que permanezca en el anonimato, pregunta retóricamente: "¿Por qué se le está dando tan poca importancia a la huelga? El 90% del transporte por carretera lo hacen autónomos y están parados". Él, por su parte, aclara que secunda la huelga y que no va a suministrar sus productos, porque "esto es insostenible". Y, esa tensión, echa en falta a los sindicatos. "Lo que no sé es dónde están los sindicatos. Esto es una huelga de trabajadores", dice. En su opinión, "hoy es cuando empieza la guerra, porque el que está andando ya sabe que hay huelga y encima el tío sigue estando en la carretera".

En la estación de servicio La Mezquita, junto a la A-4 en sentido Córdoba, un camionero asalariado descansa tras llegar de Guarromán, donde vivió, según cuenta, una situación tensa. A diferencia de otras provincias, asegura que la cosa “aquí está tranquila”. De donde viene, "si no es por la Guardia Civil, no puedo descargar", afirma. Y confiesa que la huelga con él no va. "Yo como no pago el gasoil. ¿Me entiendes?", añade. Las razones se las dio, un día antes, a los autónomos que se encontró: "Yo estoy con vuestra protesta, pero digo: Mira, cuando nosotros hemos tenido que hacer huelga, ustedes los autónomos no paráis. ¿Ahora qué quieres? ¿Te tengo que ayudar yo ahora a ti?". 

Para los manifestantes, hay el "mismo interés". Y, en cuanto a los compañeros que no participan, comentan: "Estamos perdiendo nosotros dinero para conseguir algo para ti. Ellos deberían decirle a sus jefes, por respeto a nosotros, de parar. Y los jefes, parar". Ellos aseguran que estas aspiraciones "les repercuten". "Nos tienen abandonados, sin seguridad ninguna. Son muchas cosas las que se piden, esto no es de hoy. Yo el mensaje que les daría ahora mismo a los que están trabajando sería: ¿Realmente tú puedes permitirte trabajar?", dice uno de los trabajadores movilizados.

Consecuencias de la huelga

Si bien este lunes solo había cesado entre el 10% y el !5% la actividad en Mercacórdoba, este martes Antonio Álvarez, presidente de la la entidad y delegado de Mercados, ha estimado que el porcentaje ha crecido hasta el 70% y que se empieza a percibir cierta carencia de productos como el pescado.

Para los miembros del piquete que, durante la mañana, han impedido las descargas en el Piedra, con los días se irá haciendo más acuciante el desabastecimiento. "Imagínate lo que se puede formar", exclaman. Y aclaran que "ahora mismo tienen almacenaje, cuando de verdad se va a notar es en los próximos días". Una versión que se opone a los mensajes de tranquilidad que las grandes superficies ofrecieron este lunes. Según los manifestantes, "el Comité de Transporte lo que quiere que piense la gente e que no va a haber problemas". La huelga sigue.