Córdoba (y media España) ha amanecido esta mañana sumida en una profunda estampa color sepia. La razón, la borrasca Celia que, como ya informó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), entraba en la península cargada de lluvias abundantes, en ocasiones con barro, y fuertes vientos. El color anaranjado que predomina durante toda la jornada tiene su origen en el polvo de origen africano que, concentrado en gran cantidad, da origen a un fenómeno denominado calima.

La borrasca, eso sí, apenas ha dejado un par de litros en precipitaciones en la capital, muy lejos de los casi 22 recogidos el día ayer. Esta falta de lluvia ha provocado, precisamente, que el ambiente apenas se haya limpiado y que la acumulación de arena y barro se mantenga en calles, coches y en prácticamente todo el ambiente.

¿De qué está formada la calima?

El polvo en suspensión procedente de África es un fenómeno que no es nuevo en España. La cantidad acumulada en esta borrasca Celia, sí. Pero, ¿qué partículas forman este polvo o calima? Está compuesto generalmente por aluminosilicatos (óxido de aluminio y sílice), arcilla, yeso, calcita y otros minerales.

También contiene partículas microscópicas de otras bacterias, hongos, polen y otros elementos no tan naturales. Esos elementos pueden ser isótopos radiactivos procedentes de los procesos industriales del Magreb. No son cantidades preocupantes, pero han podido ser medidas por lo científicos en dos estudios diferentes: uno del CSIC centrado en Canarias y otro francés que ha determinado la presencia de un isótopo radiactivo en las lluvias de barro en toda España.

El polvo en suspensión es el segundo aerosol más abundante en la atmósfera, después de la sal marina, y los países norteafricanos, son responsables de entre el 50% y el 70% de sus emisiones mundiales. La característica fundamental del polvo en suspensión es que es capaz de transportar cualquier partícula que se encuentra en su camino, ya sea contaminación o microorganismos. De este modo, llegan a distintas partes de nuestro país y, al entrar en contacto con el ser humano, afectan a las vías respiratorias y al corazón, por lo que provocan daños a la salud.

El país más contaminado

La invasión de aire sahariano cargado de polvo en suspensión que progresa por la península ha convertido a España en el país "más contaminado" del mundo por las partículas saharianas. Lo explica Yurima Celdrán, experta de Meteored, que recuerda que el Sahara, al norte de África, desprende cerca de 800 millones de toneladas de polvo al año, que suponen un 70% de las emisiones de polvo mundiales.