La paralización de las obras de seis promociones de viviendas por parte de Construalia podría resolverse por vías diferentes dependiendo de la evolución de las negociaciones que la empresa mantiene con las promotoras, las subcontratas y los proveedores para llegar a acuerdos que permitan abordar el incremento de los costes de los materiales. En cualquier caso, expertos consultados prevén que es cuestión de días que la situación se resuelva en un sentido u otro y no descartan que la sociedad entre en concurso de acreedores o que se repercuta la subida de precios a los compradores, siempre de acuerdo con lo recogido en cada contrato.

Francisco Estepa, abogado especialista en derecho empresarial, entiende que en estas situaciones «el margen de tiempo es escaso», por lo que «será cuestión de días que se resuelva en un sentido u otro, o que se conozca el siguiente capítulo». En su opinión, una vez que se ha hecho público que la empresa tiene problemas para continuar las obras, si no logra resolver las dificultades, para lo que necesitaría la colaboración de las otras empresas, podría llegar al concurso de acreedores.

Según comenta, en ocasiones es necesario renegociar precios y en otras las constructoras solicitan una reducción del plazo de cobro. Sin embargo, señala que «no suele ser normal que las promotoras renegocien contratos».

Estepa detalla que cuando una empresa entra en concurso es necesario acudir al juzgado para resolver el contrato «y los procedimientos no son rápidos, hay un único juzgado de lo Mercantil para toda Córdoba». Mientras esto sucede, además, no se puede acudir a otra constructora. Por tanto, apunta que «para la promotora, lo normal será que quiera resolver el contrato». Este abogado recuerda que en estos casos hay muchos implicados: la promotora, los clientes, la constructora, los proveedores y los trabajadores. «La cadena de posibles afectados es muy larga y hay que tener mucho cuidado, porque se puede montar un lío importante», subraya.

Francisco Estepa lamenta que «el problema que subyace es que en España la ley concursal es nefasta. No está para ayudar a las empresas, sino para intentar que las administraciones cobren lo máxime posible», y añade que la reforma de esta normativa «va a introducir una modificación en la segunda oportunidad con la que la única deuda que no se va a poder borrar es de las administraciones públicas».

Consultado por los efectos que estas situaciones tienen para los compradores de viviendas, aclara que «si fuera comprador, estaría totalmente tranquilo. La legislación protege al consumidor».

Los compradores | La subida podría repercutirse

Preguntado por los escenarios que se abren para los compradores en estas circunstancias, el abogado Rafael Perales, especialista en derecho contractual y mercantil, explica que «la compra se hace a la promotora, por lo que, en principio, no debe haber problema porque no es la que tiene la dificultad». En esta línea, indica que «si considera que las propuestas que se están haciendo no son acertadas, en principio, se sustituye por otra la constructora y se termina la obra». No obstante, también precisa que «dependiendo de las condiciones pactadas entre la promotora y el adquiriente de la vivienda, se pueden plantear distintos escenarios. Si repercute en el precio de la vivienda los incrementos de los costes de la construcción, lo podrá hacer según lo pactado en el contrato y hasta un tanto por ciento».

Así, Rafael Perales aclara, que «si te modifican de forma esencial el precio de la vivienda pactado, esto te da derecho a resolver el contrato y que te devuelvan las cantidades anticipadas a cuenta, que están aseguradas a través de entidad bancaria o a través de una compañía de seguros».

Los precios | Más empresas en dificultades

El abogado Álvaro Navarro, del despacho Sinergia Legal Abogados, especializado en derecho mercantil y de la contratación, afirma que «es muy posible que en Córdoba haya otras constructoras que estén en la misma situación» al ser preguntado por la paralización de obras de Construalia en promociones de viviendas. «Los materiales han subido entre un 20% y un 40%. Las constructoras contratan la ejecución material de un edifico a precio cerrado, pero se negoció con los precios de hace años y los números no salen», explica, para resumir la situación en que «los márgenes desaparecen y se convierte en pérdidas lo que iban a ser ganancias».

De este modo, el parón de los trabajos puede deberse, en su opinión, a que «no pueden seguir asumiendo el aumento de los costes, a media que avanza la obra, más dinero pierden», por lo que en estos casos el objetivo es «intentar negociar con la promotora hacia arriba y con los proveedores de los materiales, hacia abajo», detalla en referencia a los precios.

Acerca del tiempo que podría tardar en resolverse una crisis como esta, recuerda que «Torre del Agua lleva parada desde julio del 2019. Puede ser cuestión de días o de años», por lo que, en caso de ser necesario, «depende de la celeridad con la que puedan rescindir el contrato de ejecución de obra y volver a contratar». En cualquier caso, subraya que «la nueva constructora tendrá que plantear el presupuesto con los precios actuales».

Los pagos | Los proveedores pueden reclamar

En cuanto a las supuestas dificultades de Construalia para abonar pagarés, Álvaro Navarro afirma que tiene constancia del problema y señala que «los proveedores muchas veces tienen asegurado el impago con compañías de caución. Ellas les pagan y reclaman a la empresa. Si no lo tienen asegurado, tendrán que reclamarle la cantidad», una situación que, a su juicio, podría dar lugar a la entrada de la sociedad en preconcurso «cuando empiece a recibir demandas de reclamación de cantidad».