Las familias de Córdoba con hijos matriculados en el Bachillerato Musical en la rama de Ciencias, Ciencias Sociales y Humanidades se han reunido esta mañana con la directora general de Ordenación Educativa de la Junta de Andalucía, Auxiliadora Morales, tras lo cual han mostrado su decepción porque las administraciones implicadas en el conflicto surgido tras la aprobación de la Lomloe, el Ministerio de Educación y la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, siguen sin ponerse de acuerdo sobre una solución "y se limitan a echarse la culpa unos a otros".

Desde el principio de la polémica, la Consejería de Educación ha culpado al Ministerio de Educación del conflicto surgido con 270 alumnos matriculados en el Bachillerato Musical en septiembre, ya que tras la aprobación de la Lomloe en noviembre, dejó a los estudiantes de primero en situación irregular, ya que la nueva norma impide a los alumnos de las ramas de Ciencias, Ciencias Sociales y Humanidades compatibilizar los estudios con los del Conservatorio de Música, que se reservan solo a la rama de Artes. En el caso del alumnado de 2º, se previó una moratoria que no se aplica al primer curso y que, según fuentes ligadas al Ministerio, tampoco es viable ampliar ahora "por cuestiones jurídicas".

Por su parte, el Ministerio, a través de sus portavoces indirectos, culpa a la Junta de Andalucía de haber hecho caso omiso a la ley, que conocían de antemano, y haber matriculado a los alumnos a sabiendas de, una vez aprobada la Lomloe, se produciría la irregularidad que ahora se intenta subsanar. Esta situación se ha producido también en Madrid y Valencia, aunque la reacción de protesta más contundente de las familias se ha registrado en Andalucía.

Después de tres semanas en pie de guerra, ni los padres ni los alumnos ni los profesores parecen estar dispuestos a rendirse ante un conflicto que daña los derechos de los estudiantes, por lo que este viernes han reclamado en Sevilla a la responsable de Ordenación Educativa una reunión a tres bandas con el Ministerio, la Consejería y los padres con el fin de hacer un cara a cara y conocer de primera mano las versiones de las dos partes. El objetivo, aclarar de una vez por todas dónde está el origen de la situación y cómo solventar la situación. Según los padres, la directora general se ha comprometido a solicitar dicho encuentro y a trasladar a la Inspección General que haga "una tregua" en la presión a la que se está sometiendo a las familias para que cambien la matrícula, a la espera de que se produzca la reunión solicitada o se resuelve el problema".

La Consejería de Educación, por su parte, ha informado en un comunicado su intención de "trasladar" al Ministerio las demandas de las familias y ha reiterado su ofrecimiento de realizar a distancia la asignatura de Fundamentos del Arte para cumplir con la normativa establecida por el Gobierno central. La Junta asegura además que el 70% de los alumnos ya han cambiado su matrícula, un dato del que los padres desconfían.