Llamada a ser uno de los reclamos urbanísticos de la ciudad de Córdoba, la Torre del Agua empezó a alzarse en abril del año 2017. Dos años después, en el verano del 2019, las obras quedan paralizadas pocos meses antes del plazo que había para acabarlas. El estado de la obra es muy avanzado, pero Teginser, encargada de los trabajos, los abandona. La paralización no afecta solo a los propietarios, sino a más de una treintena de empresas. Su nombre, Torre del Agua, se debía a su llamativo diseño, obra de Rafael Castelló y Soledad García Domenech. Una torre de 49 metros, 14 plantas y 38 viviendas, todas ellas con piscina privada. Dos años y medio después de quedar parada, la Torre del Agua y, sobre todo, sus futuros propietarios, empiezan a ver la luz. Una promotora quiere hacerse con el activo y acabar la obra. Se compromete, además, a mantener prácticamente las mismas condiciones de compra para los cooperativistas iniciales. La Caixa también da su brazo a torcer y en el preacuerdo señala que devolverá el dinero adelantado más un 10% de intereses (todo ello mientras muchos de los casos, la mayoría, se encuentran judicializados).

¿Van a ver los cooperativistas la Torre del Agua acabada? 

Creemos que sí. Si el miércoles 9 de marzo, que es el acto de la asamblea general para ratificar los preacuerdos que hemos alcanzado con el inversor que quiere adquirir el edificio y con Caixa Bank como entidad hipotecante, se ratifica, creemos que sí, que se terminarán las obras y que se entregarán las viviendas en su día proyectadas.

¿Hay horizonte temporal para que la torre esté habitada? 

No es una obligación nuestra porque nosotros no vamos a realizar la obra. Pero con las conversaciones que hemos tenido con la inmobiliaria sí es verdad que quieren, en un plazo no superior a diez meses, dejarla terminada. Es decir, que para el año que viene, casi con toda seguridad, sobre primeros de años estarían listas.

¿Cuál es sentir actual de los cooperativistas? 

La mayoría son escépticos porque no se creen que después de dos años y medio se haya conseguido afinar un acuerdo. Es verdad que también se han realizado una serie de actuaciones a lo largo de este tiempo y creemos que sí, que están contentos. La mayoría están contentos de poder ver la luz al final del túnel.

Hubo otras empresas interesadas en adquirir el activo, ¿qué tiene la última propuesta para ser la definitiva? 

Desde que yo me encargué del asunto y me contrataron para el asesoramiento y dirección de la liquidación de la cooperativa, desde el minuto uno conseguimos contactar con al menos seis opciones de compra. Desde constructoras de primer nivel, promotoras también, e incluso durante los meses de la pandemia tuve reuniones con inversores dispuestos. Hasta seis con capacidad económica importante estaban dispuestos a entrar a terminar la promoción. Pero Caixa Bank siempre se negó, durante todo ese tiempo, a participar de alguna forma en contribuir al desfase que había habido en el proyecto. Sin embargo, después de muchísimos procedimientos judiciales que se han incoado como consecuencia de las reclamaciones de los cooperativistas, demandas desde el órgano de liquidación de la cooperativa y diligencias previas abiertas al efecto, a través de esa problemática judicial ha habido un cambio de criterio en Caixa Bank y han decidido alcanzar el acuerdo que va a permitir, de ratificarse en la asamblea, terminar el edificio.

De alcanzarse el acuerdo, ¿se paralizan todos esos procedimientos judiciales? 

Sí. Una de las condiciones que Caixa Bank establece para, precisamente, alcanzar el acuerdo con la cooperativa es que al menos 23 socios acepten transigir esos procedimientos y archivarlos. Igualmente, la cooperativa tendrá que transigir y archivar y pedir el desistimiento conjunto (tanto de La Caixa como de la cooperativa) de los procedimientos iniciados por la cooperativa. Luego están los procedimientos individuales de cada socio, que también se tienen que transigir y archivar. La oferta que hace La Caixa es que abona las cantidades que en su momento anticiparon los socios a la cuenta de la cooperativa y además un 10% de indemnización (para cubrir intereses y costas).

¿Hay muchos compradores originales que hayan desistido y ya no quieran esa vivienda? 

No hay tantos. Hay un número importante que quiere continuar comprando la vivienda, pero ya la comprarán al nuevo promotor, con las condiciones que ponga. Sí es cierto que hay un importante número, alrededor del 60%, que están dispuestos a continuar con la compra de su vivienda porque el promotor se ha comprometido a, si se aceptara el acuerdo por la asamblea, respetar el piso que en su momento se eligió por cada uno de ellos.

¿Y el precio también? 

Hay una adaptación del precio porque hay una serie de impuestos y tasas que se cobrarán ahora a partir del cambio de promotor. Ese pequeño incremento, en principio, no sería superior al 2%.

Estamos en un momento de crisis en muchos sentidos, ¿podría afectar a la obra? 

No sé si la guerra influirá en todo esto. Ahora mismo, tanto La Caixa como la cooperativa entienden que la situación está localizada en Córdoba e imagino que con los promotores que han contactado tienen sus preacuerdos. El promotor tendrá calculado el presupuesto.

¿Se sabe exactamente ya el grado de ejecución en el que quedó la obra? 

El grado de ejecución todos los saben porque el 90% han reclamado a La Caixa y en las reclamaciones una de las cuestiones que se alegaba era la diferencia en la ejecución de la obra. El promotor que ha hecho su oferta en la adquisición del activo lleva varias semanas entrando al edificio y haciendo su control y su propia auditoría de la obra. La oferta que ha hecho ha sido a raíz de saber cuánto se tiene gastar para terminar la obra. Se respetará el proyecto todo lo posible y las calidades se respetan todas porque el proyecto es el mismo, incluso la dirección facultativa será también la misma.