La odisea del jugador de balonmano cordobés Carlos Molina, al que el estallido de la guerra en Ucrania le ha pillado en aquel país y lleva varios días intentando alcanzar la frontera de Polonia para poder regresar a España, parece ver un final algo más cercano.

Según ha escrito Molina en Twitter, vía de comunicación del jugador con el exterior, los acontecimientos han dado un giro inesperado, pues tras algunas negociaciones y la mediación de la embajada de Lituania, han encontrado una vía “con la que posicionarnos a menos de 5 kilómetros de la frontera”. Por tal motivo, espera Carlos Molina poder “pisar suelo europeo” a lo largo de la jornada de este lunes o mañana martes.

Esta situación aporta bastante esperanza después de varios días de auténtico calvario, pues según narraba el deportista en sus redes sociales, el colapso de las comunicaciones en Ucrania de ciudadanos que quieren salir del país era tal que en 11 horas apenas podrían recorrer 8,5 kilómetros.

Narraba asimismo con desesperación, el jugador cordobés de 30 años, las circunstancias tan duras que se tienen que soportar por las bajas temperaturas que se alcanzan en Ucrania por la noche y la larga travesía (aunque de pocos kilómetros) que aún le quedaba por recorrer, prácticamente casi sin comida y señalaba el "mucho miedo", por lo que reclamaba ayuda internacional", porque estaban siendo testigos de bombardeos".