Córdoba tiene garantizado el abastecimiento de agua para el consumo humano para los dos próximos años, de acuerdo con las estimaciones facilitadas desde la empresa municipal Emacsa y también por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que en los últimos días ha señalado que, «con carácter general, la reserva de la cuenca garantiza el abastecimiento a corto o medio plazo», lo que, de acuerdo con las fuentes consultadas, se traduce en algo más de dos años y medio. En Emproacsa, que presta servicio a la mayoría de los municipios de la provincia, recuerdan las diferentes medidas en las que se está trabajando ante la situación de sequía para garantizar el suministro a la ciudadanía y advierten de que un escenario límite llevaría a controlar el consumo, a través de restricciones, en localidades del norte de la provincia en el año 2023. 

El gerente de Emacsa, Rafael Serrano, afirma que «hay que transmitir la tranquilidad de tener asegurado el abastecimiento de agua potable para consumo humano los próximos dos años con un embalse, del Guadalmellato, con reservas de alrededor de 66 hectómetros cúbicos, lo que supone un 45% de su capacidad, sin contar con San Rafael de Navallana o el propio río Guadalquivir».

"Entraremos en alerta cuando durante dos meses bajemos de 53 hectómetros embalsados en Guadalmellato"

Rafael Serrano - Gerente de Emacsa

De acuerdo con lo recogido en el Plan de Sequía de Emacsa, la situación es de prealerta y pasará a ser de alerta en caso de que el embalse del Guadalmellato tenga almacenados menos de 53 hectómetros cúbicos durante dos meses. «A partir de entonces, dependiendo de la evolución prevista de la sequía, se tomarán medidas encaminadas a la reducción del consumo, mientras se utiliza la captación de parte del agua desde San Rafael de Navallana, aparte de medidas de control, concienciación, etc.», explica Rafael Serrano.

Este responsable valora que el gasto de agua en la ciudad de Córdoba «es muy responsable» y señala que en estos momentos «podemos tener un consumo de 140 litros por persona y día». Además, subraya que «en la ciudad de Córdoba se ha reducido un 25% el consumo en los últimos 20 años».

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Insólitas imágenes de los embalses de Iznájar y La Breña bajo los efectos de la sequía Manuel Murillo

Acerca de la situación de sequía, el gerente de Emacsa lamenta, sin embargo, que «nos encontramos ante uno de los años más secos de la serie histórica y no sabemos cuándo se va a revertir esta situación». Así, recuerda que el pasado noviembre Emacsa comunicó medidas como la necesidad de dejar de baldear las calles con agua potable, la priorización del riego de zonas verdes con agua no potable, la disminución del caudal de las fuentes y la potenciación de la inspección preventiva para evitar las fugas de agua, actuaciones que «están suponiendo un ahorro». 

Serrano comenta que el nivel de prealerta implica el desarrollo de campañas de concienciación y adelanta que en Emacsa «estamos inmersos en una nueva campaña que saldrá la semana que viene. Del mismo modo, vamos a continuar durante todo el año para conseguir que el uso responsable del agua no se olvide».

"Este año insistiremos en la obligación de todos los municipios de que ahorren en riego y que no se baldee con agua potable"

Esteban Morales - Presidente de Emproacsa

El trabajo en la provincia

De su parte, el presidente de Emproacsa, Esteban Morales, recuerda que «estamos culminando nuestro Plan de Sequía, un documento que contiene medidas para superar la situación». La comisión de sequía de Emproacsa se reunirá la próxima semana para estudiar las alegaciones presentadas al borrador. Cuando el documento esté cerrado (la previsión es que se apruebe en las próximas semanas), se presentará a la CHG y Emproacsa adoptará las medidas que la confederación indique. 

Del mismo modo, Esteban Morales apunta que en mayo o junio comenzarán, previsiblemente, las obras para hacer los trasvases entre los embalses de Puente Nuevo y Sierra boyera, y El Arenoso y Martín Gonzalo, que se ejecutarán «con carácter de urgencia» y que estarían concluidas en los primeros meses del 2023. Con estas actuaciones, «tendríamos solucionado de manera suficiente el abastecimiento», explica.

No obstante, también comenta que, en caso de que no llueva a lo largo de este ejercicio y de que no hayan concluido estos trabajos, podría ser necesario aplicar restricciones de consumo en municipios del norte de la provincia. «Si este año no tenemos lluvias, sí puede haber problema para el abastecimiento de determinadas zonas, sobre todo, en el norte, que es la zona más deficitaria y donde tenemos más preocupación», admite. En este sentido, el presidente de Emproacsa detalla que «si se llega a una situación límite, quizá habría que adoptar restricciones, controlar los consumos, en municipios del norte. Hablamos de enero del 2023, que sería cuando se pone de manifiesto la sequía pertinaz». En cuanto a este año, manifiesta que «insistiremos en la obligación de todos los municipios de que ahorren agua en el riego de parques y que no se baldeen las calles con agua potable». 

Los embalses de la provincia regresan a los niveles del año 2008 

La falta de lluvia ha provocado que los embalses cordobeses se encuentren al 23% de su capacidad, con 795 hectómetros cúbicos almacenados, una situación que, en líneas generales, no se observaba desde el año 2008. Así, la información de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir apunta que el volumen embalsado se reduce, prácticamente sin mejorías, desde el año 2014, cuando estaban al 92% con 3.148 hectómetros cúbicos. Fuentes de la CHG aclaran que «tener un año seco no es un problema, el problema se da cuando se concatenan cuatro años secos como llevamos». También recuerdan que, «aproximadamente, cada 12 años tenemos un periodo seco y otro de inundaciones». La CHG ha apuntado que las previsiones de lluvia no son halagüeñas y no se esperan precipitaciones, prácticamente, en el próximo mes. Esta situación ha llevado a que la previsión de dotación de agua para riego sea de 1.000 metros cúbicos por hectárea en el peor de los escenarios (si no llueve esta primavera), un 83% inferior al máximo concedido en otras campañas. En este sentido, el secretario general de Feragua, Pedro Parias, adelanta que el campo podría tener «pérdidas millonarias». «Como no lo arreglen los próximos tres meses, nos ver emos en una situación muy grave que no pasamos desde los 90, con una diferencia y es que hay mucha superficie regable de arboleda (olivar, cítrico y almendro) en la cuenca y en Córdoba, y eso significa que hay unas inversiones muy gordas, de 15.000 o 20.000 euros de media por hectárea, con riesgo de pérdida», advierte.