Córdoba recibía varios miles de viajeros rusos al año en los ejercicios previos a la pandemia de coronavirus, cuya visita, en estos momentos, está en el aire por la guerra declarada a Ucrania. De este modo, el sector turístico se mantiene a la expectativa ante las consecuencias de este conflicto en la actividad y advierte de que son diversas, abarcando desde limitaciones a la movilidad hasta el encarecimiento de los precios de las materias primas y las energías. 

La delegación municipal de Turismo ha informado, con cifras del Instituto Nacional de Estadística, de que la ciudad de Córdoba registró 4.515 viajeros de Rusia en el año 2019 y 1.171 en el 2020, cuando la pandemia de coronavirus afectó de forma radical a toda actividad económica. En el caso de Ucrania, no hay datos para el 2019, pero en el 2018 llegaron 1.159 visitantes de ese país y en el 2020 fueron 150. 

La misma fuente indica que todavía no se conocen las cifras del 2021. Sin embargo, detalla que los puntos de información turística han recibido en lo que va de año 12 consultas de visitantes rusos y en el año previo a la crisis sanitaria, 1.954. Además, este ejercicio han atendido a ocho ucranianos y en el 2019, a 83. La concejala de Turismo en el Ayuntamiento de Córdoba, Isabel Albás, ha manifestado recientemente que "esperemos que la situación que a día de hoy se vive en Ucrania se pueda resolver cuanto antes y que afecte lo menos posible al turismo internacional".  

De su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor), Félix Serrano, confirma que el turista ruso visita Córdoba "bastante" y "es importante para nosotros". Serrano recuerda que se trata de "una población muy amplia" y precisa que "ucranianos también hay, pero menos".

En este sentido, opina que la guerra de Rusia contra Ucrania "afectará negativamente. Seguramente, habrá un retraso en la movilidad del turismo internacional", augura, avanzando que no solo perjudicará a la llegada de visitantes desde Rusia y Ucrania, sino también de otros países. Junto a esto, alude al "encarecimiento" de combustibles y energías, y concluye que "los efectos no van a ser buenos".

En la misma línea, el presidente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería (Hostecor), Francisco de la Torre, señala que en Córdoba "no es mayoritario el turismo ruso o ucraniano, pero sí están subiendo los suministros, los proveedores tendrán que repercutirlo, se tendrán que subir los precios y esto afectará a la actividad", lamenta. 

Gastan 1.300 euros en su viaje a España

En referencia a este turismo, Antonio Caño, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes, explica que "los turistas que llegan de Rusia lo hacen a través de Málaga y la Costa del Sol, principalmente, en excursiones de un día", y detalla que "de 1.500.000 turistas, la incidencia rusa no llega al 0,1%". Además, apunta que "de aquí hasta agosto se habían programado 123.000 plazas aéreas desde Rusia a siete aeropuertos españoles con conectividad directa y Málaga recibiría 19.500".

Sobre el perfil de estos viajeros, el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes comenta que, según indica Turespaña, el turista ruso tiene una estancia media de 6,5 noches y un gasto de casi 1.300 euros, "uno de los más altos dentro del ámbito europeo". El 80% duerme en hoteles y sus principales actividades son las compras (57%), las visitas a ciudades (54%) y las culturales (49%).   

El transporte teme el cierre de "muchas empresas"

De otro lado, Antonio Arroyo, secretario técnico de la Agrupación Empresarial de Transportes Discrecionales y Regulares de Viajeros de Córdoba, destaca que el impacto de la guerra en este sector "es muy importante. En primer lugar, por el previsible retraimiento del turismo internacional, que tiene unas consecuencias devastadoras, y en segundo lugar, por el precio del petróleo, que encarece de forma notable el coste del servicio sin que las empresas puedan repercutirlo". Arroyo asegura que el sector aún no se ha recuperado del impacto de la pandemia y "le viene una nueva situación de crisis que puede suponer para muchas empresas la desaparición".

En esta línea, el secretario de la ATC subraya que este sector reclama ayudas a la Administración pública "para poder superar la situación que se avecina y que rompe con todas las esperanzas de recuperación".