Las obras del centro cívico del antiguo mercado del barrio del Alcázar están a punto de iniciarse. La Gerencia de Urbanismo ya cuenta con una empresa propuesta para el inicio de los trabajos que transformarán el edificio ubicado en Doctor Fleming. La mesa de contratación del concurso convocado en octubre del 2021 ha propuesto encomedar la reforma del edificio a Díaz Cubero por 575.920 euros, un 4% menos del presupuesto de licitación. La empresa, que ya ha presentado la documentación que se le ha requerido, a la que la mesa de contratación le ha dado el visto bueno, ha ampliado en dos años la garantía que da al edificio una vez remodelado, que pasa de ser de un solo ejercicio, a tres. A partir de ahora solo queda que se produzca la adjudicación definitiva y la formalización del contrato para el inicio de las obras, que podrían empezar entre este mes y el próximo, si no hay imprevistos ni retrasos.

Con las obras previstas, que tienen un plazo de duración de cinco meses, el edificio mantendrá la fisonomía que tenía en los años cincuenta. El interior del mercado aún conserva el pasillo central de los compradores y la filas laterales de los puestos. El inmueble está dividido en dos edificaciones, la del mercado y la del bar, y el proyecto solo se centrará en la primera. La propuesta consiste en demoler las particiones interiores y los cerramientos de la fachada construidos en la remodelación que tuvo en el 1991 para dejar al descubierto la estructura original de los años cincuenta. Esta estructura es un modelo de arquitectura temprana del movimiento moderno, según indica el autor del proyecto, el arquitecto Javier Valverde.

Además de restaurar la estructura original del mercado proyectado en 1952 por los arquitectos municipales Carlos Saénz de Santa María y Víctor Escribano Ucelay, se construirá un nuevo volumen en el interior, que quedará separado del viejo y que tendrá su parte superior acristalada. En ese nuevo volumen irán el salón de usos múltiples, que será divisible en talleres mediante un tabique corredero, una sala para mayores, un estudio de edición gráfica y audiovisual, un almacén de material y aseos. Urbanismo considera necesario también acometer la reurbanización del área libre del recinto donde se ubica el inmueble y la restauración y adecentamiento del lienzo de muralla, que actualmente está muy deteriorado en sus partes superiores.

Este proyecto tiene tras de sí una larga historia, ya que iba a ser sede del IESA e incluso se impulsó una innovación de PGOU para ello. Sin embargo, el IESA renunció a sus planes y el edificio, que se encuentra sin uso, no llegó a demolerse.