Con un pequeño video en el que muestra tierra polaca, el jugador cordobés de balonmano Carlos Molina ha informado a su familia de que ha logrado, por fin, cruzar la frontera que separa Ucrania de Polonia. Según ha informado a este periódico la familia del deportista, Carlos ha entrado en Polonia sobre las 15.45 horas, después de varios días de desesperación y angustia, por el colapso que se ha generado en las vías de comunicación de Ucrania tras la invasión rusa.

Carlos Molina reclamaba vía twitter ayuda para poder alcanzar suelo europeo y dejar atrás la amenaza de los disparos y las bombas, además de las gélidas temperaturas nocturnas que tenían que pasar al raso, ante la imposibilidad de avanzar hacia zonas seguras. Según narraba en su perfil de la red social, anoche los acontecimientos dieron un giro importante a mejor, pues habían conseguido, con la ayuda de la embajada de Lituania encontrar la manera de llegar cerca la frontera, con la esperanza de poder pasarla entre hoy y mañana, hecho que se ha producido muy rápidamente.

La noticia de su llegada a Polonia ha sido recibida con entusiasmo y alegría por sus familiares cordobeses que han estado viviendo desde la distancia la odisea de Carlos para lograr escapar el infierno de la guerra.

La hermana del deportista, María Luisa Molina, ha explicado este lunes a Diario CÓRDOBA que apenas han podido hablar con él por problemas posiblemente de la tarjeta del móvil, pero sí les comunicó que esta tarde tenía previsto tomar un tren hacia la ciudad polaca de Cracovia, donde reside un antiguo compañero de equipo, que le ha buscado alojamiento. 

Carlos Molina ha informado asimismo a su familia de que también le han propiciado el pasaje para un avión en el que volará este martes hasta Barcelona, dejando atrás la pesadilla vivida tras abandonar la ciudad de Zaporiyia, en cuyo equipo de balonmano venía jugando hasta el estallido de la guerra.